(PAUSADA) El idiota de intercambio.

Nublado.

Me subí a la parte trasera de la moto, dándole la espalda. Digamos que en otras palabras, estaba sentada al revés. Algo que jamás en la vida había hecho. Claro, hasta ahora, por primera vez. De todas formas, siempre hay una primera vez, o eso trataba de decirme para lograr convencerme de lo que haría.
Estaba yo en una moto, y en la otra, estaba Fiorella, quien se veía muy segura de lo que estaba haciendo, mientras que yo, no tanto.

-¡Comenzaremos colocándoles las vendas!

Mi corazón se aceleró apenas escuché eso. Y rápidamente busqué con la mirada a Isaac.
En eso, un chico se me pone en frente y me muestra con ambas manos, la venda. Yo sólo asentí, indicándole que podía proceder a cubrirme los ojos. Él me miró y notó nerviosismo en mi rostro, así que sonrió, entregándome mucha calma. Entonces, me cubrió los ojos, e hizo el nudo detrás, bien firme.

-¿Ves?-preguntó.

-Ni mierda-respondí al instante.

-Genial-dijo riendo por mi respuesta.

Entonces, sentí como esos pasos se alejaban, y comenzaba a soñar fuertemente el parlante.

-¡Competidores, suban a sus motocicletas!

Escuché a la gente gritar emocionada, y animando a los bandos que escogían.
Escuché unos pasos acercarse a la moto en donde yo estaba sentada, y rápidamente tragué saliva con rapidez. Estaba demasiado ansiosa.

-Cariño, recuerda las técnicas...-dijo con una voz muy suave.

-Estoy algo nerviosa-confesé.

Sentí un suspiro de risa, y como me besaba dulcemente en la frente.

-Sentirás mi espalda, yo manejaré con mucha velocidad, recuerda las señales. Estaré junto a ti, ¿vale?

-Vale.

Sentí peso en la moto, ya que bajó la altura. Significaba que Isaac ya había subido, y lo pude comprobar fácilmente, porque incliné mi cuerpo hacia atrás y lo sentí al instante.
Me dio un escalofrío.

-¡Comenzamos en...!

-Todo estará bien, cariño-me dijo en un susurro dulce.

-¡Tres...!

-Estoy muy nerviosa, Isaac...

-Tranquila, sólo debes seguir mis instrucciones.

-¡Dos...!

-Vale, vale...

-Con eso, nada malo sucederá. Sólo debes estar atenta a lo que te diré.

-¡Uno!

Comenzamos.
Sentí como sonaron los motores y al segundo arrancamos.
Hice lo que Isaac me había dicho, y era inclinarme hacia atrás, de lo contrario, me podía ir hacia delante por la fuerza de la rapidez en la cual manejaba.
Mi corazón latía a mil, y sentía que se me iba a salir por la boca. Sentía como mi cabeza palpitaba con fuerza, y como tragaba desesperadamente.
Cada vez se hacían más rápido los movimientos.

-¡Isaac!-grité nerviosa.

-¡Inclínate hacia la derecha...!

-¿Qué?-pregunté.

-¡Ahora!-gritó.

Mi cuerpo se hizo de inmediato a la derecha apenas escuché su señal.
Respiré profundo.

-¡Eso es, Alexa, lo estás haciendo muy bien!-dijo alentándome.

Me mantuve así, hasta que sentí el ruido de otro motor a mi izquierda. Me agarré aún con más fuerza del asiento, y respiré agitadamente.

-¡Ahora hacia atrás, adelantaremos!-gritó Isaac.

Al parecer, a nuestro lado, teníamos a Dante y a Fiorella, quienes estaban constantemente intentando adelantarnos.
La experiencia más loca de mi vida, sin duda. Estaba con los ojos vendados, y era increíble como mis otros sentidos se agudizaban cada vez con mayor rapidez.
Incliné mi cuerpo hacia atrás, justo a tiempo, ya que Isaac había acelerado como nunca antes. Sentía el viento como golpeaba con brusquedad mi rostro.
Me costaba incluso respirar, pero ya me estaba acostumbrando.

-Alexa, nos arriesgaremos... ¡Escucha atentamente! Cuando diga tres, te giras a la derecha y luego a la izquierda, ¿vale?

-¿Cómo?

En eso, sentí fuertemente el sonido del motor de la moto del lado, y escuché El fuerte grito de Isaac.

-¡Tres!

No había entendido nada, entonces, me incliné a la derecha, y me quedé así. Hasta que sentí como mi cuerpo se aflojaba, y la moto giraba en la dirección contraria a la que estaba. Entonces, perdí la fuerza de mi agarre a causa del violento movimiento y caí.
Así es. Caí de la moto mientras estaba con una velocidad impresionante.
Di más de cinco vueltas en el piso, y mi cabeza se golpeó con una roca, hasta que vi absolutamente todo borroso.