Poco a poco todo regresa a la normalidad. Alex ya está en su casa e increíblemente ya está trabajando. Los doctores le prohibieron terminantemente salir, porque todavía no ha recuperado del todo su memoria y temen que pueda tener algún tipo de accidente si maneja al trabajo.
Pero el hombre tiene energía de sobra, así que acordó con su compañero de la radio salir al aire desde un teléfono móvil todos los días durante treinta minutos.
Admiro su capacidad de trabajo y decisión, no todas las personas después de semejante tragedia se incorporan al trabajo de forma inmediata
-Tú serás mi secretaria-dice una voz grave en el marco de la puerta de mi habitación. Alex está ahí, cruzado de brazos, vestido con un pantalón jogging gris y una camisa negra que resalta aún más el azul profundo de su mirada.
-De ninguna manera, ahora que estás mejor debo seguir mi viaje a New York- atino a contestarle mientras acomodo mi ropa en la valija. No quiero ser una carga para nadie en esta familia. Ya bastante ayuda me brindaron.
-Por favor, te necesito aquí con migo Sabrina- dice mientras se acerca a mi casi invadiendo mi espacio vital.
-Alex, no me lo hagas más difícil. Sabes que debo seguir mi camino- contesto con un hilo de voz.
Este hombre hace que todo mi cuerpo se revolucione con solo acercarse.
Mi teléfono comienza a sonar. Es Kim. Le hago una seña de silencio a Alex y atiendo.
-Hola amiga!- se escucha del otro lado de la línea-tengo muy buenas noticias-chilla Kim con alegría- !en dos horas estoy en Raleigh¡-
-¿Qué dices Kim? ¡Dos horas! ¿Cómo es posible?-pregunto incrédula.
-¡Si|!- Te dije que arreglada unos temas laborales y me tomaba el avión! Lo hice! Así que en unas horas nos encontramos!-
-¿Y dónde te hospedarás?- pregunto preocupada.
-No te preocupes, siempre hay lugar para una pelirroja divina como yo!- dice Kim entre risotadas.-Te dejo, ya estoy por despegar!.
Mi cara debe haber sido un poema porque Alex no deja de mirarme entre divertido y preocupado.
-¿Todo en orden Sabrina- pregunta Alex al verme preocupada.
-No, no, no... nada está en orden. ¡En unas horas llega Kim de New York!!-
***
La loca, roja y enrulada cabellera de Kim se ve a la distancia. Como era de suponer viene con tan solo una mochila y un bolso pequeño de mano. Siempre fue muy austera con el equipaje cuando viajábamos, esa es una de las cosas que me encanta de ella, su practicidad.
Cuando me divisa comienza a correr y en un segundo estamos enredadas en un abrazo fuerte e interminable.
-¡Amiiiiigaaaaa!- Chilla Kim emocionada.
-¡Kim! Te extrañe, no sabes la falta que me has hecho!- digo entre lágrimas.
Verla no hizo más que recordarme lo bien que me siento a su lado y lo muchísimo que la necesitaba. Ciro se acerca lentamente a donde nos encontramos y sonríe ante nuestras demostraciones de afecto.
-Kim, él es...
-¡Alex!- se apura a decir Kim y se abalanza sobre el plantándole un sonoro beso en la mejilla.
-No, No, espera! Él es Ciro. Un amigo que se ofreció a traerme hasta el aeropuerto, ya que Alex todavía no puede manejar.-
Mi amiga se aparta de Ciro con los ojos abiertos de par en par y un sinfín de excusas y disculpas, está tan roja como su cabello.
-Perdón, perdón, es que creí que....-
-Está bien dice Ciro con una sonrisa enorme, me encanta ser bien recibido- dice entre carcajadas.
-Vamos- digo mientras cargo su bolso en mi hombro. Kim me dedica una sonrisa y levanta una ceja en señal de sorpresa.
Se acerca a mi oído y susurra- ¿Todos los hombres en esta ciudad son así? ¡Creo que me puedo quedar a vivir contigo!-
-¡Kim!! - Chillo mientras la empujo hacia adelante para que camine más rápido y así pues, me encuentro al fin con mi amiga Kim que después de tantas idas y vueltas estamos juntas otra vez.
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!Gracias a todos por apoyar esta historia. !!!
Los quiere
Vero
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Mi deseo.
Любовные романыSabrina Sanders busca comenzar de nuevo. Aunque nunca le faltó nada económicamente, su vida siempre fue muy solitaria. Desea por fin formar una familia pero no quiere compromisos ni ataduras con nadie. Está decidida a ser madre soltera a pesar de su...