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Con sus manos entrelazadas y temblorosas, se besaban acompasadamente.

Tenían sus corazones a mil por segundo y sentían que podían morir allí mismo, querían demostrar el amor que sentían, ese amor que fue reprimido durante mucho tiempo.

—¿Estarás conmigo? ¿Hasta cuando se burlen de tí por eso?.

Su voz era bajita, como siempre, pero esta vez tenía un toque de anhelo e ilusión combinados.

—Siempre. No me importa lo que digan, me importas tú, Tae.

Se sentía avergonzado y nervioso, sus mejillas eran sostenidas por las fuertes manos del menor y solamente podía mirar hacia abajo.

—¿Por qué te gusto? ¿Qué tengo de especial?

No quería ser negativo, pero realmente no tenía idea de qué tenía para que Jeon lo besara y dijera todas esas cosas hermosas, siendo él, un chico frío.

— Bueno, todo.

—¿Todo?

— Todo, desde tus cabellos hasta tus talones, me gusta todo. Tu forma de vestir, tu timidez, tu ternura, tu fuerza. Eres simplemente tú y eso me encanta.

Quisiera poder devolver todas esas palabras hermosas, pero sabía bien que no podía. Sentía miedo y felicidad. Felicidad por ser correspondido de forma tan sincera y miedo, porque la gente era cruel con las personas que no tenían miedo a amar.

Las palabras simplemente no salían, no era capaz, sentía que lloraría si abría la boca. Aún así, lo intentó. Y sí, se quebró. Pero estaba bien, era necesario. Llevaba tanto tiempo aguantando las lágrimas y era momento de dejar salir todo aquello.

—¿Quieres sentarte?— Preguntó el menor con una voz dulce, creía saber la respuesta de sus lágrimas. Taehyung había sido brutalmente golpeado e insultado toda su vida, y una muestra de amor repentina era algo nuevo. Y sí, esa también era una razón de sus lágrimas.

Asintiendo, Kim fué llevado a la cama, se sentó en el borde mientras por primera vez, sus lágrimas eran limpiadas con tanta delicadeza.

—Te quiero.— Logró expresar entre sollozos.

Jungkook lo rodeó con sus brazos y lo acogió en su pecho, se maldecía por amarlo tanto. —Yo más, cariño. No te imaginas cuánto.

»Cariño« esa palabra sonaba perfecta siendo dirigida a él de parte de Jungkook, nunca imaginó que las palabras más simples podían hacer sentir cosas hermosas.

Recordaba incluso sus acciones, pequeños abrazos por los hombros, caricias en el cabello, sujetar su cintura, todas pequeñas pero significativas muestras de amor que le fascinaban*

—Eres increíble, lo sabes ¿No?— el mayor asintió a las palabras, sin separarse de él y sin dejar de llorar. —Te cuidaré, lo prometí ¿Recuerdas?. Tenías dieciséis, era tu cumpleaños,  lloraste cuando te dí el pastel y pediste tu deseo. Dime, ¿Se ha cumplido?

—Totalmente. Mi deseo era este.— Con sus manos, rodeó su cintura.

—¿Quieres dormir?

Sin siquiera responder, se separó del abrazo y gateó hasta el centro de la cama.—Ven, por favor.

Le encantaba el tono de voz con el que había pronunciado esas palabras, tan inocente y puro que en su interior no pudo evitar imaginar otro contexto de la situación.

Aún así, se acercó y terminó a su lado, Taehyung se subió encima y cuando el menor estuvo cómodamente acostado, se situó en su pecho, escuchando sus latidos.

Fue abrazado por la cintura, e inevitablemente suspiró sonoramente.

—¿Mañana, prometes despertarme con un beso, Kook?

—Por supuesto, descansa. Buenas noches, hyung.

—Buenas noches.

Dicen  ≥VKook≤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora