- Capitulo Treinta Y Dos - Parte Dos

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Sin las respuestas necesarias, la muchacha siguió al grupo de amigos preocupada en gran escala por lo que estaba pasando. ¿Realmente era invisible? Si así era, ¿Por cuánto lo seria? Quizás en otro momento le hubiese gustado serlo, pero no el día de su cumpleaños.

No podía terminar de entender que era lo que pasaba y sin querer aceptar que no la veían siguió llamando a sus amigos, pero ninguno volteaba a mirarla, ni siquiera de reojo. _____ conteniendo sus ganas de llorar, simplemente procedió a seguirlos hasta, hasta quien sabe cuándo estaría ella así. Suspiro tristemente y se abrazó ella misma, observando a Richie caminar. ¿Y si nunca me vuelven a ver? ¿Y si me morí y no me di cuenta? ¿Y si el jamás me vuelve a ver? Las preguntas atormentaban su cabeza con el pasar de los minutos y su preocupación aumentaba cada vez más. Pero dejo de pensar en esto al ver a sus amigos, adentrarse en un campo de largo césped y altas flores, cambiando la preocupación por curiosidad. Jamás hemos venido aquí antes. Intento seguirlos sin perderlos de vista, pero en un momento todos comenzaron a correr dejándola atrás, sola.

-¡oh mierda!- exclamo asustada y comenzó a correr, pero no logro seguir el paso de los demás, quedándose atrás y perdiéndose sola en aquel semejante pastizal. Miro para todos lados tratando de ver a alguno de sus amigos, pero no alcanzo a ver a nadie, así que con valentía siguió caminando aunque tuviera miedo de perderse más aún.

Y en el momento que llego a hacer diez pasos, alguien la tomo del brazo y la tiro contra su pecho abrazándola. La muchacha a los segundos reconoció aquella camisa color crema llena de palmeras de tonos azules oscuros.

-¡Feliz cumpleaños perdedora!- Richie la abrazo con todas sus fuerzas y luego la alejo unos centímetros para mirar su rostro queriendo encontrar muecas de sorpresa en ella.

-R-Richie... ¿Me puedes ver?- al terminar de decir estas palabras, Richie sonrió y salió corriendo dejándola nuevamente allí. -¡Richie!- y al terminar de gritar su nombre, a lo lejos comenzaron a oírse gritos, gritos de sus amigos, pero no eran de susto o pidiendo ayuda...

-Soy Beverly Marsh- paso corriendo por al lado la pelirroja.

-Mi nombre es Ben Hanscom- paso algo más lejos que Bev.

-¡Puedes llamarme Mike!- grito el muchacho desde algún lugar.

-Yo s-soy Bill D-Denbrought- paso por el lado contrario susurrando pero al punto que la muchacha escuchara.

-¡Soy Eddie Kaspbrak!- paso por el otro lado el chico de baja estatura haciendo que _____ voltee.

-Mi nombre es Stanley Uris- paso rápidamente luego de Eddie el muchacho de rizos.

-¡Richard Tozier! ¡Pero llámame Richie nena!- Se frenó frente a ella y le guiño un ojo para luego volver a correr, saliendo de la vista de la muchacha.

-¿eres nueva en la ciudad?- se oyó la voz de Bev gritar.

-¡el grupo se volverá marica con tantas niñas!- esta vez fue Richie.

-¡B-Bienvenida al c-club!- tartamudeo Bill levantando la voz.

-¿Quieres que te lleve ____?- se escuchó a lo lejos decir a Stanley.

-Tu madre tiene celos- volvió a gritar Rich.

-¿Tu eres una mujer no?- grito ben.

-¡Vine a hablarte sobre Stan, él es gay, muy gay!- las voces de todos se oían cerca y a veces lejos, como si estuvieran corriendo en un círculo ovalado alrededor de ella. -¡si me enfermo me iras a cuidar tú!-

-¡Te traje libros para que leas!- paso ben cerca de ella.

-¡que gane el mejor!- gritaron juntos Stan y Richie.

-¡Se supone que ella es la chica que te importa y debes pelear por ella!-

-¡Cállate! ¡No puedo hacer nada si le gustas tú ricitos de oro!- fingieron una discusión ambos.

-¿me dijiste "cariño" acaso?- hablo Richie más cerca de ella que los demás.

Al mirar hacia todos lados, pudo observar a Mike que era el único que no había dicho nada hasta el momento, solo había dicho su nombre. Se acercó a ella con un bidón de gasolina que se lo entrego en las manos a _____. -¿tus padres tienen el sueño pesado?- dijo y se fue corriendo hacia un costado perdiéndose en el alto césped nuevamente.

Al oír todas aquellas palabras, la muchacha comenzó a recordar cada una de las situaciones que paso con ellos, sonriendo emotiva al escuchar cada uno de aquellos recuerdos que todos juntos habían hecho. Recuerdos que jamás olvidaría.

En un momento todo quedo callado, y solo podía escucharse el soplar del viento moviendo aquellos yuyos. _____ se dispuso a caminar para encontrarlos, pero al instante en el que levanto un pie, todos aparecieron rodeándola en un pequeño círculo sonriéndole de diversas formas.

-¡Es un gusto conocerlos!- exclamo _____ llevándose ambas manos al rostro emocionada y metiéndose en su pequeño juego. Al oírla, todos se abrazaron entre si riendo.

-¡Feliz cumpleaños!- gritaron todos al unísono excepto _____ que al oírlos se separó mirando a todos.

-¿Entonces si me veían?- pregunto algo intrigada y con cierta molestia de haberla preocupado.

-Sí, lo sentimos, era parte del plan.- contesto Mike rascando su nuca.

-¿Por qué asustarme así? Me hubiesen traído aquí y ya. ¿No?-

-Era una sorpresa- agrego Stan.

-¿y que iban a hacer si no los seguía?- pregunto y todos se miraron entre sí para luego encogerse de hombros. –se olvidaron del plan b, chicos bobos- cambio su expresión a una divertida y llena de energía. -¡gracias chicos! Fue un detalle muy lindo de parte de ustedes, hacerme recordar algunas cosas que vivimos desde que llegue.-

-T-Tu llegada fue un gran g-giro documental p-para la vida de t-todos, o al menos p-para la vida de cada uno de n-nosotros.- comento Bill alegremente.

-¿saben que los amo verdad?- interrogo riendo leve mientras enfocaba de a poco su vista en el hermoso cielo celeste que había sobre ellos.

-Solo debes amarme a mí- se auto señalo Richie y caminando hacia ella, tomándola de la cintura. –Felicidades, tu regalo de cumpleaños soy yo, el ser más perfecto sobre la faz de la tierra.-

-ni que lo digas- rio y lo abrazo dulcemente. –Los invito a todos a comer pastel a mi casa-

-genial, ¿lo hiciste tú?- hablo ben entusiasmado.

-No, lo haremos entre todos- hablo _____ mientras todos comenzaban a caminar y ella seguía recordando aquellos momentos que ella hiso con todos ellos, con sus grandes amigos.

¡Otra perdedora!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora