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Seok Jin reía con sarcasmo. ¿Ese chico estaba chantajeándole con una personalidad evidentemente falsa? Porque eso era lo que pensaba con convicción, es decir, tan sólo bastaba con volver a leer la carta que recogió  esa mañana para convencerse con totalidad sobre ello.

Las letras de trazo legible y de color azul enmarcaban el siguiente mensaje:

"Hola de nuevo, K.

Es un placer volver a escribirte.

Lamento mi presura al llamarte con un apelativo femenino sin siquiera poseer el completo conocimiento de tu identidad sexual. Mis disculpas por eso.

En cuanto a mí y mis gustos, según lo que me pediste con tu carta anterior, enseguida te afirmo que soy un esclavo de la música, se me es imposible vivir sin ella. En mis tiempos libres suelo componer canciones e incluso rapeo por mera inercia. Ya hace parte de mí. Si decides pasarme tu número, quizá te mande alguna de mis creaciones.

Normalmente tomo el liderazgo en distintas situaciones, a la vez que se me da pleno el hecho de conciliar ante las problemáticas.

También tengo una personalidad ambiciosa. Cuando me propongo conseguir algo o lograr alguna acción, lo alcanzo a como dé lugar.

No sé qué más desees conocer. Si te quedó alguna duda, no temas en responder.

Cuídate mucho.

Kim Nam Joon."

Jin no paraba de reír. ¿En qué momento, Nam, se decidió a comportarse de tal forma? Era extraño.

Mientras que el joven de anchos hombros se burlaba de lo irónico de la situación. Joon, se halagaba a sí mismo a la vez que almorzaba con sus amigos; estaba convencido de que modificando su léxico y su forma de dirigirse a la persona aún no conocida, lo tendría en la palma de su mano y de esa forma descubriría su identidad.

Nada podía fallar.

—¿Irán a la fiesta de MinHo el viernes?— preguntó Jimin.

—Prefiero quedarme en casa— respondió Yoon Gi.

—Yo sí iré— comentó  Moon Hee. —¿Qué hay de ti, Namie?

—Tal vez.

—Por favor, ve. Hace tiempo que no vamos juntos a una fiesta— suplicó la chica.

—Lo pensaré, pero no te emociones.

—Espero que accedas.

Ho Seok estuvo a punto de confirmar su asistencia, sin embargo, se centró en su compañero, aquel con el que trabajó días antes, al cual no dudó en llamar.

—¡Kim Seok Jin!— exclamó con entusiasmo.

El nombrado le escuchó; no obstante, al notar quién era el usuario de aquella voz, y percatarse de su compañía, optó por continuar, como si no hubiese oído nada.

Eso no fue impedimento para Jung, quien se levantó y fue corriendo hasta su objetivo.

—Hey— saludó una vez le alcanzó.

—Hola— Jin aún caminaba lejos de la mesa.

—¿A qué se debe la prisa? Todavía no acaba el almuerzo.

—Debo ir por alguien— se excusó. Obviamente era mentira porque ese día ni siquiera podía ver a Kookie, ya que éste se encontraba en una salida de campo.

—Oh, bien, no te quito mucho tiempo. Únicamente quería saber si irás a la fiesta de MinHo; habrá buena música, comida y bebida. Todo el curso está invitado.

—¿Choi MinHo?

—Ese mismo.

—Lo siento, no iré; además, él no me ha participado al menos dicha invitación.

—Mentiroso. Él dijo que todos estaba…

El de nariz respingada decidió callar y en cambio reemplazar sus palabras.

—Enserio no sabías nada.

—Pero no hay problema. Nunca le presto atención a esas cosas.

—Entiendo. En todo caso, igual puedes ir, yo estaré ahí; entonces…

—No, gracias. Eres muy amable, pero ese día ya lo tengo ocupado— mintió otra vez.

—Vale. Si lo deseas, te doy mi número en  ocasión de que cambies de opinión.

—No creo que lo haga.

—Igual lo vas a guardar.

Ho Seok agarró la mano de Jin y apuntó su celular con un lapicero que sacó de su bolsillo.

—Escríbeme un mensaje para agendarte, ¿de acuerdo? No te quito más tiempo. Nos vemos después.

Jung se despidió con una sonrisa. Del mismo modo, Seok Jin asintió con levedad y salió del lugar.

—¿Eres amigo de él?— interrogó Jimin.

—Es lo que aspiro a ser.

—Nadie sabe algo sobre él. Es demasiado alejado— dijo Nam.

—Él me parece raro— comentó la única mujer del grupo. —Sólo habla con un chico de grado inferior.

—Entonces con más razón me acercaré— se apoyó Ho.

Y es que eso era lo que buscaba el joven de gran sonrisa y aura resplandeciente. Ha vislumbrado en aquel ser tan apartado una oportunidad de genuina amistad, un chance de demostrarle que sí es notado y puede confiar así sea en un compañero de todos los que le han rodeado en el camino escolar.

Sus intenciones se inspiraban en aquello y nada más, pues de ahí a posar su atención en el amor, entonces le tocaría fijar su mirada en el adorable chico de sonrisa cuadrada: Kim Taehyung.

Cartas a Nam Joon (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora