Tras el intercambio de Alan, el hermano de Alexa, llega un nuevo chico a vivir con su familia. Isaac, un joven totalmente apuesto, pero un completo idiota rodeado de problemas. Alexa e Isaac, dos personas muy diferentes, pero con un sentimiento en c...
Se fue al baño, y yo me quedé allí, sentado, pensando. Algo me pasaba con ella. Algo que nunca antes me había ocurrido con alguien. La verdad es que me había encantado ese beso. ¡Me había vuelto loco! No podía dejar de pensar en ella después de eso. Y es que se sentía tan de película. Digo, tenemos una historia tan linda. ¿Quién lo diría? Me voy de intercambio, llego y comienzo a sentir cosas por la chica del cuarto del lado. ¡Y es que no puedo explicarlo! Quiero saber de ella todo el tiempo, quiero escuchar su voz, quiero verla cuando se enoja, cuando ríe. Esa sonrisa tan tierna que tiene. Ver sus pestañas tan largas y lindas. Ver su silueta tan espectacular. Me enloquecía, completamente. Y es que siempre había tenido a todas las chicas que he querido, a absolutamente todas, pero con ella era completamente distinto. Estar con ella era como estar acostado en una nube. Se me acercó la mesera y aproveché de pedirle el registro para saber cuánto pagar.
-Ahí tiene-me dijo mientras dejaba el papel en la mesa.
Lo tomé y revisé.
-Con tarjeta.
-Perfecto.
Tomó la máquina y me la entregó. Yo pagué con la tarjeta, y esperé a que el sistema lo leyera.
-Espero que hayan disfrutado la comida con su novia-soltó de pronto.
Fruncí el ceño, pero luego sonreí. Y es que para ser honesto, debo admitir que sonaba muy bien. Pero no, no puedo. Digo, no puedo ser novio de ella. Tengo un historial como la gran mierda, ella no se merece esto. Pero luego, me dejo llevar por los sentimientos, y me dan ganas de entregarle todo lo que tengo. ¿A quien le hago caso, a la razón o al sentimiento?
-Estuvo exquisito-le respondí sonriendo a la mesera.
-Me alegro un montón-dijo mientras apoyaba sus codos en la mesa, mientras hacía presión en sus pechos con los brazo, para hacerlos notar y sobresalir más.
-Espero a que mi novia salga del baño y nos vamos-dije.
Ella me miró ardiente y seductoramente, pero a mi me daba igual. Por primera vez.
-¿En serio es tu novia?-dijo lamiéndose los labios.
-Sí.
En eso, llega Alexa, y se sienta a mi lado, mientras notaba como la mesera me coqueteaba.
-¿Lista, Amor?-le pregunté.
-Eh...-dijo confundida, porque no entendía.
-Para irnos-la miré de una forma especial, intentándole decir que la mesera me estaba hartando.
-¡Uff, lo siento, Amor, estoy muy distraída!-captó al instante mi señal.
La mesera se paró normal y miró desagradablemente a Alexa.
-Adiós-dijo ésta.
-Adiós linda, buen día-le dijo sonriendo Alexa.
Se notaba que sí se había puesto celosa. O al menos eso yo creía. Entonces, para más remate, me tomó la mano y la entrelazamos, para salir así de allí. Jamás pensé que haría eso, pero me encantaba. Y es que sentía que nos veíamos muy bien. Me sentía orgulloso caminando con ella de la mano. Una vez afuera, caminamos un poco hasta llegar al auto. Allí, nos subimos, nos colocamos el cinturón de seguridad y antes de partir, nos miramos.
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