autocontrol

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~narra calle~

Que este hay parada observando la casa me colocaba muy nerviosa y ese vestido me estaba volviendo loca, que tierna y excitante se veía, tan apegado ella haciendo poder ver su escultural cuerpo y esos tacones que la hacían ver un poquito más alta, quiero que cuando te haga mía Los tacones sean testigos de nuestro amor, observe todo nuestro a nuestro alrededor ¿y si no le gusta?, esa pregunta rondaba en mi cabeza desde que estaba retocando los últimos detalles.

Después de percatarse de mi presencia me quedo mirando con una sonrisa.

-hola mi amor ¿quieres conocer nuestra casa por este fin de semana? -coloque mi voz tierna que se que ama, quise ocultar mi nerviosismo cuando se acercó abrazarme.

-si quiero-Pude escuchar esa vosecita desde mi pecho, su respiración y el latido rápido de su corazón hacia que el nerviosismo desapareciera por completo.

Tome su mano para guiarla dentro de la casa, ví de reojo su enorme sonrisa y la curiosidad recorrer todo su cuerpo cuando cruzamos el marco de la puerta.

-wuo-el alma me regreso al cuerpo, escucharla decir eso fue realmente un alivio, sabía que le había gustado como quedó todo, me costo trabajo y aún así pensé que todo lo estaba haciendo mal.

-¿De verdad te gusta amor?-tenía que confirmarlo talvez ese "wuo" Era de lo horrible que estaba todo.

-no me gusta-¡lo sabía!-me encanta-oh. Me acerque y la bese, hmm sus labios sabían a fresa, que excitante.

Moví mi cabeza de lado a lado para quitarme esos pensamientos, tenía que guardarlos para después.

-ven sigueme-de nuevo tome su mano para guiarla a la terraza donde sucedería toda la accion

Subimos las extensas escaleras blancas que nos dirigían al segundo piso, al llegar sentí como poche soltó mi mano, gire a mirarla inmediatamente, su mirada la tenia en la habitación.

Pude describir en sus ojos la curiosidad que tenía por observar nuestra habitación.

-¡no! -sujete de nuevo su mano impidiéndole abrir la puerta para observarla.

-¿Porque? -voltio a mirarme con su seño fruncido.

-amor eso para más tarde ¿si?-la abrace mirándola fijamente, los ojos más hermosos que he visto

-esta bien-¡yes!.

Volví a retomar nuestro camino hacia la terraza subiendo otras escaleras, las manos me empezaron a sudar por los nervios comforme subiamos.

-amor todo está hermoso-observe el lugar con detenimiento, era una terraza amplia, en el centro estaba la mesa decorada con un mantel blanco, encima de este en un florero en la mitad con las Rosas que más le gustaban a poche y a los lados dos velas, toda La terraza estaba iluminada al rededor de luces de Navidad de color blanco dejando también espacio para observar las hermosas estrellas.

La invité a sentarse corriendo su silla, y después me posicione yo en la mía frente a ella, se veía radiante con la iluminación de la velas, perfecta, fijé mi vista en sus labios rosados que anteriormente había probado, no me contuve a relamer los míos al recordar su exquisito sabor a fresa.

-¿que tratas de hacer daniela calle?- coloco esa voz seductora que me hacia perder el control ¿acaso quería que olvidara todo y la tirara sobre la mesa par hacerla mía?,auto control daniela, auto control.

-nada-fingí inocencia para poder empezar la velada-¿quieres comer ya? - la mire directamente a los ojos, tenia las pupilas dilatas y las mejillas un poco ruborizadas, niñita traviesa, llame a los meseros que contrate para que sirvieran el primer plato.

Nos colocaron al frente un caviar Caspian, mire el Plato y mis pupilas gustativas se activaron al ver tan exquisito plato, levante mi mirada hacia poche la cual ya estaba comiendo, de sus labios solo salían hmm, que delicia, esto está buenisimo, cada que pronunciaba cosas así mi mente me jugaba una mala pasada, tenía que apretar mis labios para reprimir los pensamientos.

Conversamos de cosas sin sentido pero que al hablarlas con ella se hacían las cosas más interesantes del mundo, ya habíamos acabado nuestros platos los cuales acompañamos con un vino muy peculiar que no había llegado a probar, la pasamos entre risas y Anedoctas, de vez en cuando tomaba las manos de poche mientras ella hablaba de los viajes que quería tomar en nuestra Luna de miel, me parecía muy tierna cuando hablaba de nuestra boda con cada palabra que salía de ella la amaba aún más.

Después de un momento decidí que era hora del postre, quería acabar lo más antes posible para darle un tour por toda la casa, se que la va amar como yo lo hice al conocerla.

-¿amor? -me llamó poche

-dime -me miro por un momento

-¿porque haces todo esto? ¿Me pediras matrimonio?- al terminar de hablar mordió su labio al parecer nerviosa pero a quien puso nerviosa fue a mi con esa acción, un escalofrío paso por mi espalda y no me contuve a mirar sus labios.

-no amor aún no, cuando te pida Matrimonio será algo mucho mas fabuloso que esto-me miro asombrada

-¿mucho más? -formo una o con sus labios

- si amor mucho mas, ahora ven quiero que veas algo-espere a que se parara y fuimos hacia la habitación de invitados que había en la casa donde tenía los vestidos de baño.

-¿para que es esto?-tomó entre sus manos la parte de abajo del vestido de baño

-solo pontelo te veo abajo-yo solo me quité el vestido que traía ya que debajo de este tenía ya puesto el vestido de baño mío.

La espere paciente en el blanco y amplio sofá de la Sala donde al frente había una chimenea prendida dándole un tono hogareño a la casa
-estoy lista-escuche decir detrás mío a poche.

Gire rápidamente para encontrar a una sexy poche Con un conjunto de baño de marinera dejando al descubierto su marcado abdomen.

-listo ven Sigueme-la lleve hasta la piscina que en este momento tenía el agua caliente ya que se podía controlar eso desde un control. Debajo de la piscina habían luces que la iluminaban

Me fui sumergiendo en agua, cuando Estuve completamente mojada volví a la superficie para animar a poche.

-hey! ¿No piensas entrar? -le pregunte en un tono burlón

-no calle, ¡estas fría! -al oir eso salí del agua y La abrace

-noo gorda estas fría y hace frío! -le sonreí y salte haciendo que las dos saltaramos al agua.

La ví chapaliar y la tome por la cintura, que tierna no alcanzaba piso, ví debajo de agua su cuerpo, y sus pies al rededor de mi cintura para sostenerse, ya no se si pueda tener autocontrol con ese bikini.

-a la mierda el Autocontrol-

MIL VECES TÚ ©(caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora