Cartas a Nam Joon (Namjin)

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"Hola, K.

Es increíble que te siga respondiendo, ¿no?

Créeme que consideré acabar esto, pero me ha sorprendido tu atrevimiento; incluso, mentiría si dijera que aquello no me dio un impulso para escribir de vuelta, más al demostrar que tienes agallas.

Ahora, tu comportamiento me parece interesante ya que después de todo no imaginé que fueras más allá de tu mundo rosita, y sinceramente ésta mecánica me está aburriendo. Esto de mandar y recibir cartas no es lo mío, sin descartar que vivimos en la era digital, donde todo es más fácil y escribir en papel no es necesario y carece de sentido.

Dame tu número y charlemos como personas normales, ¿de acuerdo? Consíderalo, nena, te ahorrarás un buen trabajo.

No me extenderé, tengo otras cosas en las qué centrarme.

Hasta entonces.

Kim Nam Joon."

Jin rió con amargura. Detestable. Además, en qué momento le había informado su género. ¿Quién se creía ese chico tonto?

Sin duda, no cedería fácil ni le daría el gusto a Nam Joon.

Por otro lado, ¿qué pasaría si se enterara que no es una chica? ¿Le incomodaría de sobremanera? Lo más probable es que desapareciera de su vista para siempre. También estaba el hecho de su número. Seok Jin no poseía la disposición para ello, pero la razón principal que ocupaba su mente era la inminente pérdida de la "magia". No era lo mismo hablar a través de cartas, manteniendo al más alto ajeno de la situación, que usar un medio como la mensajería tecnológica.

-¿Qué lees?- alguien a su espalda le hizo pegar un brinco. - ¡Lo siento! No pretendía asustarte.

-Vaya que lo hiciste- le respondió a Ho Seok a la vez que ocultaba el papel en lo profundo de su mochila. Donde su compañero se diera cuenta del escrito se armaría un caos, más aún al saber que el joven risueño era uno de los más cercanos a Nam.

-¿Por qué no caminas? Las clases están prontas a comenzar.

-Yo me tomo mi tiempo- comenté, evadiendo su compañía.

-Entiendo. Está bien, pero procura no demorar; tenemos quiz de química- concluyó antes de seguir su camino.

Jin soltó una exhalación. Si hubiese sostenido el texto más arriba, Jung podría haber leído el contenido y entonces su identidad ante Joon quedaría expuesta y abierta a posibles burlas. Eso era lo último que deseaba. Siempre fue un chico con presencia irrelevante, lo cual le gustaba, pues nadie andaba detrás de él ni la gente se esforzaba en husmear sobre su vida.

Con paso lento llegó a su salón. Restaban cinco minutos para que sonara la campana; sin embargo, el profesor ya se encontraba sentado en su escritorio a la espera de oír aquel sonido que le indicaría el momento para comenzar su clase de forma puntual.

Se sentó en su pupitre y miró alrededor. Las cosas estaban en orden, tan habitual, tan monótono. Se limitó a extraer sus útiles y prepararse para la lección que posteriormente se impartiría.

🖎❤✍

"Hola, Nam Joon.

Es curioso que demuestres interés luego de comportarte como un idiota.

Para tu beneficio, tienes suerte de que no sea alguien rencoroso; razón por la que proseguiré con la charla. Lastimosamente, a través de cartas.

Lo siento, tú mismo lo dijiste en un inicio, no tenemos la confianza suficiente como para darnos esos lujos, pero podemos empezar a construirla, ¿no crees?

Yo te comuniqué aspectos sobre mí, entonces sería tu turno para ello. Ojalá lo hagas en tu próxima respuesta. A partir de ahí podríamos continuar conociéndonos. ¿De acuerdo?

Ahora bien, ¿cuándo te comenté quién soy? Puedo ser una mujer o un hombre, un transexual, un intersexual, un robot, un humanoide. No te creas tan listo, chico tonto.

Estaré escribiendo.

K."

Nam Joon procuró no soltarse a reír. Se suponía que debía estar levemente ofendido; por el contrario, su intriga creció en desmedida, tomando a la persona detrás del texto como un reto, sin descartar que la situación comenzaba a agradarle.

Se lanzó a su cama todavía con el papel en sus manos, observando el techo y prometiéndose dar a como dé lugar con la persona que se esforzaba en ocultar su identidad.

Obviamente, para lograr su cometido se limitaría a seguirle la corriente. En tal caso, primero construiría la confianza.