Mi deseo.

Capítulo 29

No- lo- puedo- creer.

Miro otra vez al doctor Benson a los ojos y observo como una pequeña sonrisa se forma en la comisura de sus labios. Busco en su lenguaje corporal algún indicio de que me está jugando una broma. Pero no se mueve. Solo me mira detrás de sus anteojos de marcos dorados con tranquilidad y esa sonrisa que quisiera borrársela de un golpe.

-No puede ser posible-susurro

-Pero lo es señorita Sanders, lo es.

-¿Pero cómo?...-

-¿Necesita que se lo explique con detalles?- dice mientras su mirada se torna un tanto divertida.

-No, no, es solo que no me esperaba de ninguna manera este resultado -digo tragando duro.

-Generalmente las mujeres quedan embarazadas después de tener relaciones sexuales sin protección.- dice mientras anota algo en su laptop. –Según lo que dicen sus estudios usted está de aproximadamente 5 semanas. Creo que aquí ya no la vamos a poder ayudar, de todas maneras le dejare el número de un profesional que podrá llevar su embarazo de manera adecuada.- agrega mientras me da la una pequeña tarjeta en donde se lee en letras grades la palabra Obstetra.

Salgo de la consulta del doctor Benson como en una nube, no sé en qué momento llegué a mi cacharro, no me acuerdo como hice para llegar a mi casa…las imágenes pasan por mi cabeza como en un sueño. Los besos…, sus manos…. la casona en Raleigh…Alex…
Hace una semana comencé a asistir a la consulta del Doctor Benson, luego de la primera entrevista, el doctor me ordeno una batería de estudios y análisis para controlar mi estado físico en general y así poder comenzar con el tratamiento.

Últimamente me sentía cansada, con sueño y bastante desganada, sin contar el pequeño desmayo que tuve en el bar, pero ingenuamente atribuía todo al stress de la mudanza, el trabajo nuevo y sobre todo a que extraño a Alex de mil maneras distintas.
Alex… anoche mismo le mande un mensaje y aunque me duela reconocerlo, me lo contesto de manera escueta. Supongo que se debe estar cansando de mi… de mi indecisión, de mi renuencia a aceptarlo en mi vida.

Si se entera que estoy embarazada… ¿Cómo reaccionará?
¿Y cómo fue posible? Si las últimas veces nos cuidamos…
Aunque esa primera vez, en su casa en Raleigh cuando Kim logró que nadie nos escuche todo fue muy pasional y ninguno de los dos tomo las precauciones necesarias.
Tengo unas inmensas ganas de llorar pero no comprendo si mis lágrimas son de alegría o de frustración.
Alegría por poder cumplir mi sueño de ser mamá, de tener a esta personita que supongo tendrá el tamaño de un poroto creciendo en mi vientre.
Frustración por no poder estar feliz del todo como supuse que estaría, me siento incompleta, me siento infeliz.
Quiero reír y llorar al mismo tiempo. Nunca creí que sería tan doloroso alcanzar el sueño de tu vida y darte cuenta al mismo tiempo que no eres lo feliz que creías que serías

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El silencio del otro lado de la línea me preocupa.

-¿Estás todavía ahí?-
- Si… por favor repítelo.-
-Kim, estoy embarazada.-
Uno…
Dos…
Tres…
- ¡Oh, por Dios…! ¡Voy a ser tiiiaaaa! – escucho el chillido de Kim del otro lado del teléfono y debo apartar el auricular de mi oído para no padecer una perforación de tímpano.
-¡No puedo creer lo rápido del tratamiento! ¡Estoy muy feliz!! Yo suponía que esto llevaría tiempo Sab, pero aquí estás toda una madre! Y yo una tía y cuando se lo cuente a…-

-¡Kim, por favor para ya!- grito desesperada-Necesito que pares y me escuches.-
-Es que estoy feliz por ti y también  por la rapidez del…-
-BASTA-  grito desesperada y comienzo a llorar con angustia. –es de Alex- digo entre sollozos.
No puedo creer con qué facilidad callé la verborragia de mi amiga.
-Hay Sabrina, esto sí que no me lo esperaba… entiendes que esto es una locura ¿verdad?
-Sí y no sé qué hacer amiga, te necesito…-
Después de hablar por más de dos horas por teléfono con Kim me siento mucho mejor. He logrado desahogarme con ella como no lo había hecho en mucho tiempo. Me siento totalmente afortunada de tenerla cerca.
Es increíble la vida, perdí a mis dos hermanos gemelos siendo muy pequeña y me sentí totalmente sola en el mundo.
A pesar de tener a mis padres la relación con ellos es casi nula. Sin embargo Kim logra llenar ese bache que tengo en el alma. Es ella quien me escucha, me aconseja y me hace ver el otro lado de las cosas. Fue ella la que con sus palabras me obligó a aceptar lo que yo ya sabía: que amo a Alex desde el principio pero tengo miedo de ese sentimiento. No quiero ser traicionada otra vez, creo que no lo soportaría.

-¿Cómo sabes que te va a traicionar?- preguntó como al pasar… y no supe que decir.

Es imposible que sepa lo que sucederá en el futuro. Creo que cometí el error de creer que todas las personas son iguales, aunque ahora me doy cuenta de que no es así.
¿Estaré a tiempo para que Alex me perdone por mi imbecilidad?
Necesito saberlo, mirarlo a los ojos y decirle finalmente lo que siento por él… aunque ahora con lo del embarazo no sé cómo reaccionara.
¿Por qué todo tiene que ser siempre tan difícil? ****************************************
Espero de corazón que les guste la historia… Nuevas y grandes cosa están por suceder.
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Vero