Capítulo 12

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Dos días, solo faltan dos días para que me entreguen mi cacharro y pueda partir a la casa de mi amiga. Estoy a 48 horas de comenzar realmente a soñar mi sueño. Solo faltan 5.760 minutos para que me aleje de la hermosa ciudad de Raleigh, de Anne y su esposo. Estoy a un suspiro de alejarme de Alex, el hombre que desde hace unos días ocupa mis pensamientos...
Nunca creí que se me haría tan difícil, pero desde que hoy a la mañana apareció Ciro con la noticia de que mi auto pronto estará listo, no dejo de sentirme un tanto extraña. No sé...pero me siento rara.
Por un lado no puedo más de la emoción de saber que al fin lograré llegar a la clínica de fertilidad para comenzar mi sueño de ser madre, que veré a Kim mi amiga de toda la vida y que por si fuera poco, al fin podré conocer la nieve en vivo y en directo.
Pero por otra parte, siento que mi corazón se partirá a la mitad, que aunque parezca una locura, una parte de mi quedará en Raleigh, con esta familia tan agradable que me albergó y ayudó cuando menos lo pensé.

La vibración del teléfono en mi mano hace que salga de la burbuja en la que estaba inmersa. Es un mensaje de Kim. Desde que se dio cuenta que Alex me interesa, no para de atormentarme preguntándome sobre él. Por supuesto que le niego todo, pero la muy taimada no se convence, me conoce más de lo que me gustaría en este momento.

-¿Ya lo has besado? Espero que sí, porque no te queda mucho tiempo que digamos amiga.

- KIM! BASTA YA! -

-Solo es para recordártelo Sab. Ojalá lo beses así me cuentas después que tal lo hace.-

-TE ODIO.

-Me amas y lo sabes y yo también te amo. A la noche te llamo. Besos.

Una sonrisa amenaza partirme la cara. Esta mujercita está más loca de lo que yo pensaba, pero la verdad que es mi única amiga. Nos conocimos en la escuela primaria y desde ese momento nos hicimos inseparables.

Ella era muy delgada, flaquísima, llena de pecas y una larga cabellera roja que llamaba demasiado la atención. Por su aspecto desgarbado era víctima de burlas por parte de nuestros compañeros de curso, pero ahí estaba yo para defenderla.

Más tarde, la cosa cambió y fué ella la que me aconsejaba y defendía de los que querían lastimarme, me mantuvo en pie cuando ocurrió el accidente y la muerte de mis hermanos y después con la separación de mis padres se convirtió en mi tabla de salvación. Kim y su familia me adoptaron sin condiciones, me cuidaron y contuvieron siempre.

Amo a mi amiga, aunque a veces no me gusta que sepa tanto de mí, me hace sentir una chiquilla.

Cuando le conté sobre mi decisión de ser madre soltera, fue la única que no opuso resistencia. Aceptó mi decisión sin juzgarme ni tildarme de loca por querer tener un hijo sin padre.

En cambio, con mi madre fue todo muy diferente. Puso el grito en el cielo, lloró desconsolada y al final admitió que le daba vergüenza lo que la gente podría opinar de mí por decidir ser madre de un niño sin padre visible.

Jamás congenié demasiado con mi madre y después de esto nuestra relación se tornó más insostenible que nunca, creo que una de las razones de decidir hacer el tratamiento tan lejos de La Florida, es la relación que tengo con ella.

-Hazlo una vez más- la voz grave de Alex hace que pegue un salto y expulse de una vez todo el aire que había en mis pulmones.

-¡Alex, Casi me matas del susto!- digo tratando de recuperarme.

Una sonrisa se dibuja en sus labios, pero no llega a sus ojos, que brillan con tonos profundos de tormenta marina.

-Hazlo una vez más Sabrina- repite mientras se acerca al lugar donde me encuentro.

-¿Qué es lo que quieres que haga? - Pregunto extrañada.

- Ríe otra vez...así como recién. Con esa sonrisa tan tuya que hace que tus ojos brillen de manera especial. Me gusta cuando lo haces, te iluminas cuando ríes. -

Alex esta tan cerca que hasta puedo sentir su perfume tan masculino a jabón y crema de afeitar.

De repente siento como que miles de raíces comienzan a salir de mis pies y me fijan en el lugar en que me encuentro. Me toman tan de sorpresa sus palabras que no tengo claro que hacer.

-¿Me estuviste espiando?- pregunto con voz trémula.

No contesta, sólo estira su mano y con el dorso de la misma marca el contorno de mi rostro. Despacio, lento, muy suave. Todo mi cuerpo reacciona a su tacto.

Cuando logro despejar un poco la nube que me envuelve, me encuentro tan cerca de él que creo poder respirar su propio aire.

-Venía a buscarte para que bajes a almorzar y te vi tan absorta y entretenida con el teléfono que no quise molestarte- dice con la voz más ronca y profunda que nunca.-

-Te ves hermosa cuando ríes- dice pegando su frente a la mía.

No puedo pensar con claridad... y tampoco sé si quiero hacerlo.

Cierro mis ojos porque no quiero que sepa lo que provoca en mí.

Me asusta mucho lo que siento cuando está cerca.

No quiero moverme de donde estoy, me gusta su aroma, su cercanía, la sensación que deja el dorso de su mano en mi piel... y cuando menos lo espero, me siento rodeada por dos fuertes brazos y mi cara apoyada en su pecho, absorbiendo de lleno su aroma varonil, escuchando los latidos erráticos de su corazón.

Alex apoya su barbilla en mi cabeza e inspira profundamente al tiempo que hace más fuerte su agarre.

Sin siquiera pensar en evitarlo mis brazos rodean su cintura en un abrazo tan íntimo como sobrecogedor.

Me quedaría mil años así...absorbiendo todo de él.

-No quiero que te vayas Sabrina- alcanzo a escuchar entre susurros.

Y esa confesión abre un hueco en mi corazón.

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Bueno, bueno, bueno...

¿Qué les pareció este cap.?

¿Un poco largo verdad?

Es necesitaba explicar un poco de la vida de Sabrina y me salió así.

Ojalá no se hayan aburrido demasiado.

Gracias a todos lo que se toman el trabajo de leer y comentar. ¡Me ponen feliz!

Buen fin de semana

¿Qué opinan de una maratón de capítulos?

Los quiere

Vero.

Mi deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora