Carla

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~narra poché~

Iba tarareando una canción que conocía a la perfección, tenia muy buenos recuerdos de aquélla melodía y además la letra era hermosa.

Miré a mi novia que iba manejando al lado mío, el sol de la mañana le daba en la cara haciendo reflejar sus largas pestañas y lucir su cabello castaño. Sonreí por ser afortunada de tenerla y miré el camino, ya estábamos cerca de la casa del papá de calle. Era curiosa su llamada, usualmente nos visita, dice que la tecnología le da muy duro así que no suele usar el celular.

Se abrieron las puertas automáticas de la casa y nos adentramos en ella, calle acomodó el carro en el estacionamiento de la casa que estaba lleno de otros más, nos bajamos y fuimos al jardín delantero, todo era hermoso, flores, Rosas, pequeños hermosos árboles que adornaban la casa de forma única y la navidad se hacia presente en cada parte, le daba un aspecto cálido.

Calle tocó la puerta gris azulado que combinaba a la perfección con la pintura, el papá de calle nos recibió con un traje elegante, nos dejó pasar a la sala y fué por “una invitada especial” según él, por otro lado Juliana salía de la cocina comiendo una galleta, al ver a calle salió corriendo a su dirección y la abrazó.

Miré fascinada tal escena, era hermoso como se trataba calle con su hermana, se contaban todo y eran muy unidas, tanto que al principio de nuestra relación sentí celos. Calle no había visto a su hermana ya hace dos años y era de esperarse su reacción.

Voltee al escuchar las pisadas que provenían de las escaleras. él papá de calle con la invitada bajaban sonrientes mirando hacia nuestra dirección.

—Chicas, les presento a mi novia—la chica era más jóven que él, vestía un lindo vestido formal azul oscuro con negro pegado a su cuerpo.

Por instinto voltee a mirar a calle y me acerqué a rodear su cintura, sé como la colocan estas cosas, calle es algo sobreprotectora con su padre y que él no haya contado su reciente noviazgo la ponía un poco mal.

—Calle, que es mi hija y poche, la novia de mi hija—nos señalo mientras decía nuestros nombres. Los ojos de Carla por poco se salen de su lugar al oir lo que el padre de calle había dicho.

—¿Su novia?— preguntó con una voz chillona y resonante en el lugar, haciendo que mis tímpanos por poco colapsaran.

—Sí , lo és, ¿tienes algún problema con eso?—preguntó calle en un tono amenazador, coloqué mi mano en su espalda haciendo círculos para que se calmara

—Oh no, no, no, por supuesto que no querida, todo lo que tenga que ver contigo está bien—Carla se acercó a calle y le dio un fuerte abrazo, y no uno cálido. Si las miradas mataran, Carla ya estaría bajo tierra.

—deberíamos ir a almorzar—habló Juliana intentando calmar la situación.

—tienes razón—miré a mi novia a los ojos intentando que se calmara, su comportamiento no mejoraría nada.

Nos dirigimos al comedor donde el papá de calle se sentó en la silla principal, a su izquierda Carla seguido de Juliana y a la derecha Calle y yo. La comida iba tranquila, Juliana hablaba animadamente con calle sobre temas triviales y el papá de calle con su novia como par de tortolos lo cuál le incomodaba a calle.

Suspiré por quinta vez del aburrimiento que tenía mientras movia el tenedor sobre las sobras de filete, un pensamiento un tanto oscuro pasó por miente al ver los labios de calle, la recorrí con mi mirada hasta su cuello y paré en su pecho que subía y bajaba tranquilamente,veamos si eso cambia, fué lo que pensé al verla tan tranquila.

Bajé mi mano y la coloque en su centro por encima del pantalón. Recibí la mirada de confusión de calle y solo pude darle una sonrisa traviesa, moví dos de mis dedos en su clítoris lo que hizo que calle soltara un bajo gemido, Juliana aún no se daba cuenta de la fuerza que calle ejercía en sus manos juntas al sentir mis dedos en su punto débil, metí mi mano dentro de su pantalón y después dentro de su panty, una mirada de suplica recibí por parte de calle mientras la conversación seguía. Al bajar mis dedos por su clítoris pude darme cuenta de lo mojada que ya estába, los movi lento y después rápido, calle mordía su labio y después con gran esfuerzo seguía en la charla con juliana. Metí dos dedos dentro de calle lo que hizo que soltara un gran gemido, toda la mesa tuvo la atención de ella y yo solo pude reprimir la risa que me causaba la cara Roja que tenía calle

—¿Estas bien, hija? ¿Te duele algo? —preguntó Germán al oir el gemido de calle

—Sí ... Sí papá, solo me dolió de repente el tobillo—calle llevó su mano al tobillo simulando dolor.

—cualquier cosa nos dices cariño—dijo Carla con su voz chillona

Saqué mi mano del pantalón de Calle y sonríe ante mi travesura

—Bueno, ya que todos hemos terminado de comer, quiero decirles algo importante, pero primero quiero empezar por mencionar quién es Carla en mi vida.

Calle apretó la mandíbula mostrando su enojo ante la situación. Coloque mi mano sobre la suya para que se calmara, después de todo ¿qué puede salir mal?

—Carla llegó a mi vida cambiando muchas cosas y colocando mi mundo de cabeza, me dio fuerza a para seguir después de una ruptura de la cuál no creí salir y gracias a ella, ahora soy un hombre mejor y más fuerte y por eso mismo quiero decirles quee casaré con carlacarla—dijo orgulloso Germán y temi por lo siguiente que iba a pasar...

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MIL VECES TÚ ©(caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora