3

6.2K 711 95
                                    

—Despierta. —Pidió moviendo levemente su brazo.

Taehyung se removió en su cama, no quería abrir los ojos, esa noche su padre había vuelto a casa, por lo que solamente se encerró en su habitación con Jungkook y durmieron temprano.

—Taehyung vamos, arriba.- murmuró un poco más alto, esta vez, Taehyung obedeció y abrió los ojos.— Vístete, rápido.

—¿Qué hora es?— estaba desorientado— ¿Por qué murmurar?

—Debemos irnos.— se puso de pie, colocándose su abrigo negro, pues el frío era insoportable afuera.

—¿Se fué?—se levantó de su cama y se colocó el calzado.

—No, está durmiendo abajo. Guardé lo que necesitamos, vámonos.

Taehyung estaba confundido, ¿No pensaban irse la próxima semana?

—¿Por qué lo adelantaste?— a pesar de sus dudas, se abrigaba lo suficiente y guardaba en las maletas una que otra cosa extra.— Se supone que nos iríamos después.

—Él no va a esperar a que nos vayamos para matarnos. —Su mirada endureció aún más.— Tiene un arma escondida, Taehyung. Lo sé y él quiere que tú seas el primero.

El mayor tragó saliva con dificultad, ¿Por qué él sería el primero? ¿Acaso era tan obvio?

—Sólo vámonos lo más rápido posible, las maletas están listas.

—¿Y a dónde iremos? No tenemos dinero.

—Tengo un amigo en Seúl y tomaremos el autobús, tengo algo ahorrado.— respondió, colocándole la bufanda favorita a su mayor.— Empezaremos de nuevo.

—¿Y si nos encuentra?— su voz temblaba.

—No lo hará. Bajemos las maletas en silencio.

Taehyung no podía dormir.

Eran las cinco de la mañana cuando ya se encontraban en el autobús camino a Seúl.

Se sentía emocionado, no sería maltratado ni mucho menos lastimado, podría empezar de nuevo, podría ser él.

—¿En la nueva escuela volveremos a pelear?

Jungkook abrió los ojos ante las palabras del contrario y lo observó.—No. Al menos no entre nosotros.

—Ya no quiero pelear con nadie.—murmuró mientras formaba un corazón con su dedo índice en el vidrio empañado.

El menor no dijo nada, sólo volvió a cerrar los ojos después de unos segundos, se sentía cansado y no había dormido en toda la noche. No estaba tranquilo sabiendo que ese tipo tenía un arma, y mucho menos sabiendo que quería desaparecer a Taehyung.

Conocía a Taehyung desde los 15 años, no eran amigos ni mucho menos familia, pero sentía la necesidad de protegerlo, Taehyung poseía una actitud serena, incluso algunas veces miedosa. Odiaba verlo llorar en las noches luego de ser agredido físicamente por su padre. Odiaba tener que golpearlo frente a todos, o causarle moretones notorios. Odiaba cada cosa que le hacía mal a Taehyung.

Se odiaba.

Odiaba sus manos, que golpeaban el dulce rostro del mayor, odiaba sus pies que lo pateaban cruelmente, odiaba sus ojos que lo miraban y sólo causaban terror en él. Quería recompensar todo, cada golpe, cada insulto, cada lágrima, todo.

No tenía nada para darle, pero podría darle un poco de seguridad, no podía ser cariñoso, se negaba a serlo. Sentía que si volvía a sonreírle dulcemente a alguien todo se desmoronaría.

Despertó por la voz gruesa de Taehyung, este le indicó que ya habían llegado a su destino.

Se paró junto a sus maletas, bajaron del autobús y caminaron varías cuadras en silencio. No era común intercambiar palabras tan seguido.

—¿Está cerca?

—Ya casi.— Respondió mirando las direcciones de las casas a su alrededor, mientras en su hombro derecho llevaba su gran maleta.

A pesar de no haber caminado mucho, a Taehyung le dolían los pies, no quería quejarse, Jungkook tenía muchos problemas buscando esa casa.

Suspiró silenciosamente mientras con su mano derecha llevaba su maleta con ruedas.

—Es aquí.— Despertó de su trance cuando escuchó la voz de Jungkook.

—Oh...

La casa era grande, con dos pisos, un patio cuidado con lindas flores, estaba pintada de un color blanco y negro y tenía unas pequeñas escaleras de madera que llevaban a la puerta de entrada. Ese sí era un hogar, no como su casa anterior.

—¿Estás seguro?—ignoró la pregunta de Taehyung y subió los escalones para luego tocar el timbre.—Repito, ¿Estás seguro?

—Sí, Taehyung.— Miró a su acompañante con seriedad, pero se arrepintió al ver su mirada de miedo.

En ese instante, la puerta fue abierta, dejando ver a un hombre alto, de piel algo morena y una sonrisa con hoyuelos.

—Jungkook.

—Namjoon.

Dicen  ≥VKook≤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora