Cartas a Nam Joon (Namjin)

18

—Hyung, ya no más cartas. Necesito atención— Jung Kook suplicaba por recibir la mirada de Jin, quien escribía sobre un papel.

—Ponte a estudiar, Kook. Aprovecha que estamos en la biblioteca y agarra un libro.

—Aguafiestas.

—No seas terco, niño.

El menor se levantó de mala gana para dirigirse a la sección de Ciencias Naturales en busca de algún documento que le ayudara a instruirse para el examen próximo. Mientras tanto, Seok Jin se mantuvo en la mesa, doblando la hoja con cuidado.

Precisamente, luego de la noche del recital, tanto él como Nam Joon no perdieron el contacto; es más, ahora se mensajeaban con mayor constancia e interés.

Varias veces el moreno le había dejado hasta dos papeles de lo largo que era el contenido, incluso, en ocasiones, le pidió ayuda para lidiar con problemas que tenía con su madre.

Ambos se aconsejaban como aquellos buenos amigos a los que uno suele acudir por apoyo ante lo más mínimo. Y es esto lo que lograba poner en suma feliz al estudiante de último año, Kim Seok Jin.

Por otro lado, Nam Joon se sentía cómodo, extrañamente contento por su relación de amistad con el ser aún desconocido.

Después de su turno en el recital de aquella vez, intentó dar con su objetivo hasta el cansancio; sin embargo, no tuvo éxito. Llegó a pensar que la persona de las cartas no fue y que sólo le engañó; no obstante, ésta se lo contrarió con totalidad, relatando hasta el mínimo detalle de esa noche y del cómo le contempló en su búsqueda.

Nam mentiría si afirmara que no le ha vuelto a insistir en un encuentro, sin importar que él tuviese que recorrer el lugar para encontrarle. Lastimosamente, no han vuelto a quedar.

Faltan dos meses y veinte días para que culmine el año escolar. Escribiéndose a diario, y los dos Kim continúan sin verse cara a cara, cosa que Jung Kook y Ho Seok le reprochan con regularidad a Jin, el cual teme por la reacción del moreno o que, en el peor de los casos, no soporte y termine por revelarle sus sentimientos.

—¿Crees que debería ceder?— cuestionó el de anchos hombros a Jeon.

—Sí. Aquí aplica el dicho: "menos charla, más acción"— señaló mientras se sentaba con dos textos en sus manos.

—Concuerdo con él— defendió Ho Seok, quien apareció de repente detrás de ellos. —He venido a estudiar con Jinnie.

—¿Por qué permites que te llame así?— cuestionó Kook al mayor.

—Lo dice por cariño— le respondió el acusado.

—No me gusta. Los van a malinterpretar y ahí sí se van a ir al caño sus enamoramientos— soltó.

—Tranquilo, niño— Ho sonrió.  —Todos saben que tiendo a ser amigable con mis cercanos.

—¿Cómo vas con Taehyung?— Jin cambió el tema.

—Igual que siempre. Me acabó de invitar a la práctica de baloncesto, pero le dije que prefería prepararme para la evaluación de inglés, entonces heme aquí.

—¿No se supone que Nam habla inglés?

—Sí, pero hace días acordó una sesión para Moon, ya que ella va muy mal y le pidió que fuera a su casa para que le diera una clase intensiva.

—Entiendo— susurró con aire decepcionado.

—Pero no te preocupes. Sé que Joonie sólo la ve como una amiga.

—No importa, él puede ver como quiera a quién quiera.

—Hyung está celoso— canturreo Jung Kook, cuya mofa desapareció al ganarse una mirada asesina por parte de su amigo. —O quizá no lo está.

Ho Seok rió antes de voltear hacia Jin y tomarle por los hombros.

—Escucha, Jinnie. Si las cosas no salen como esperas, no le des mucha importancia, pues eres una gran persona y mejores vendrán.

》Apenas empezamos a tratar éste año. Bueno, casi terminando éste año académico, y me arrepiento inmensamente por no acercarme antes.

Me he dado cuenta de que eres gracioso, amigable, honesto, sincero, respetuoso. Podría seguir enumerando, pero no acabaría. Es por ello que debes tener claridad en que estás en capacidad de abrirte al mundo y a sus retos. Del mismo modo, cuentas con todo para amar y que te amen.

No temas del qué dirán, pues eres único. Y estoy consciente de que lo mismo que veo y me atrae a ti, aplica en el caso de Jung Kook. No cualquiera anda de arriba a abajo con un estudiante de un grado inferior, y lo mejor es que eres como un hermano para él.

Jinnie, date la oportunidad de enfrentarte a lo que creas que te traerá aspectos negativos. No lo sabrás hasta que experimentes.

Eres un ser maravilloso. Basta con que des tu confianza para que uno se percate de ello y desee mantenerse a tu lado.

Estoy para ti en lo que sea. 《

Esas palabras era lo que necesitaba el joven de anchos hombros. Mejor dicho, necesitaba un amigo. Y no, no es que Jeon no contara como tal, pero éste nunca entendería los asuntos desde una perspectiva madura como la de Jung.

Entonces ahí estaban los tres, mirándose con sus ojos cargados de comprensión y emoción, comunicándose a través de un notorio lenguaje corporal que denotaba alegría y cariño; en totalidad ajenos al chico castaño que observaba cómo su amigo, aquel que le gustaba, había rechazado su invitación bajo la excusa de estudiar, y ahora se encontraba con el joven que tanto acompaña desde hace un tiempo hacia acá.

Kim Taehyung se sintió mal. Él sabía del constante contacto que estaba teniendo Ho Seok con aquel chico que nadie notaba, y creyó que intentaba ser amable, pero aquello se tornaba tan cotidiano al punto de verse desplazado.

Tae procuró convencerse de que aquello era una simple amistad, pero ahora, Ho le había cambiado por Seok Jin, aquel al que le dedicó esas palabras tan hermosas y que en su caso nunca recibió bajo ningún motivo. Y es que, ni siquiera le ha dicho algo de ese calibre a Jimin, Yoon Gi o Nam Joon.

Esa tarde, tanto Taehyung como Jin partieron a sus casas con extremas emociones.

Por su parte, el primero, conmocionado y con ganas de llorar, se preguntaba hace cuánto estaría Jung escondiendo su amor por aquel Kim.

El segundo, con su corazón latiendo a mil por hora, no sólo por sus amigos sino también porque al ir a meter la carta al casillero de Nam, se dio con que éste le había dejado una, es decir, Kim Nam Joon tomó la iniciativa para escribir primero, y eso le llenaba de gozo.