Dicen ≥VKook≤

2

Nuevamente pelearon fuera de la escuela.

Sus hombros chocaron un par de veces, llamando la atención de los estudiantes que tenían sus miradas fijas en ellos.

Los murmullos al verlos hablar juntos los puso alerta, Taehyung miró con pena a su compañero, rogándole con la mirada que invente una excusa para no pelear.

Lamentablemente, Jungkook ignoró eso.

Caminó con Taehyung a casa, llevándolo sobre su hombro. Se había propasado con los golpes.

—Lo siento.— se disculpó una vez ya en su hogar.

Taehyung hizo oídos sordos y se recostó en el sofá. Jeon suspiró con arrepentimiento y caminó hasta el piso de arriba.

Entró al baño y abrió la canilla para que la bañera se llenara. Mientras tanto, observaba sus manos con moretones y algo de sangre.

Agachó la cabeza tratando de calmarse, odiaba golpear al mayor, odiaba ser quien le dejara esas horribles marcas en la piel.

Debían mantener esa faceta de odio frente a todos, o el padre de Taehyung los mataría cuando volviera.

—Sólo un poco más.— murmuró con cansancio.

Cerró la canilla cuando la temperatura del agua estaba bien y fue en busca del mayor.

Taehyung descansaba en la sala, los golpes le dolían, su cabeza lo estaba matando.

—Te preparé la bañera.— escuchó la voz del menor y se levantó con dolor.

Sólo un poco más.

Sólo un poco más.

Se lo repetían todo el tiempo, esa simple frase era su motor del día a día.

—¿Quieres que te ayude?— su pregunta fue ignorada por Taehyung. —¿Puedes siquiera responder, Kim?

—¡Vete a la mierda Jeon!— cerró la puerta con fuerza, creando un ruido fuerte.

El menor suspiró por enésima vez en el día y caminó directamente a su habitación.

Al tocar su colchón, sus músculos se relajaron, miró el techo con sueño. Trataba de encontrar un desenlace al terrible momento de sus vidas donde un homofóbico les arruinaba la vida.

No eran gays, lo tenía en claro, pero ese hombre insistía en que sean unos grandísimos hijos de puta, siendo violentos y peligrosos.

—Sólo un poco más.—murmuró antes de caer en brazos de Morfeo, necesitaba unas horas de paz.

Sólo un poco más.

Taehyung pensaba en eso en todo momento, soñaba con poder ser el mismo.

Ya no quería ser amenazado por su padre, quería ser libre, poder amar con libertad.

Dejó de pensar en eso cuando vió sus golpes en el espejo del baño al salir de la bañera.

Tenía sus brazos marcados por rasguños y marcas moradas. Su torso con moretones negros en sus costillas y su cuello, con las manos rojizas que Jeon dejó en su piel.

Nunca supo cómo serían esas marcas si fueran de amor. Nunca tuvo sexo, no sabía qué era hacer el amor. No sabía qué era tener marcas sólo de cariño puro.

Sustituir los rasguños por caricias, los moretones por chupones, los golpes por besos.

Quería sentirse amado.

Con dolor volvió a su cama con su pijama rosado ya puesto, el ruido del colchón lo hizo detener sus movimientos pues no quería despertar al contrario.

—Lo siento.— escuchó después de unos segundos, irritado volvió a recostarse en su cama. —De verdad, Taehyung.

—Si lo sintieras no me harías esto.

—¿Qué más quieres que haga?— escuchó cómo se sentaba en la cama.—¿Escaparnos? ¿Ir con la policía? Tu papá es sargento, es obvio que no nos creerán.

—Quiero que dejes de golpearme.— Demandó mirándole a los ojos por primera vez en mucho tiempo, mientras con dolor se sentaba en su cama.— Que seas mejor persona conmigo, que dejemos de pelear en la escuela...¿Es mucho pedir ser querido?— así como era un huracán de emociones violentas, también era alguien muy sensible. Por esa misma razón no pudo contener las lágrimas y estas, escaparon de sus ojos.

Jungkook se sentía como una mierda, no soportaba verlo llorar. Puede que no lo demostrara, pero se preocupaba por Taehyung.

—¿Y qué haremos?— preguntó arrodillándose frente a él.— ¿Quieres irte de Busan?

—Sólo quiero ir a cualquier lugar donde no esté él.

—¡Entonces vamonos!—exclamó.

—¿A dónde?—su voz hacía notar que por más que lo intentarán, sería muy difícil liberarse de ese hombre.

—A Seúl. Vámonos Taehyung. Tú no mereces pasar más por esto. — acarició su mejilla.

Taehyung quería negarse, realmente quería.

Pero tal vez el sueño, el dolor, y la sensación de cariño transmitida por el contacto de Jungkook le hizo aceptar.

Tal vez podría iniciar de nuevo.

Sólo tal vez.