Dicen ≥VKook≤

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Lo amaba, sí. Pero Taehyung sabía que nunca podrían llevar ese amor si existía el peligro.

Quería a Jungkook, quería verlo sonreír, estar con él, ser felices. Pero cuando salían, cuando Ibán a la escuela o si simplemente estaban en casa, sentía miedo, miedo de que su progenitor volviera para arruinarles la vida.

Tenía muchas inseguridades sobre todo.

Había recibido un mensaje, ni siquiera haber cambiado su teléfono celular había servido para librarse de él. Era una petición, ir a Busan.

No podía, no era tan fuerte. Sentía que si veía a ese desgraciado una vez más, rompería en llanto y tendría pánico.

Pero era necesario, según el mensaje, sabía dónde vivía, con quiénes, sabía a qué escuela asistía y en qué horarios. No podía permitirse no ir, o no sólo Jungkook, sus amigos también sufrirían.

Ese día dejó la casa, avisó que volvería y, la verdad esperaba volver. Mintió, era por el bienestar de todos. Tomó el primer bus a Busan y no miró atrás, sabía que se asustaron e iba a huir.

[...]

El viaje fue largo, se sentía cansado y angustiado.

Bajó del bus y se dirigió a ese lugar al cual nunca pensó volver. Su antigua casa.

—Al fin llegas. ¿No extrañaste a papá?— Sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando entró y oyó esa voz.

[...]

Eso era lo último que recordaba, no podía saber más. Su cabeza dolía y su cuerpo también.

Era blanco, todo. Se sentía horrible en ese lugar, esperaba no tener que volver a un hospital desde que Jungkook tuvo convulsiones por una paliza que le dieron a los dieciséis.

Jungkook, debería estar preocupado. Llevaba fuera más de un día, seguramente.

Miró a su alrededor, se sentía asfixiado. Su corazón apenas sí latía.

Miró la transfusión de sangre en sus venas, ¿Había perdido tanta sangre?

La puerta se abrió, le prestó atención. Jungkook entró por esta, con ojos llenos de lágrimas y un papel en manos. Cerró la puerta detrás suyo y se sentó en una silla al lado de la camilla.

—Kook...

—¿Cuándo ibas a decirme la verdad?

Se asustó.

—¿Qué?— su voz sonaba apagada.

—¿Cuándo ibas a decirme lo de las cartas de mi madre?— Dejó el papel sobre la camilla, a un lado de Kim.— ¿Por qué lo escondiste? ¿Nunca pensaste que yo merecía saberlo?

—...

—¡Responde! ¡Odio que te guardes las cosas! ¡Eres mi vida entera, entiende eso!— Se desahogó, para luego cubrir sus rostros con ambas manos, agachando la cabeza.— Debiste decirme que irías a Busan, no debiste ocultarlo. ¿Sabes lo preocupados que estuvimos todos? Nuestros hyungs, nuestros amigos. Todos lloramos y te buscamos, Tae.

—Lo siento...

Jungkook suspiró, volviendo a mostrar su rostro.

—Estuviste en un pozo durante cinco días. La policía dice que peleaste con tu padre y luego caíste allí. Un vecino te encontró.

—¿Y él?— sus ojos se llenaron de lágrimas al pensar que no había logrado su objetivo de ser libre.

— Murió.— Respondió, Taehyung soltó el aire de sus pulmones finalmente.— También cayó, pero del lado contrario, se rompió el cuello. Confirmaron que lo hiciste en defensa propia, así que no hay de qué preocuparse.

Taehyung limpió sus lágrimas y su nariz.

— Al fin...

—La policía le exigió al hospital que te trasladen aquí y eso hicieron. Pero...¿Por qué no me dijiste lo de mi mamá?

¿Cómo podría explicarlo? Era un niño de díez años cuando lo supo, no podía decírselo a nadie, tenía miedo. Y realmente pensaba que podía ocultarlo.

Al ver que no tendría respuesta, Jungkook continuó hablando.

—¿Somos...Somos hermanos?

Taehyung se sobresaltó. 

¿Qué tanto había leído Jungkook en esa carta?

No, eran varias cartas. Más de cinco.

Pero, ¿Dónde las encontró? ¿En el armario? Taehyung realmente creía que lo había escondido bien y que nunca tendría por qué contar eso.

—No, no lo somos.— Aclaró.— No tenemos ningún parentesco.

Jungkook se sintió aliviado.

—Pero, nuestras madres...

—Ellas se amaban.— Aclaró el de piel algo morena.— Siempre lo hicieron. Pero en esa época estaba mal.— suspiró, dolido por esa triste historia.— Mis abuelos y tus abuelos las obligaron a casarse con otras personas. Tu padre abandonó a tu madre cuando tú ibas a nacer, eso me explicó mi madre.

—¿Y tú?

— Mamá fue obligada a casarse con ese idiota. Pero cuando mamá murió, tus abuelos obligaron a mi padre y a tú madre a estar juntos, querían aparentar ser una buena familia.

Jungkook recordó a sus abuelos, deberían estar en Londres ahora, sin tener idea de todo lo que ha pasado.

—Pero.— Taehyung siguió hablando— Yo sabía que papá golpeaba a tu madre cuando tú no estabas, yo era quien veía todo y nunca me permitieron interferir.

—Pero tú conociste a mi madre a los quince.

—La conocí mucho antes, ella era buena conmigo. Siempre decía que amó a mi madre más que a nada en este mundo, hasta que llegamos tú y yo y, también nos amó a nosotros. Me obligaron a ocultarlo.

—¿Y por qué no me dijiste cuando huímos?

Lágrimas se escaparon nuevamente de los ojos del mayor.

— Tenía miedo de que me odies, yo te amo tanto. Y si lo sabías y te alejabas de mí...Yo moriría si no te tengo, Jungkook.