No sé cómo sentirme al respecto. Si bien la llegada de Alex me sorprendió gratamente, por otro lado estoy confundida. Creo que no fui lo suficientemente clara con él antes de salir de Raleigh. Fue duro decirle que necesitaba llegar a New York para realizar mi tratamiento de fertilidad.
No me olvido de su rostro serio, ni de sus palabras: "todavía tienes tiempo para ser madre, Sabrina" y juro que eso si me dolió.
Me dolió comprobar que para él no es urgente formar una familia, me dolió comprobar que no estamos en la misma sintonía y que para Alex una familia no es del todo importante...
Y ahora se aparece muy tranquilo y campante a la salida de mi trajo, con esa sonrisa arrebatadora, con esos besos ardientes, como si nada hubiese sucedido, alegando que Kim lo ayudo a contactarme. Me siento aturdida, confundida y a la vez... contenta de volver a verlo.
-Tierra llamando a Sabrina. ¿Estás ahí?- su mirada entre divertida y preocupada hace que regrese a la realidad.
- Solo estoy confundida- susurro frente al humeante vaso térmico de café que sostengo entre mis dedos. -Tú me confundes Alex. ¿Por qué vienes a buscarme cuando creo haber sido clara contigo? -
Sus profundos ojos azules me contemplan, abre la boca como para decir algo pero después lo piensa mejor y calla.
-Me gusta estar cerca de ti, me encanta saber que has hecho varios kilómetros solo para verme, pero aun así no te entiendo.
-Me gustas. Creo que eso está claro, ¿verdad?- dice con voz ronca. Me haces bien, me siento bien cerca de ti. Y también sé que te dije que lo de tener un hijo no es una prioridad en mi vida, pero aun así no puedo dejar de pensarte, no puedo dejar de creer que hacemos un bonito equipo y que vale la pena intentarlo.-
-¿Y yo?... ¿Y mi deseo de ser madre?... ¿Eso no cuenta?-digo con un nudo en la garganta y un puñado de lágrimas amenazando escapar de mis ojos.
Alex deja su vaso térmico en el suelo y me abraza. Apoyo mi cabeza en su pecho y me dejo llevar por ese aroma tan suyo. Acaricia delicadamente mi cabello mientras me besa la base de la cabeza. Siento como respira profundo y deja salir lentamente el aire contenido en sus pulmones.
-Sabrina... no tienes ni una pizca de idea de lo que te necesito en este momento. Ni te imaginas lo difícil que se me hace la vida sin tí... pero no puedo obligarte a hacer algo que no quieres... -
-Siento que nos conocimos en el momento equivocado- digo con la voz estrangulada por las lágrimas.-
-En cambio yo siento que nos conocimos en el momento indicado, sólo es cuestión de negociar un poco- dice mientras apoya su frente en la mía.
-No Alex, perdóname. No quiero negociarlo más. He perdido muchísimo tiempo esperando a los demás. Quiero ser mamá, tener mi bebé, sentirme completa como mujer. ¿Me entiendes? No quiero obligarte a estar con una persona frustrada. Te quiero demasiado para hacerte daño.-
-Repítelo-dice seriamente.
-¿Qué cosa?-
-Que me quieres- susurra dulcemente contra mis labios.
- Te quiero Alex, te quiero más de lo que quisiera aceptar.
Y aquí estoy otra vez... enredada en un dulce beso con este hombre maravilloso, enojada con migo misma, sabiendo que lo nuestro no tiene futuro... y sin embargo me importa un bledo todo.
Solo soy consciente de sus labios, de sus manos acariciando mi espalda y de mis propios brazos aferrados a su cuello atrayéndolo hacia mí con fiereza.
Solo por hoy no voy a pensar, solo por hoy voy a dejar que sea dueño de mi corazón... solo por hoy.
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Cortito... pero disfrute escribirlo.
¿Que les pareció?
Vero
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Mi deseo.
Roman d'amourSabrina Sanders busca comenzar de nuevo. Aunque nunca le faltó nada económicamente, su vida siempre fue muy solitaria. Desea por fin formar una familia pero no quiere compromisos ni ataduras con nadie. Está decidida a ser madre soltera a pesar de su...