Tras el intercambio de Alan, el hermano de Alexa, llega un nuevo chico a vivir con su familia. Isaac, un joven totalmente apuesto, pero un completo idiota rodeado de problemas. Alexa e Isaac, dos personas muy diferentes, pero con un sentimiento en c...
Entramos al bar con Isaac. De la mano. Sabía que debíamos disimular, pero se me hacía muy difícil no tener contacto con su piel. Apenas llegamos, busqué con mi mirada a Aria, quien me miró y luego miró nuestras manos con Isaac, las cuales estaban entrelazadas mientras el me hacía cariño con su dedo pulgar.
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Me puse nerviosa de inmediato, y no por tener que contarle a Aria, de hecho eso sí o sí lo iba a hacer, sino porque recordé en milésimas de segundos gracias a la ayuda de su mirada, que debíamos "disimular".
De golpe le solté la mano y sentí como desvió su mirada a mí, extrañado por mi actitud tan repentina.
-¿Qué pasó?-preguntó un tanto preocupado.
-Debemos disimular-dije susurrando.
-Cierto-dijo entretenido.
Nos acercamos a la mesa con los chicos, para saludarlos y unirnos a la conversación.
Cuando llegué, Aria fue la primera en pararse y saludarme, junto con una mirada penetrante, dándome a entender que quería saber todo acerca de lo que había visto entre Isaac y yo.
-¡Amiga hermosa...! ¿Cuándo me explicarás lo que vi?-preguntó emocionada.
-Pero no aquí...-dije mirando alrededor.
-Vale...
-Genial, sabía que entenderías...
-¡Nosotras vamos y volvemos!-dijo gritando hacia los chicos.
Me cogió de la mano y me empezó a llevar por entre las mesas a unas que estaba disponible y un poco lejos. Entonces di una última mirada hacia donde estaba Isaac, y al toparme con sus ojos, solté una sonrisa de boba.
-¿De qué me perdí?-preguntó sentándose.
Volví a tierra y la miré riendo, para luego sentarme en la silla del frente.
-Vale, chica, afírmate porque te vas a cagar con esto-dije mirándola atentamente.
-¡Oh Dios mío! Vale, suéltalo-dijo ansiosa.
-Terminó con Fiorella, ya no están juntos...-dije sonriendo feliz.
-¡Excelente! Excelente decisión, si esa idiota no tenía nada que hacer en la historia de ustedes.
-El punto es que quedamos en estar juntos...-solté con una sonrisa.
-¡Eres la puta ama, Alex!-dijo fuerte.
-¡Ssh! Lo haremos disimulado, es que... ya sabes. Mi mamá está sospechando un poco y la verdad es que lo enviaría a su país si se enterara de que yo y él tenemos algo-dije con una mueca.
-Pero ya sabes que en algún momento lo tendrá que saber, ¿no es así?-me preguntó.
Y bueno, claramente sí, pero no sabía cuándo. De tan sólo pensarlo me da escalofríos.