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—¿Quieres volver?

—Ya perdimos la primer clase.— La voz de Taehyung era baja, suave y adormecedora. Estaban en la sombra de la terraza, uno junto al otro, viendo el tiempo pasar y sintiendo la brisa del aire contra sus rostros.

—¿Quieres que cambie algo?— se animó a preguntar.

—¿De qué hablas?— ambos cruzaron miradas, totalmente concentrados en el otro.

—¿Quieres que cambie algo de mí?

—Me gusta todo de tí. Tus ojos, tu voz, tu actitud, tu estilo, tus intereses. No necesito que cambies nada.— una pequeña sonrisa se formó en sus labios, y Jeon estuvo concentrado en eso. Era de esas pocas veces en las que miraba detenidamente su rostro, era llamativo, irreal, hermoso.

Tenía la ligera sensación de que Taehyung no era de este mundo. Era más perfectamente imperfecto que un humano, porque tenía cierta locura, y a la vez cierta paz que inundaban completamente el ser de Jeon.

Eso era lo que sentía cuando estaba con él. Hermosas mariposas deborandose unas a otras dentro de su cuerpo, estar en un columpio y cada vez que bajaba, el agua lo ahogaba completamente, pero al final siempre volvía arriba y abajo, de atrás y adelante. Eran sensaciones horriblemente hermosas, desgarradoramente agradables.

Tenía la sensación de que si Kim Taehyung no estuviera a su lado, su mundo se acabaría, no se imagina qué haría sin él. Era algo que no comprendía, y la verdad, nunca antes se había puesto a pensar en eso.

Y ahora, con esas palabras, estaba casi en paz.

—Creo que deberíamos volver.

...

—Sólo te pediré una cosa.— El camino por la escuela era raro, todos estaban fuera de sus salones, y el ser observados, literalmente por todos y cada uno, era incómodo.

Aún así, se estaban acostumbrando cada vez más a aquello.

—Una hora están casi matandose, y a la otra están como si nada hubiera pasado.— Yoongi venía acompañado de Namjoon y Hoseok, ambos sin entender que pasaba. — Los rumores son más rápidos que Sun Hee.

—¡Oye!— la voluptuosa joven, que estaba cerca de allí, se quejó, pero Yoongi no le dió importancia.

—Tiene razón, Sun Hee. — Park Jimin, el apuesto e intelectual joven, viejo amigo de Hoseok, se encontraba allí también. — Hola.

—¿Qué hacen todos aquí?

—es la escuela, Kook, los rumores y chismes son rápidos, por eso venimos a ver que no se maten. — Namjoon finalizó con una sonrisa.

—Y esa chica que siempre está con Kim está observando desde allá. — Discretamente, Jimin señaló una columna, donde detrás de ella, estaba la joven, observando y oyendo todo.

—¡Tú no has visto nada!— exclamó la joven.

—Dejando esa cosa rara de lado...—Jeon prosiguió. —¿Qué querías pedirme?

Su vista volvió al mayor, quien luego de armarse de valor, tomó a Jungkook por el cuello de su camisa y lo atrajo hacia abajo, mientras se paraba de puntitas y susurraba algo en su oído. Llamaron más la atención, si eso era posible.

—¿De verdad quieres eso?— al separarse, Jeon tenía una mirada confusa.

—Sé que no es tu estilo...Pero, sí.

Agh, era tan tímido y adorable. Incluso tenía ganas de apretar sus mejillas.

Sin previo aviso, y dudandolo un poco, acercó su brazo hasta rodear sus hombros.

Incluso, no se conformó con eso. Él quería más, y se dió cuenta cuando era tarde. Se atrevió a mover al mayor hasta el punto donde se unieron en un cálido abrazo, uno donde Kim escondía su rostro en el pecho de Jeon, y estaban en silencio, tranquilos, no era necesario decir nada.

No era su manera el demostrar afecto, pero Taehyung lo quería. Y Jungkook estaba dispuesto a darle todo lo que pida, incluso el mundo entero.

Dicen  ≥VKook≤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora