Un Paraíso Tropical

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~narra calle~

El viento me golpeaba levemente la cara dándome un alivio profundo, el sol destilaba colores hermosos, como dándome la bienvenida de una nueva etapa en mi vida.

Los sucesos anteriores habían acabado, todos los tormentos habían dado su fin y estaba más que feliz, no me importaba los moretones, rasguños u otras cosas más, ya estaba en el lugar correcto con la persona correcta y no podía pedir más.

Poché tenía su cabeza apoyada en mi hombro descansado plácidamente, sus mejillas levemente sonrojadas me daban ternura, nunca hubiera podido pensar que alguien se vería tan hermoso durmiendo, pero ya está claro que Poché rompe todas las expectativas que alguna vez tuve.

Posé mi vista al frente viendo aquél señor encargado de nuestra seguridad muy concentrado en el camino, sus canas dándole a mostrar su edad se movían con el viento que entraba por la ventana, me daba curiosidad la sonrisa que en ningún momento quitó desde que subimos al carro, su vida a través de su sonrisa parece ser perfecta, seguramente tiene alguien en casa esperandolo con una sonrisa igual a la suya, tal vez hijos y nietos y una linda chimenea que cubra las historias contadas por todos los presentes.

Sonreí imaginando los niños con sus grandes sonrisas y cansados de correr por toda la casa escuchando las historias de sus abuelos, fue ahí donde imaginé los hijos que quería tener con la personita que tenía al lado, con nuestra casa y Ramón corriendo por todo el jardín.

—estamos por llegar— habló el señor con la misma sonrisa de siempre.

Poché levantó su cabeza aún con los ojos cerrados y estiró sus brazos los más que el techo del carro le permitía.

—¿Cómo dormiste? — sus ojos se abrieron en dirección hacia mí y una sonrisa se posó en sus labios.

—Estás aquí —dijo en un susurro el cual alcancé a escuchar.

—claro que estoy aquí, prometí que no me iría de tu lado— sus brazos cubrieron mi cuello y su cabeza volvió a mi hombro.

—no quiero volver a esa pesadilla donde tú no estás a mi lado, prometeme una vez más que estarás junto a mí pase lo que pase.

—lo prometo—besé sus cálidos labios buscando el deseo de una salvación sin fin, busqué el echizo de perderme entre sus suspiros y encantada caí en ellos.

Al llegar a la casa ayudé a mi novia a bajar del auto, en realidad la llevé cargada hasta llegar a la puerta como par de casadas, el problema era que no quería bajarla de mis brazos así que cuando intenté abrir la puerta se me resbalaron las llaves, bajé en cuclillas con poché aún en mis brazos y al intentar volver a la posición normal caí en mi retaguardia.

Poché se río todo el tiempo hasta entrar a la casa, esta vez con la ayuda del señor que nos trajo hasta esta.

—tenga más cuidado para la próxima, señorita, estos pisos pueden ser muy engañosos —y con sus palabras sabias se fue dándonos un feliz resto de día.

Me senté en el sofá y disfruté de la televisión un rato, poché todo el tiempo estuvo a mi lado, a veces la descubría mirándome lo cual me ponía nerviosa.

-te amo más que ayer y menos que mañana- dijo de repente y tomó mi mano, la llevó a su boca y depositó un beso en esta.

Morí de ternura al momento que hizo eso, ¿cómo puede ser tan perfecta? ¿Cómo es posible que con sólo una mirada me haga olvidar de todo lo malo del mundo? Ella es magia, lo he dicho y lo diré hasta cansarme.

Bastó volver a su lado para darme cuenta que es todo lo que deseo, no quiero nada más que ella, que su compañía, sus besos, su ternura, sus risas, solo ella hace que mi vida sea un paraíso tropical y solo ella logra quitarme el aliento con su mirada.

No importa lo que tenga que volver a pasar, ella es mi aliento a seguir y lucharé para que sin importar que, estemos a salvo.

MIL VECES TÚ ©(caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora