Capítulo 4

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-Buen día a todos los radioescuchas de la WKL125.Parece que hoy tendremos un excelente día de invierno, al parecer la temperatura será agradable, al menos en Raleigh. Aunque creo que la gente de New York espera fuertes nevadas para esta tarde... ¿No es así Alex?- pregunta el locutor a su compañero.

-Claro que sí, Eddy. New York tendrá una hermosa temporada de nieve para esta Navidad... - agrega con voz grave su compañero del clima.

Esa voz... como me gusta... siempre que escucho al chico del clima me lo imagino moreno, de ojos bien negros con su pelo largo y salvaje... que vozarrón Dios mío!

-No entiendo como uno puede dejar volar la imaginación con tan solo escuchar una voz en la radio- pienso mientras repaso el piso dela cocina.

Después de insistir un buen rato logré que Anne me deje hacer la limpieza de la cocina mientras ella prepara la lista de las compras. Al parecer necesita comprar varias cosas para la cena de esta noche. Por lo que me comentó suelen hacer una cena para familiares y amigos unos días entes de navidad.

-Y ahora este tema va dedicado a una persona que parece frágil por fuera pero que por dentro tiene la fuerza y el la calidad de Mike Tyson- anuncia mi chico de la radio favorito... y comienza a sonar una de mi banda favorita: Guns and roses.

¡No- lo- puedo- creer!!!... hasta en eso es perfecto...le gusta el mismo tipo de música que a mi...!!!

Mientras voy terminando con la cocina tarareo la canción, ¡esos acordes hacen que me sienta en el aire!

-¿Disfrutando de la radio querida?- dice suave Anne detrás de mí.

-Ssi... Disculpe si la molesté... No era mi intención... es que éste es mi programa de radio desde hace años y... me olvide donde estaba...- digo medio tartamudeando.

La risa de Anne me saca de balance, es fresca pero fuerte. Sus ojos se achinan al compás de la risa e increíblemente se le forman los mismos hoyuelos que a su hijo.

-No te preocupes querida. Yo también disfruto del rock. No te olvides que esos viejitos son casi de mi época- y vuelve a reír sonoramente.

Que bella persona es esta mujer...ojalá yo hubiera tenido la oportunidad de tener una madre así!

-¿Qué pasa querida con esa carita?- pregunta Anne extrañada. De pronto te has puesto seria.

-Nada, no se preocupe... solo pensaba que...me hubiera gustado poder contar con una mamá así como usted- digo bajando la vista.

De repente me encuentro rodeada entre unos brazos regordetes y apretujada contra la ropa de Anne. Huele a café y galletitas de vainilla. Siento el pecho de la señora sacudirse mientras unas suaves lagrimas me mojan el hombro. No entiendo muy bien lo que le sucede, pero parece muy angustiada.

-Disculpame hija- dice mientras se seca la cara con el dorso de su mano. Es que me has recordado a alguien que todavía extraño horrores- me dice con la voz quebrada.

Unos golpes en la puerta nos hace regresar a la realidad. Anne sale de la cocina secándose aún algunas lágrimas.

Una voz fuerte se escucha a la entrada y de pronto escucho que la madre de Alex me llama. Me apuro hasta la puerta y veo a Anne hablando con un hombre joven y alto. Es absolutamente guapísimo. Moreno, de ojos marrones y pestañas alargadas y tupidas. Sus rasgos son muy varoniles. Va vestido con unos Jeans ajustados y muy desgastados y una remera negra que no deja dudas sobre su anatomía. Simplemente un Adonis en vivo y en directo desde Raleigh al mundo!

-Buenos días señorita Sanders, me llamo Ciro- se adelanta y me estrecha la mano. Es fuerte, grande y se nota que ha estado trabajando. Todo en el irradia energía y fuerza.

-Buenos días- contesto extrañada.

-Anoche llevé su auto al taller por pedido de Alex. Pero no traigo muy buenas noticias- dice apenado. -La reparación va a llevar un par de días más. Me temo que hoy no podrá continuar su viaje- dice mirándome fijamente.

No sé si me tiemblan las manos por la desagradable noticia o por la impresión que me causa su presencia.

-Está bien- digo con un hilo de voz.-Igual no tengo opción, sin mi auto no puedo ir a ningún lado - digo mientras le regalo una media sonrisa.

Ciro se queda ahí petrificado... mientras me sostiene la mirada, parece como si estuviera recordando algo lejano. No parece que su cabeza estuviese ahí.

-Gracias Ciro- dice Anne suavemente. Recuerda que esta noche es la cena querido, no faltes.

Ciro asiente con su cabeza, me mira una vez más y se va.

No, no, no, no. No otra vez. Necesito llegar a New York lo antes posible. Este lugar apesta de hombres que pueden ser peligrosos para mis planes de familia.

No necesito nada más que mi auto así me largo de aquí...pero parece que la cosa se me está poniendo cada vez más complicada.

Mi deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora