(PAUSADA) El idiota de intercambio.

Confesando.

Estábamos parados afuera de la casa desde hace unos cinco minutos. No tenía ni idea si es que papá estaba dentro. Y no quería saber. Tampoco quería entrar.
Estaba muy nerviosa y no me sentía preparada para hacerlo. No lograba armarme de valor. Isaac me había dicho de que esperáramos un tiempo afuera hasta que yo me sintiera segura.
Miraba a la puerta y sentía pavor. No quería entrar.

-Escucha Alexa, es probable que tu padre ya haya llegado y no lo debas decir tú...

-Aún así, no quiero entrar-dije con casi un hilo de voz.

-Evitarlo no funcionará.

-Lo sé...

-Entonces entremos-dijo.

Respiré profundo y sentí como mi corazón se aceleraba cada vez más, con cada paso que daba.
Isaac sacó las llaves de su bolsillo y metió la llave en la cerradura, abriéndola. Y cuando vi la entrada de mi casa, cuando entré, y me paré al lado de la escalera, mirando al living, supe que era el momento. Estaban mis dos padres allí sentados. Papá con los ojos rojos, yo ansiosa y apenada, y mi madre asustada.

-Estaré arriba-susurró Isaac en mi oído, para luego irse.

Subió y yo tragué saliva. Caminé hasta llegar donde ellos, y me senté en un sillón alejado. Mamá nos miraba a ambos, sin entender qué ocurría.
Papá no dejaba de mover su pierna.
Yo, no dejaba de sentir fuertemente el sonido de mi corazón latiendo con rapidez.

-¿Me pueden explicar qué está ocurriendo?-dijo mamá asustada.

-Amanda, Mi amor...-dijo papá.

-¡Ni le digas así!-Lo miré fulminante.

Hubo un silencio eterno. O al menos así lo sentí yo.
Mamá no dejaba de mirarnos preocupada. Y yo, me sentía sumamente presionada, no sé por qué.

-Bruno... ¿Qué pasa?

-Escucha, antes que todo, quiero que sepas que fue un error y que yo te am...

-¡Te engañó!-solté de pronto.

Mamá desvió la mirada hacia mi, y pude ver como se le destrozaba el corazón. Me demostraba que de cierta forma, no lo creía, y que de seguro lo quería oír de papá. Y ahora, el idiota quería quedar bien con el asunto, pero no señores, no sé lo permitiré.
La miré triste, y ella automáticamente derramó un par de lágrimas.

-¿Qué es lo que dice Alexa...?-dijo bajito.

-Amor, yo sólo quería deci...

-¡Explícamelo ya!-gritó.

-Hoy... hoy Alexa me vio con otra mujer.

-¿Qué, qué?-dijo mamá sorprendida al escucharlo de papá.

-Besándonos, en un carro...-dijo bajando la mirada.

-No lo puedo creer...

-Ma, yo...-interrumpí.

-Hija, tú no tienes que decir nada-dijo.

-Escúchame Amor, quiero que entiendas una cosa, yo nunca he dejado de amarte, yo sinceramente...-dijo papá.

-¡Me dejaste de amar desde que te fuiste donde otra mujer!-gritó interrumpiéndolo.

-Déjame explicarte, Cariño...

-¿Qué me estás contando? ¿Qué es lo que me explicarás? ¿Qué yo no te daba el suficiente amor? ¿Qué yo no te prestaba atención? ¿Eso?-dijo alterada.

-Me sentía solo-dijo desviando la mirada.

-¡Yo también me sentí sola y millones de veces, pero jamás, jamás se me cruzó por la mente engañarte con otro hombre! Porque te respetaba, porque te amaba, porque te adoraba, porque eras una persona sumamente importante y jamás me imaginé algo así de ti.