Cartas a Nam Joon (Namjin)

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—¡Un aplauso para los nuevos graduados!— el rector del plantel educativo incitaba a los invitados a la ceremonia a que brindaran un gesto de agasajo a los jóvenes agrupados en el frente, todos posando con su diploma y mostrando una apariencia totalmente adecuada para la ocasión.

Kim Seok Jin enseñaba su mejor sonrisa, dedicándole el triunfo a su familia, quienes, desde el público, mostraban expresiones de orgullo al último integrante nacido en su núcleo.

A un costado de un pulcro y refinado Jin, posaba un contento Nam Joon, quien exhibía su diploma y una medalla por ser el mejor académicamente. Aunque para ninguno era un secreto que él lograría aquello.

Una vez bajaron de la plataforma dispuesta para el evento, los estudiantes salieron corriendo a los brazos de sus acompañantes, los cuales felicitaron de la mejor manera a los jóvenes. Entonces las fotografías del recuerdo comenzaron.

— Hyung, primero conmigo, por favor— pidió Kook a la vez que sonreía tierno a los señores Kim.

El menor se posicionó al lado de Jin y ambos posaron para la cámara de la mamá de Jin, la cual, apenas tomó la foto corrió a sacar una fotografía familiar.

Por otro lado, Nam Joon replicaba la misma actividad de todos en aquel momento; recibiendo los halagos y palabras de mérito que le dedicaban los que le habían ido a acompañar en esa ocasión tan especial.

—Sun— el moreno llamó a su hermana.

—¿Sí?— la chica atendió sin despegar la vista de las fotos que recién capturó.

—Vamos donde mi novio, quiero una con él.

—¡Claro!

Nam caminó hasta el joven de anchos hombros y le abrazó por detrás, sorprendiéndolo en el acto, lo cual sacó una sonrisa tierna al rapero.

—Felicitaciones, Jinnie— susurró en el oído del susodicho, quien tembló ante la voz suave y cautivadora que empleó su novio.

—Enhorabuena, señor Kim, hemos alcanzado un nuevo logro, juntos— respondió el de tez clara, dándose vuelta y rodeando la nuca de su chico con la ayuda de los brazos.

—¿Deberíamos basarnos para celebrar?

—¿Y escandalizar a los presentes?

—Te recuerdo que oficialmente somos egresados de éste plantel, es decir, ya no nos pueden enjuiciar por lo que hagamos.

—Bueno, ellos no pero la sociedad coreana sí así que…

Nam rodó los ojos con diversión y posó sus manos sobre la cintura de Jin, quien, apartando su faceta cohibida, acercó su rostro al contrario casi rozando sus narices.

—¿Sabes?— habló el mayor. —Que piensen lo que se les antoje, al final no debería de importarnos.

—Eso quiere decir que…

—Bésame, Kim Nam Joon.

—Me agrada tu determinación.

RM cortó la distancia, de modo que no demoró en unir sus labios sobre los de Jin, ambos gustosos por el contacto cuyo impacto fue demostrado por las personas alrededor que les prestaron atención.

El hermano de Seok Jin quedó boquiabierto, luchando internamente por decidirse a interceder; sin embargo, sus progenitores contemplaban calmados y con afecto la linda imagen que proyectaba su hijo junto a su pareja.

Varios gritos ahogados, a lo mínimo de indignación, se oyeron; no obstante, los pasaron por alto.

Sun aprovechó el momento y, enfocando su cámara, apuntó a los chicos que se daban aquel beso casto y delicado, para después inmortalizarlo en el aparato.