No puedo creer la cantidad de lágrimas que he derramado en tan sólo dos horas en la carretera. Lágrimas de impotencia, dolor y frustración.
Me siento impotente ante la evidencia de mi debilidad. Mil y una vez me repetí, ordené y convencí que no volvería a... fijarme en nadie.
Me duele haber sido tan débil. Me frustra tener que terminar siempre de la misma manera, rota, destrozada, sin esperanzas de conocer a alguien por quien valga la pena luchar.
Una vez más comprobé que a mi familia la voy a armar yo sola, que no puedo confiar en ningún hombre para que me acompañe en mi proyecto familiar.
Me siento usada, porque realmente creí que podría significar algo para Alex, a pesar del poco tiempo que llevábamos conociéndonos.
Le creí cuando me abrazó, creí en sus palabras cuando me pidió que no me vaya. Sentí que era algo más fuerte que sólo lo físico lo que nos estaba sucediendo, que nuestro abrazo fue profundo, desde el alma.
Pero como siempre, me volví a equivocar.
El dolor de mi cabeza es tan fuerte que me obligo a parar antes de lo previsto. Necesito tranquilizarme y sospecho que un café podría hacer algo por mi sistema alterado.
A pocos kilómetros encuentro una estación de servicio y decido que es momento de hacer mi parada. El sólo hecho de estar en un lugar así me remite al instante en que conocí a Alex. Los recuerdos vuelven como torbellino a mi memoria y un puñado de amargas lágrimas amenaza con salir. Cierro los ojos intentando poner en blanco mi mente, respiro profundo y luego de unos instantes bajo a estirar las piernas y conseguirme un poco de ese líquido caliente y oscuro que supongo calmará mi angustia.
Al entrar en el autoservicio de la gasolinera, me recibe un intenso aroma a café que me despeja por completo. Busco un lugar alejado del bullicio y me siento con mi pedido. Desde donde me encuentro puedo ver perfectamente mi automóvil, mi querido cacharro que me acompaña desde hace muchísimo en mis aventuras. Por lo visto Ciro hizo un excelente trabajo con mi auto, espero algún día poder agradecerle lo bien que lo ha dejado.
Ciro... ese sí que fue un personaje bien enigmático. Alto, musculoso casi casi un Adonis, pero reservado, con esa mirada de ojos oscuros llenos de algo no pude identificar. ¿Miedo? ¿Devoción? ¿Qué era eso?
Y después, cuando al despedirme me abrazó lo sentí extraño.
Raro raro ese Ciro. Nada que ver con... el nudo en mi garganta se vuelve a instalar.
¿Por qué no vino a despedirme? ¿Qué fue eso que nos pasó? ¿Por qué me robó ese beso y después desapareció así, como si nada hubiese pasado?
Ni un mensaje... Ni una explicación.
Ese ojiazul sí que me la hizo buena. Me ilusionó y sin más desapareció.
Y después está Anne, que siempre fue tan correcta, atenta y maternal pero al final no dice nada de su hijo y lo excusa con eso del trabajo.
¡Como engaña la gente a veces!
Miro aburrida a mí alrededor y trato de terminar mi café. Debo regresar a la ruta lo más rápido posible, no me gusta demasiado conducir de noche y recién voy dos horas de viaje.
La televisión del lugar está en silencio por lo que me distraigo viendo las imágenes que allí se proyectan mientras termino mi café.
Al parecer hubo una toma de rehenes en algún lugar de Raleigh. Se ve que la policía está rodeando el lugar y hay un rehén que la está pasando mal.
Desde mi lugar puedo ver que se trata de un hombre joven, lo tienen por el cuello y lo están apuntando con un arma. La gente que se encuentra a mi alrededor comienza a acercarse a la televisión para ver de cerca los acontecimientos y, alguien sube el volumen para escuchar mejor. Lo están transmitiendo en vivo y en directo.
Todos están atentos a los acontecimientos, silencio absoluto en el lugar. Creo que la tensión de la toma de rehenes se puede sentir a mi alrededor. La curiosidad hace mella en mí y me levando para poder seguir de cerca lo que se transmite por televisión.
Mis ojos no dan crédito a lo que estoy viendo.
Creo que me voy a desmayar...
¡EL REHÉN ES ALEX!!
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Ojala les guste la historia!
Parece que esto se complica un poquito....
¡Déjenme saber que opinan!!!
Los quiere
Vero
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Mi deseo.
RomanceSabrina Sanders busca comenzar de nuevo. Aunque nunca le faltó nada económicamente, su vida siempre fue muy solitaria. Desea por fin formar una familia pero no quiere compromisos ni ataduras con nadie. Está decidida a ser madre soltera a pesar de su...