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Mordía nerviosamente su labio inferior.

Sus manos sudorosas se aferraban a las correas de su mochila y le seguía el paso por detrás al menor.

Jungkook caminaba tranquilo, como el mismo Bad Boy de siempre, con la diferencia de que nada podía molestarle en ese momento. Claro, excepto el nerviosismo de Taehyung.

—¿Qué tienes?— se detuvo en seco y accidentalmente el mayor chocó contra su espalda.— Y deja de morderte el labio, ya te lo rompiste.

—Lo siento.— a veces odiaba que la voz de Taehyung sea muy baja.

—¿Qué tienes?

Kim no se atrevía a mirarlo a los ojos mientras jugaba con el elástico de su suéter rosa pastel.

—Sé que dije que quería venir. Pero ahora me arrepiento.

Jeon lo observó vários minutos, tratando de comprenderlo.

—¿Tienes miedo de que se burlen de tí, verdad?

Sólo recibió un asentimiento.

—Estarás bien, vamos al mismo salón después de todo, y... Siendo sincero, nadie te podrá hacer daño, tú sí que sabes golpear fuerte. Yo mismo lo sé.

Siguió caminando, sabiendo que con sus palabras, el mayor lo seguiría.

Aún así, era consciente de que su compañero - puesto que no sabe si llamarlo amigo - no quería volver a usar los puños, tenía un mal recuerdo de eso. Por lo tanto ahora debía ser él quien lo proteja en todo momento.

En menos de cinco minutos llegaron a la escuela, Namjoon debía ir más temprano para arreglar sus papeles de transferencia y por lo tanto, los esperaba allí.

Al llegar, en la entrada principal varios alumnos los veían con curiosidad, terror - causado por Jeon -, ternura y burla - causada por Taehyung -

Inclusive en la distancia entre ellos que conservaban debido a la costumbre en su otra escuela, era difícil creer que iban juntos, y ese era un problema.

—Oye, maricón.

Taehyung suspiró con pesadez, raramente Jungkook que iba cinco metros delante de él, también suspiró y se volteó para verlo ser rodeado por tres chicos que fácilmente se distinguían como los malos.

—¿Qué? — Taehyung tenía miedo, aún así, sabía que si Jeon estaba dispuesto a ayudarlo - y realmente rogaba por ello - no debería pelear.

—Oh, aceptas que eres maricón. Bien, al menos tú sí lo sabes. — El idiota rubio se atrevió a poner una mano en su hombro bajo la atenta mirada de los estudiantes. —Dime, perra, ¿Acaso tienes cinco? Eres un enano.

—Sí, Tiene cinco dígitos adentro de tu mamá, idiota.— el brazo fuerte de Jungkook se metió entre el rubio y Kim, llevándose a este último del brazo sin aplicar fuerza.

—Ah vaya. ¡El maricón tiene un chupa pollas que lo defienda!— hablo fuerte y claro.— ¡Que raro que tú andes todo dark y tu noviecito vista como una zorra rosada!

Jungkook de verdad quería ir a golpearlo, gritarle en la cara que Taehyung no era ningún maricón y dejarles bien en claro que nadie tenía derecho alguno de hablarle así.

Poco le importaba lo que dijeron de él mismo, sólo quiso hacerlo por Taehyung, pero el mayor lo detuvo tomándolo del brazo y llevándose lo de allí.

Cuando dejaron de sentirse observados, finalmente habló.

—Debiste dejarme golpearlo.

—Lo sé.

—¿Y por qué me detuviste?

—Eran tres, obviamente te iban a dar mínimo un golpe.

—Tú me diste varios, ¿Qué importa?

—A mí me importa, sólo alejemos los problemas.

Taehyung estaba serio, se notaba herido, pues sólo ambos sabían que a Taehyung le dolían más las palabras que las palizas.

...

Estando ya en el salón de química, Taehyung se dejó caer en el escritorio, mientras Jeon lo observaba a su lado. Era la primera vez que se sentaban juntos.

—¿Estás bien? — era obvio que no. —Sabes que no debes hacer caso a sus palabras.

—Hablemos de esto en casa. —Pidió.

—Bien.

Sus conversaciones eran raras, no tenían mucho que decirse. El silencio era fuerte pero no incómodo, y cuando eran discusiones serias, Taehyung rompía en llanto y Jungkook no sabía qué hacer.

No sabía cómo tratar con las personas delicadas como Taehyung, porque siendo honestos. Taehyung podía dar unos golpes bastante dolorosos pero no podía ver una película de terror o lloraba.

Aún recuerda cuando a los 16, vieron una película de terror juntos, esa noche luego se había ido la luz. Y Jungkook tuvo que dejarlo dormir con él porque sabía que Taehyung no pegaría un ojo en toda la noche del miedo.

Sonrió ante el recuerdo, pero luego recordó que una mueca rara no podía considerarse una sonrisa entonces volvió a su expresión natural, viendo como Namjoon iba por el pasillo hacia el salón de los de último año.

Dicen  ≥VKook≤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora