- Capitulo Veintiséis - Parte Cuatro

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Miro sus manos. Suaves y de largos dedos. Esas manos con las que había tomado la mano de su hermano cuando era pequeña.

Quizás esto sea un sueño.

Pensó la muchacha. Precediendo a pellizcarse la mejilla varias veces, pero no funcionada, no despertaba de ningún sueño.

Se levantó de la cama del muchacho aun anonadada y volvió a pasar a su habitación. Miro todo el cuarto, y fijo su vista en una muñeca de coletas. Era muy linda. La tomo en manos.

De solo recordar el momento en el que le fue obsequiada aquella hermosa muñeca, le daba asco y miedo. Robert, con su mirada llena de inocencia cuando eran más pequeños, se la había regalado.

La tiro contra la pared. Se recostó contra la puerta de la habitación agarrando su cabeza con ambas manos. Un pequeño sollozo logro oírse entre las cuatro paredes del lugar.

Toc toc.

-¿_____ estás ahí?- se escuchó del otro lado de la puerta. _____ arrugo su nariz al saber de quién era la voz. -¿Estas llorando pequeña? Déjame entrar...- esta entrecerró los ojos con furia aun goteando lágrimas.

-Déjame en paz Robert. Vete de aquí.- hablo fríamente la muchacha.

-¿Qué te dije de llamarme así? Soy tu hermano.-

-Quizás lo eres, pero de sangre nunca lo serás. Aléjate de mí.-

-¿Me desprecias por no ser de tu verdadera familia? ¿Cómo la mía me desprecio cuando me abandono?-

-¡conmigo no funcionan esos juegos! ¡Maldito infeliz! ¡Lárgate, déjame en paz!-

Todo quedo en silencio unos segundos, hasta que Robert golpeo la puerta con fuerza. Para luego oírse los pasos del mismo alejándose de allí.

-¿Qué debería hacer? ¿Qué mierda tengo que hacer?- se llevó las manos a la cara de mala gana. –Piensa, _____. Quizás es una confusión, quizás solo tiene un fetiche pero realmente no estoy incluida. Quizás solo tiene problemas mentales, o sea, una enfermedad. Quizás el solo quiere molestarme. Quizás... ¿a quién quiero engañar?- suspiro frustrada. Se apoyó en la ventana esperando señales del chico de lentes. Pero el muchacho nunca llego. ¿Dónde estará Rich?

Al otro día, _____ más animada se levantó y bajo rápidamente las escaleras. Un día más de escuela, evitaría a su hermano y podría ver a sus amigos. Desayuno como pocas veces y salió de su casa.

-¿vas a alguna parte?- hablo Robert apoyado contra la pared, fuera de la casa. Tenía un cigarro en la boca.

-¿No eres muy joven para fumar?- siguió caminando colocándose su bolso al costado de sus caderas.

-Eso no te importa.- el joven tiro su cigarrillo hacia un costado y la siguió.

-Pues tampoco te importa donde voy.-

-Vas a la escuela, a mí no me engañas hermanita.- _____ freno en seco y volteo a mirarlo de mala gana.

-¿Entonces para qué demonios preguntas? Déjame, o llegare tarde.-

-Te llevare.- saco las llaves del auto y se las enseño esbozando una sonrisa inocente.

-No gracias, voy a esperar a mi amigo Richie e iré con el.-

-Vamos, déjame llevarte. Solo por esta vez.- suplico en modo de broma.

-No, esperare a Richard. No me molestes.-

-Vaya. Mi pequeña hermana ha crecido. Ya mira muchachos, hasta los espera.- sonrió de lado, _____ al verlo sintió un escalofrió. -¿Sabes que niño afortunado es? Eres una niña muy bonita. Aunque, ¿sabes en lo que piensan los muchachos, verdad _____?- se acercó a ella lentamente. -¿Sabes que quizás solo quiere usarte verdad? ¿Tanto te gusta ese niño? Porque si te hace daño, me encargare de darle una lección. Que nunca olvidara.- volvió a sonreír, cosa que estremeció a la muchacha.

-Ok. Ok. Dejare que me lleves hoy, y no, Richie no me gusta, es solo mi amigo.- el chico conforme con su respuesta, rio levemente y camino hacia su auto subiendo. _____ lo siguió por la puerta contraria. Antes de subir y sentarse en el asiento miro la casa de Richie. Nada. Parecía abandonada. Bajo la cabeza con tristeza y subió. Seguro él ya se fue. O volvió a quedarse dormido.

-tengo que disculparme por ayer. Estaba de mal humor, lo lamento pequeña.- le acaricio la cabeza a la muchacha y se dispuso a arrancar el auto el cual rápidamente comenzó a moverse.

_____ por el retrovisor miraba la casa de Richie, pero él seguía sin salir. Robert miro con atención a su hermana, dirigió la mirada a donde ella veía.

-Sí, está bien.- contesto fríamente.

-¿Por qué tan seca?-

-me levante de malas.-

-¿Estas bien?-

-Si- hablo recordando el título del video en su computador. Maldito enfermo.

-_____, sabes que si algo pasa puedes confiar en mi.- el oven apoyo su mano, en la de la muchacha. Que al sentirlo, se llenó de miedo.

-Sí. ¿Podrías ir más rápido? Llegare un poco tarde.- hablo con cierto nerviosismo.

-Ah, sí. Discúlpame.- saco su mano y acelero un poco. Al ver el gran instituto volvió a bajar la velocidad. -¿Es aquí?-

-Sí, adiós.- al momento que el muchacho estaciono el auto, ____ abrió rápidamente la puerta y bajo.

-¿te vas sin saludarme?-

-Te he dicho adiós.-

-¿Un abrazo?-

-...- ____ se acercó con miedo. El muchacho hiso lo mismo solo que, parecía emocionado. Se dieron un pequeño abrazo del cual _____ se zafo rápidamente. –Adiós Robert.- salió y cerró la puerta del auto comenzando a caminar lo más lejos posible del carro.

Ya lejos de la vista de su "hermano" se miró a sí misma. Recordando el abrazo. Tenía miedo. Podía hacerse la fuerte y todo lo demás. Pero la realidad existe y ella la conocía. Sabía que si en realidad el tenia sentimientos por ella, o lo que sea, la podría manejar. Después de todo, él era más grande, más fuerte, más temible.

Se sentó en el suelo del patio contra una pared, casi agachada. Si era verdad. Ella siempre corrió peligro a su lado.

Miro el cielo deprimida, a punto de lagrimear.

-¿_____?- hablo una voz familiar. _____ Al verla sonrió de alegría.

¡Otra perdedora!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora