Cartas a Nam Joon (Namjin)

21

—Jinnie…— Ho Seok observaba con pesar las facciones acongojadas de su amigo, el cual hacía correr lágrimas por sus rosadas mejillas.

—Dijiste que él sólo la veía como una amiga.

—Créeme que no fuiste el único que se sorprendió. Todos quedamos impactados al enterarnos de eso.

—Lo verídico es no continuar con esto.

—Pero no eches atrás, es decir, al menos presentate y brindále tu amistad.

—Por unos instantes consideré esa opción, pero no me considero capaz de actuar como un amigo, de tratarle como tal cuando mis ojos estarían abarcando una esperanza vana.

》Ahora mismo me arrepiento de haber mandado esas cartas. Nunca debí aguardar por una situación tan poco probable.

Qué tonto soy. 《

—Iré a golpear a ese idiota— dictó Jung Kook con decisión, levantándose de las gradas en las que se sentaban.

—Tranquilo, niño— Ho Seok le jaló del brazo. —La solución es olvidar el asunto, no darle importancia. Sólo restan dos meses para que ésta etapa se quede atrás, y con ello nuevas vivencias aparecerán.

Jeon bajó su cabeza al recordar que dentro de un diminuto tiempo su mejor amigo se marcharía a la universidad  y que entonces le tocaría guardarse sus historias y bromas para cuando el mayor contara con disposición.

Porque era así. Kook confiaba ciegamente en Jin, y el hecho de no verle con cotidianeidad le frustraba. Desconocía las opciones para superar el resto de su formación académica sin la compañía del chico de anchos hombros.

—¿Qué pasa?— Kim inquirió al ver decaído a su pequeño amigo.

—Creo que te extrañaré.

—¿Crees?

—Te voy a extrañar— admitió sonriendo con tristeza.

—Debes conseguir otras personas. Sabíamos que éste momento llegaría tarde o temprano.

—Nadie es como tú. No me acoplo con los demás.

—¿Qué hay del niño que siempre te busca?

—¿Yugyeom? ¡Nada qué ver!

—¿Por qué? Parece muy bueno.

—Me fastidia.

—¿Por qué?

—Porque sí y punto.

—Seguido. Él no te ha hecho nada malo. No seas terco, Jeon Jung Kook; ni se te ocurra andar solitario por el resto de los años.

》Yo al menos te tenía a ti, y al final a Ho Seok, pero no concibo que te cierres por mero capricho. 《

—Ninguno te iguala, ninguno me escuchará como tú lo haces, ninguno me va a cuidar ni se preocupara al grado que tú.

—Es cierto, soy único, pero por qué no pruebas y descubres si en verdad no hay alguien más que cumpla con lo que yo realicé. Promete que intentarás conseguir otras amistades y que, por favor, pararás con el rechazo hacia ese pobre niño Yugyeom.

—No me comprometo.

—Kook— Jin le observó inquisitivamente a la espera de lo que deseaba oír.

—Está bien— masculló, ganándose un abrazo eufórico del mayor, quien no detenía la presión de sus extremidades sobre el cuerpo del menor.

—Te quiero tanto, Jung Kook— soltó el de hombros anchos mientras llenaba de besos fugaces la cabellera de Jeon, al cual no le molestaba la atención recibida.