Dos meses para el final del período académico.
Jin se ha convencido de manifestar su nombre ante Kim Nam Joon luego de leer el último texto recibido:
"Hola, K.
Me encontraba analizando, con calendario en mano, que en dos meses se acaba la vida de mero estudiante y que la universidad está cada vez más próxima. A eso súmale el hecho que aún no nos conocemos.
K, ansío verte, conocerte más a fondo. No sé cómo es tu risa, desconozco tus expresiones al presenciar algo desagradable.
Por las cartas que hemos compartido, sé que congeniaríamos a la perfección (aunque comenzamos mal por mi culpa, y lo siento por ello). Espero que tengas claro lo mismo.
Cambiando el tema, a que no te imaginas lo acontecido en mi grupo de amigos.
Mínimo has visto o has escuchado de Kim Taehyung y Jung Ho Seok, si no, son los dos chicos que más ríen y siempre están felices. Bueno, el punto es que son pareja. ¡Sí!
La verdad es que me puse más dichoso que ellos, ya que con anterioridad poseía conocimiento a cerca de lo enamorado que está Tae. Entonces fue genial presenciar aquellas emociones consumadas en una relación.
En fin, estaré atento a tu respuesta.
Recuerda pensar la idea de por fin vernos.
Nam Joonie."
🖎❤✍
"Hola, Nam. ¡Me alegra en demasía que tus amigos hayan logrado descubrir el amor entre ellos!
Diles que les deseo lo mejor a pesar de que no me conozcan. Siempre es excelente recibir gratas noticias, las cuales mejoran el día de uno. Ojalá permanezcas a su lado, apoyándolos.
Con respecto a lo poco que falta para acabar éste ciclo, te informo que yo también he estado reparando en lo rápido que se pasan las semanas. ¡La graduación está a la vuelta de la esquina! Somos demasiados los que tendremos diploma, ya imagino lo larga que será la ceremonia.
La incredulidad me controla al sentarme a reflexionar sobre los distintos caminos que se alzan debido a lo anterior.
¿Y sabes? De igual modo he analizado tu propuesta, aquella que me has formulado con insistencia desde que recuerdo. Y para el impacto de los dos, accederé a tu petición.
Nos vemos mañana a la hora del almuerzo en el salón de arte. No hay broma ni juego de por medio. Sólo tú y yo cara a cara.
Hasta entonces,
K. "
Nam Joon releyó la letra afirmada en el papel. Su corazón latía como locomotora al repetirse mentalmente que el momento había llegado.
Sus manos temblaban, amenazando con destrozar el delicado objeto que yacía entre ellas, pero no podía culpar a sus reacciones, pues, luego de dos meses de mensajería con aquella persona, al fin descubriría quién se escondía detrás de los bellos trazos que solían ser recalcados con lapicero rosa.
—Si no estuvieras sonriendo, apostaría que estás al borde de un infarto— Yoon Gi le observó interrogante.
—Nada lejano a la realidad— respondió el moreno, guardando la hoja en su maletín para evitar que le ocurriera algo malo.
—Habla. Lo que sea que diga esa carta te ha transformado en un idiota de un instante a otro— soltó risueño el pálido a la vez que se quitaba los audífonos para disponerse a su amigo.
—Nos vamos a ver en persona— anunció Nam, enseñando sus hoyuelos.
—¿Quiénes? ¿Tú y el o la que escribe las cartas?
—Exacto.
—¿De verdad?— Min no lo podía creer. —¡Yah! Eso es asombroso, ahora entiendo tu felicidad. Pero, ¿por qué a todos les salen las cosas como lo desean? Es decir, saldremos de aquí y Jimin continuará sin hacerme caso.
Kim carcajeó ante el tierno reproche del más bajo.
—Quizá la opción es confesarte.
—¡Ni loco! Él lo hará tarde que temprano.
—Entonces suerte con la soltería— Joon rió para luego levantarse de su asiento, posar la mano en el hombro de Min y, acto seguido, salir del salón. Era hora de partir a su casa.
Caminó por el establecimiento hasta dar con el parqueadero, donde su hermoso carro, regalo de sus padres, le recibió para encaminarlo a la calidez de su hogar.
—¿Me extrañaste, bebé?— preguntó Nam mientras acariciaba uno de los asientos delanteros del vehículo.
—Es raro que hables con tu auto— la voz femenina sobresaltó al moreno, quien se volteó a confrontar al ser que estalló su burbuja. —Tranquilo, no le diré a nadie.
Moon Hee dio tres pasos hasta quedar frente al más alto. Le examinó mínimamente antes de regresar a la conversación:
—Namie, ¿llevas prisa?
—No, ¿necesitas que te conduzca a tu casa?
—Primero me gustaría comentarte algo.
—Te escucho— Nam Joon apoyó su cuerpo en el carro, listo para oír a su amiga.
—Esto no es fácil— la fémina rió nerviosa.
—¿Qué sucede? ¿Te metiste en cosas malas?
—¡No!— volvió a reír, regulando su pulso.
—Sólo bromeaba.
La chica inhaló e invocó la valentía que había estado reuniendo semanas antes.
—Nam Joon, sucede y acontece que me gustas— soltó de repente, sorprendiéndolos a ambos por el impacto de las palabras. No era hora de echarse atrás. —Yo estoy muy enamorada de ti. Al principio te veía como un amigo, como un hermano, pero con el tiempo eso ya no fue suficiente; te empecé a apreciar como hombre.
》Hoy te confieso mis sentimientos con el propósito de liberar aquello que tanto he guardado y, si es posible, recibir una respuesta de tu parte.
Me encantaría establecer un noviazgo contigo; sin embargo, no te presionaré a que respondas ahora. Permítete unos días para pensarlo. Aunque no niego que internamente me muero por que aceptes en el instante.
Nunca te dediqué algo así. Hay una primera vez para cada cosa en la vida, por lo que me inspiro para confesarte que te adoro, Kim Nam Joon. 《
Okay, eso sí fue sorprendente.
El chico no sabía qué hacer, qué articular con sus labios. ¿¡Qué procede cuando tu mejor amiga te da semejante revelación!?
Nam estaba en blanco; desconocía el rumbo de la situación. Temía negarse y con ello lastimar a la mujer, pero también le incomodaba acceder por el simple hecho de no destruir su corazón y que con eso se alejara.
Apreciaba mucho a Moon Hee; saben todo el uno del otro; no obstante, no aseguraba verse como pareja de ella.
—¿Nam?— ella le observaba a la espera de la mínima sílaba.
—Moon, yo…
El moreno recordó a K y sus cartas, el cómo esa persona se adueñó de su atención en un dos por tres, en cómo le buscó con ansias las veces que asistieron a los mismos sitios, en cómo se aconsejaban, en cómo sonreía al ver un papel manchado de tinta rosa en su casillero, en cómo le emocionó la noticia de su próximo encuentro, en cómo le había dejado de importar el género de aquel ser.
La confusión se apoderó de él, pero rápidamente la carga moral y ética, la que te guía por lo "correcto", nubló su conciencia y le controló a la hora de dar el veredicto.
—Vamos a intentarlo, Moon.
Con esa frase selló la nueva relación, cuya noticia se expandió de tal forma que, para la noche, la totalidad de la promoción se encontraba enterada al respecto.
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Cartas a Nam Joon (Namjin)
FanfictionÚltimo año de escuela. Tan próxima la universidad. Seok Jin tiene dieciocho años, de los cuales, los últimos cinco ha estado enamorado de su compañero: Kim Nam Joon, al cual, desde siempre se limitó a observar desde lejos, apenas cruzando un mínimo...