El médico le dijo a Alex ayer que en unos días podría darle el alta. Desde ese momento mi corazón se encoge de tristeza ante la noticia. Alex volverá a conducir su programa radial y yo... seguiré mi camino.
Me abrazo a mí misma en un vano intento de sostener mis piezas juntas. Miro la habitación que por el momento es mía y los recuerdos regresan con intensidad a mi memoria... los besos, las caricias, su aroma... todo en él es hermoso, su cuerpo y su personalidad. Me gusta sentir sus brazos rodeando mi cintura. Me siento protegida con él.
Pero mal que me pese, la decisión está tomada, sólo debo convencer a Kim que me acompañe. No conozco New York. De hecho hace como dos meses que debería haber llegado y entre idas y venidas todavía sigo aquí, en Raleigh.
Unos golpes débiles en la puerta me sacan de mis pensamientos. La puerta se abre antes de que logre reaccionar y una cabeza llena de enmarañados rulos de color caoba aparece ante mí. La sonrisa de Kim parece que le va a partir la cara en dos. Entra alocadamente y se abalanza sobre mí de tal manera que caemos en la cama.
Kim no para de reír y de abrazarme.
-Sabrina, estoy un poco loca, lo sé pero creo que me encanta este lugar- dice ayudándome a ponerme de pie mientras ríe.
-¿Por qué tanta emoción Kim? ¿Qué te ha sucedido?-
-Nada y todo. Todo y nada - dice divertida. -Sucede que invité a Ciro al cine y... aceptó!
-¿Ciro y tu irán al cine?- pregunto perpleja.
-Siiiiiii! Contesta Kim mientras aplaude como una niña. –Debo reconocer que me costó bastante hacer que acepte, pero evidentemente no pudo resistirse a mis encantos- contesta mi amiga subiendo y bajando las cejas de manera divertida.
Pensar en Ciro y Kim es pensar en el agua y en el aceite. Ella es burbujeante, atropellada, charlatana y bastante efusiva en sus demostraciones de cariño mientras que Ciro es... justamente lo opuesto. Calmo, pausado, muy analítico en lo que dice, para nada demostrativo de lo que siente. La única vez que me permitió ver su lado sensible fue en el hospital, mientras esperábamos noticias sobre la salud de Alex. Estaba abatido. Fue ahí donde me enteré de la trágica muerte de la hermana de Alex, también en ese momento me enteré que la gran casa donde actualmente estamos viviendo mi amiga y yo, fué en el pasado uno de los hoteles más solicitados de Raleigh.
-Hey regresa a la tierra- dice Kim mientras mueve su mano frente a mí para que espabile.- ¿No te alegras por mi Sabrina?- dice frunciendo las cejas preocupada.
-Sí, amiga! Me alegro muchísimo solo que...-
-¿Solo que qué?- Pregunta abriendo sus ojos más de la cuenta.-Mira Sabrina, me he tomado el atrevimiento de invitar a Ciro porque dí por sentado que Alex y tu están juntos.Sino.. dice poniendo cara de pervertida-
-No estamos juntos Kim- digo con la voz más chillona de lo que me gustaría.
-¿Ah, no? Pues tienen una manera muy extraña de "NO ESTAR JUNTOS"- ríe Kim mientras acentúa las últimas palabras. El otro día mientras te escuchaba jadear su nombre creí que si lo estaban- agrega riendo mientras le tiro un almohadón por la cabeza para que se calle.
-¡Kim, Basta!!. – grito horrorizada mientras ella se desarma de risa frente a mí.
- Necesito contarte algo y no creo que estés muy feliz después de escucharme- anuncio mirando al piso. Me abruma saber que le romperé el corazón cuando le cuente que me voy a New York.
Kim escucha en silencio lo que tengo para decirle, sólo mira sus manos mientras las mueve de manera nerviosa sobre su regazo.
-No puedes estar haciéndome esto, no es justo. Sabes muy bien que tengo miedo de Scott. No quiero que sepa dónde estoy- dice mientras palidece.- Además no debes irte, ¿ Que será de Alex? Piensa un poco en él también- agrega Kim secándose las lágrimas que han comenzado a correr por su rostro.
-Estoy cansada Kim. Siempre pienso en los demás, siempre me he preocupado por los otros... y así me ha ido. Esta vez estoy decidida a hacerlo realmente diferente. Sabes muy bien que mi deseo es tener hijos, y también sabes bien que con cada hombre que estuve, cuando sugería formar una familia, huían despavoridos.
Ya no quiero esperar más por causa de otros... Mi tiempo biológico comienza la cuenta regresiva. ¿Lo sabes, verdad?- digo intentando convencerla.
-¿Le has dicho a Alex que te irás?-
-No. Y tú tampoco se lo dirás. No puedo hacerlo, me duele contarle esto. Prefiero que siga su vida como siempre y que todo lo nuestro quede como un bonito recuerdo en él.-
-Para nada estoy de acuerdo amiga. Y creo que esta vez no te seguiré. Necesito estar más fuerte para regresar a New York.
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Y cuando una esta inspirada y contenta por pasar las 300 lecturas... escribe otro capítulo más!!!
¡Ojala lo disfruten!!!
Vero
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Mi deseo.
RomanceSabrina Sanders busca comenzar de nuevo. Aunque nunca le faltó nada económicamente, su vida siempre fue muy solitaria. Desea por fin formar una familia pero no quiere compromisos ni ataduras con nadie. Está decidida a ser madre soltera a pesar de su...