Mis pies hinchados hacen que me remueva en mi lugar. El bar está lleno y por suerte el bullicio no deja que mis pensamientos sigan su curso. Es verdaderamente una suerte haber conseguido trabajo tan pronto. Una pareja se sienta en una de las mesas que están a mi cargo.
Me acerco con una sonrisa pintada en mis labios pero que no logra llegar a mis tristes ojos y tomo la orden. Les aseguro que en unos minutos estará su pedido y me alejo rápido a la cocina.
El encargado de la cocina es un muchacho bastante alto y delgado que trabaja rápido en las ordenes que llegan a cada instante. Desde que llegué a New York hace dos semanas que no paro de trabajar en este bar. Por un lado me alegra haber conseguido trabajo tan rápido gracias a los contactos de Kim en esta inmensa ciudad, ya que la paga me alcanza para el alquiler y el transporte, pero aun así no logro ambientarme. Me había hecho la idea de vivir con mi amiga pero ella no está todavía fuerte para enfrentarse a Scott. Yo sé que en algún momento deberá asumir las consecuencias de sus actos, porque huir de una relación, aunque sea tormentosa no está bien. Kim necesita darle un cierre a su relación con Scott para volver a comenzar como corresponde con otra persona.De todas maneras yo misma no puedo asombrarme de las acciones de mi amiga. De una manera u otra también siento que me escape de Raleigh... y de Alex.
-Hey, regresa a la tierra, el pedido está listo- el cocinero me mira un poco divertido mientras se limpia las manos en el delantal.
-Oh, disculpa Dave.- murmuro mientras me obligo a concentrarme en la bandeja que está preparada para llevar a la mesa.
Camino deprisa por entre las mesas y dejo el pedido donde corresponde.
Un hombre al fondo del salón me hace señas para que le cobre su pedido.
-Hola hermosa. ¿A qué hora sales?- dice dejando ver una sonrisa libidinosa de dientes amarillos.
Me limito a tomar el dinero que me ofrece y no contesto.
-¿Te han comido la lengua los ratones bonita?- vuelve a la carga pero esta vez en un tono más alto y agarrando mi mano con fuerza.
Las alarmas se encienden en mi sistema, creo que esto se pondrá difícil. Levanto la mirada y ahí lo veo. Mark el guardia de seguridad del local de comidas donde trabajo se acerca a la mesa a pasos agigantados. De un solo movimiento levanta al hombre por la solapa de su camisa y lo lleva afuera a empujones prometiéndole una regia paliza si se atreve a regresar.
-Por suerte estaba atento- murmura Mark entre dientes volviéndo a su puesto.
Gesticulo un "gracias" a lo que el guardia corresponde con una sonrisa tímida. En eso siento mi móvil vibrar en el delantal que llevo de uniforme. Es política de la empresa que sus empleados no atiendan llamadas durante su servicio, pero no puedo mas de la curiosidad y me dirijo al baño para ver quien es. Estoy esperando la confirmación del turno en la clínica de fertilidad y no quiero volver a perderlo.
Mi sorpresa no puede ser mas grande cuando veo en la pantalla el número de Kim. Ella sabe muy bien que no la puedo atender en horario laboral por eso me extraña su llamado.
-Debe ser grave si me llamas ahora, dime que pasa que estoy en el trabajo- murmuro en vos baja dentro del cubículo del baño.
-Si quieres te llamo mas tarde- una voz varonil que provoca miles de sensaciones por todo mi cuerpo se escucha del otro lado de la linea. Mi corazón comienza a ralentizar su marcha al tiempo que mi respiración comienza a abandonarme.
-¿Alex??. ¿Como es posible...?-
- Te espero a la salida, Sabrina - dice y corta.
¿Pero porque llama del tel de Kim? ¿Alex???? ¿Cómo es que está aquí y me espera a la salida?? Las preguntas no paran de darme vueltas en la cabeza y todavía tengo dos horas por delante antes de terminar mi turno.********
-Hola- dice sonriente mientras entorna los ojos escaneando mi reacción con cautela.
-Pero... ¿como es posible...?- tartamudeo
-Resulta que tengo un día libre en la radio y mi amiga Kim me aconsejó visitar Nueva York- comenta como al pasar mientras una enorme sonrisa con esos maravillosos hoyuelos se forma en su cara.
-Tu amiga, bien dices porque a partir de este momento ya no es mas amiga mía- digo un tanto cabreada.
-Pensé que te pondrías contenta con mi visita-
-Si! No lo sé muy bien... Me tienes sorprendida- digo tratando de suavizar mi voz.
-Esperaba lago más... romántico, tal vez... un beso- dice mientras acomoda un mechón de cabello detrás de mi oreja y se acerca peligrosamente a mi boca. El beso de Alex no se hace esperar, atrapa mis labios de manera urgente, sin pedir permiso e invade mi boca con ansias. Recibo ese beso con hambre de él, lo había soñado desde que dejé Raleigh y nunca creí que volvería a estar cerca de este hombre maravilloso.
Jamás imagine volver a esta cerca de Alex, pero aquí está, en Nueva York, a la salida de mi trabajo esperándome... Y todo gracias a la metida de Kim**************************
Ja! Ojalá disfruten de este capítulo.
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Vero
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Mi deseo.
RomanceSabrina Sanders busca comenzar de nuevo. Aunque nunca le faltó nada económicamente, su vida siempre fue muy solitaria. Desea por fin formar una familia pero no quiere compromisos ni ataduras con nadie. Está decidida a ser madre soltera a pesar de su...