Decepción es lo que escucho en la voz de Kim cuando le confirmo que al final no podré estar con ella para Navidad.
-¡No puede ser tanta mala suerte amiga!. Tan sólo haz el esfuerzo, seguro que hay alguna manera de que llegues a tiempo. Estuvimos soñando esto por muchos meses.
-No puedo Kim, el auto no está listo aun, y la persona que me estaba por llevar tiene un problema familiar y ha suspendido el viaje.-
-Pero... ¡No es justo!, estábamos totalmente ilusionadas las dos. Además ese tal Alex te mintió- dice enojada.
-No lo culpes, su madre esta delicada-
-Oh POR DIOS ¡ Lo estas defendiendo!- se escucha la voz de Kim chillar del otro lado del teléfono. Agradezco al cielo que no puede ver lo colorada que se ha puesto mi cara la escucharla. Kim tiene ese maldito sexto sentido de adivinar todo lo que siento. Siempre ha sido así, desde chicas y es única parte que más odio de ella.
-Cállate Kim, no entiendes nada. De verdad que su madre esta delicada y no puede viajar-
-Cállate tú y ya me cuentas desde el principio como es esa historia- dice mi amiga en tono confidencial.
-Es que Alex...- comienzo a decir cuando siento unos golpes en la puerta de la habitación. Me giro sobresaltada y como sospeche ahí está él, parado en la entrada de la habitación con las manos en el bolsillo y el gesto pensativo. Me mira como si tuviese un cuerno rosa en la frente...
-¿Alex Qué?
Tapo el auricular para que Kim no lo escuche pero es tarde, está gritando como loca que sabe que está ahí, que le cuente como es, que más vale que no le corte porque si no jamás volverá a hablarme.
Tarde...ya le corté y sé que me va a hostigar con mensajes de texto hasta que le cuente todo todo. Amo muchísimo a Kim pero sabe ser muy pesada cuando quiere.
-¿Y bien?- pregunta acercándose hasta donde me encuentro. -¿Qué pasa conmigo?- pregunta divertido.
-Nada importante, le estaba contando a Kim que no podré viajar para navidad.-
Los ojos de Alex se oscurecen dos tonos más y me mira con tristeza.
-Lo siento mucho, pero tuve que suspender mi viaje, mi madre me necesita. Pero tú si puedes viajar, mañana mismo consigo pasajes para que estés con tu amiga en Navidad.
-De ninguna manera, viajaré cuando mi auto esté en condiciones. No quiero gastar más de la cuenta, necesito el dinero para cuando llegue a New York. Además sé que puedo ser más útil aquí. Si me lo permites, por supuesto.-
El rostro de Alex cambia de pesaroso a dulce en una fracción de segundo. No puedo dejar de mirarlo fijamente.
-No sabes lo bien que le hará a Anne que te quedes unos días más. Prometo que ni bien se reponga un poco yo mismo me encargare de que llegues lo de tu amiga. Gracias Sabrina- dice con emoción.
Parece un niñito al que le han regalado un juguete nuevo. Nunca creí que podría reaccionar así. ¿Por qué tanta emoción si recién hace apenas unos días que nos conocemos? ¿Qué le hace pensar que Anne recibirá con agrado la noticia de que me quedo unos días más? Tal vez la mujer se sienta invadida por mi presencia, no creo que esté del todo feliz con una extraña dando vueltas por su casa, por más amable que sea la señora. Además está Robert, el padre de Alex, con el cual apenas crucé unas pocas palabras. No sé si hago bien en quedarme, pero no tengo demasiadas opciones con mi auto todavía en reparación.
-Te invito a recorrer Raleigh mientras Anne toma una siesta. ¿Qué dices?- pregunta en un susurro un tanto ronco.
-Dame unos minutos que me arreglo y bajo-
Se me queda mirando como si estuviese en el pasado, como si estuviera reviviendo algo.
-¿Alex?
-Disculpa, te espero abajo. Gira sobre sus talones y sin decir nada más se va.
¿Qué estás haciendo Sabrina? ¿Seguro que ya te estas metiendo nuevamente en problemas- me reprime mi subconsciente, pero como es mi costumbre, no le hago caso.
Así que me abrigo un poco más, porque aunque por esta zona no nieva, el frio se hace sentir igual y bajo.
La vida es una sola y hay que disfrutarla solía decir mi papá, así que....
¡Ahí voy a ver que me depara el destino.¡
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Bueno, bueno.
Espero les guste este capítulo.
Creo que Sabrina tiene un talento especial para meterse en problemas.
¿Será Alex un problema para ella?
mmmm, no sé. Habrá que esperar.
Vero
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Mi deseo.
RomanceSabrina Sanders busca comenzar de nuevo. Aunque nunca le faltó nada económicamente, su vida siempre fue muy solitaria. Desea por fin formar una familia pero no quiere compromisos ni ataduras con nadie. Está decidida a ser madre soltera a pesar de su...