Tener a Kim otra vez a mi lado hace que los problemas pasen a un segundo plano. Es una persona que irradia energía a donde vaya, su locura es contagiosa tanto que en este mismo momento me encuentro tirada en la cama a su lado mientras reímos sin parar por tonterías. Fue muy amable por parte de los padres de Alex sugerirle que se quede en la casa el tiempo necesario. Cada día me siento más cómoda aquí, me da pena saber que dentro de unos días tendré que dejarlos para regresar con Kim a New York.
-Hay algo que todavía no te he contado- dice Kim mientras se acomoda en la cama con las piernas cruzadas como indio. Su expresión divertida paso a preocupada en una fracción de segundo, como si se hubiera acordado de algo grave.
-¿Qué es lo que ocurre?-
-Me escape de Scott. La situación ya estaba fuera de control, cada día se ponía más violento. Peleábamos por nada y ya me estaba asustando su manía de controlar todo lo que hago, donde estoy y con quien hablo. - tira todo de una vez, mirando hacia abajo y con la voz quebrada.
Scott nunca había sido santo de mi devoción, lo sentía lejano y poco amigable pero nunca imaginé que podría ser esa clase de persona que todo lo controla y asfixia a su pareja.
-¿Cómo que te escapaste? Cuéntamelo todo ya- digo abrazando a Kim tan fuerte como mi posición en la estrecha cama me lo permite.
-Después de una horrible discusión por culpa de sus injustificados celos llego a levantarme la mano- dice cubriendo su rostro y llorando de manera desconsolada.
-No podía permitirle que lo haga otra vez, así que luego de renunciar a mi trabajo, te llame, compre un pasaje y me vine aquí. Dejé todo, Sabrina, mi trabajo, mis cosas personales, mis amistades... todo- dice entre tristes sollozos -Tengo miedo... muchísimo miedo de que me encuentre y me lastime-
-No lo hará amiga, ese infeliz jamás va a encontrarte- le digo mientras la abrazo fuerte.
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Hoy Anne está particularmente energética. Se ha levantado temprano y ha preparado un delicioso desayuno para todos en la casa. Se la ve relajada, rozagante...feliz.
Por otra parte, su marido ha decidido ponerse a pintar el frente de la casa que alguna vez había sido un prestigioso hotel en Raleigh, así que Alex y Ciro lo están ayudando en esa dificil tarea.
Kim y yo acordamos poner manos a la obra en el gran jardín de la casa, ya que Anne quiere ocuparse ella misma de todo lo relacionado en la cocina.
Es un día bastante extraño. Me cruzo con Alex un par de veces en el corredor de la casa que comunica al jardín. Yo acarreando plantas y flores para trasplantarlas en otro lado y él yendo y viniendo con baldes de pintura.
No hablamos demasiado, no nos hace falta. Sólo Nos mirámos y sonreímos cada vez que nos cruzamos. Creo que en ese momento tomé real dimensión de la frase que dice: "Más vale una mirada que mil palabras..."
Cuando el sol está próximo a esconderse en el horizonte todos estamos más que satisfechos con la jornada, el jardín renovado, la fachada de la casona se ve espectacular con los tonos marrones y ocres con que la han pintado y un exquisito aroma sale de la cocina de Anne haciendo que mi estómago ruga recordándome lo hambrienta que estoy.
Kim decide ir a bañarse y cambiarse de ropa antes de sentarse a degustar las exquisiteces que Anne ha preparado para nosotros y yo decido quedarme un rato más, admirando orgullosa el trabajo que logramos con mi amiga en el jardín de la casa cuando de repente siento un par de brazos grandes y fuertes rodeándome la cintura. Todo mi cuerpo se tensiona ante el aroma que inunda mis fosas nasales. Podría reconocerlo a más de mil kilómetros de distancia.
-Me encanta tenerte cerca- susurra Alex en mi oído. -Por favor no te vallas, te necesito.-
No sé bien en que momento me giré, ni en qué momento rodeé su cuello con mis brazos. Tampoco sé muy bien cuando nos enredamos en un beso dulce, anhelante pero a la vez apasionado. Nuestras respiraciones agitadas hacen que debamos separarnos por un instante.
-Estoy loco por ti desde la primera vez en que te vi- larga Alex tratando de acompasar su respiracion contra mis labios. Sus ojos azules parecen mas oscuros de lo normal.-Me haces falta de maneras que ni te imaginas Sabrina.-
Mi cerebro funciona descompasadamente, no coordinan mis cuerdas vocales, solo soy terminaciones nerviosas que sienten la calidez de sus labios, el aroma que despide su piel....
No puedo pensar correctamente, soy un nudo de emociones a punto de estallar. Todo mi mundo organizado, planificado y totalmente ordenado se está yendo literalmente al caño con una rapidez increíble, pero lo más loco de todo es la realización de que poco me importa.
Estar rodeada por los brazos de este hombre maravilloso es sentir que todo tiene solución, que nada puede ser tan complicado como parece.
Ojala no me esté equivocando demasiado.
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Vero
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Mi deseo.
RomanceSabrina Sanders busca comenzar de nuevo. Aunque nunca le faltó nada económicamente, su vida siempre fue muy solitaria. Desea por fin formar una familia pero no quiere compromisos ni ataduras con nadie. Está decidida a ser madre soltera a pesar de su...