22: Sueños Cumplidos.

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Sin duda la vida había dado un giro de 360° grados.

Para empezar todos me respetaban por ser el kōhai de Miku-Senpai, cosa que pensaban que nunca pasaría.

Algunas personas me admiraban por volverme el novio de Miku-Senpai. E inclusive me pedían consejos amorosos.

Cuando nos dímos el beso en frente de todo la escuela, al día siguiente aparecimos en el diario escolar.

Al parecer era la noticia del año que la solitaria vicepresidenta escolar tuviese kōhai y que este fuese su novio.

Y me di cuenta de que aunque parezca ruda, Miku-Senpai es bastante cariñosa.

Le gustaba que le diese besos en las mejillas, aunque se le coloreasen cuando lo hacía de sorpresa; también amaba abrazarse conmigo, podíamos pasar todo el día abrazados. Algo que yo amaba era andar de la mano, sentía que la aquamarina era mía, mía y sólo mía.

Ah, lo olvidaba, también le gustaba tocar mi cabello. Lo hacía en cualquier momento, a veces lo trenzaba o lo peinaba, le gustaba.

Inclusive lo estaba haciendo en este momento.

Nos hallábamos en un parque cercano a la escuela, estábamos debajo de un ciruelo que comenzaba a mostrar capullos de flor.

—Hey, pequeño sol.—Dijo Miku-Senpai.—Ya está oscureciendo, creo que debemos marcharnos.

—Ah, está bien, Miku-Senpai.—Contesté y comencé a caminar junto a ella.

—¿Dónde está tu casa?—Consultó.

—Eh, está unas cuadras más adelante.

Caminamos en silencio, tomados de las manos.

Llegamos al departamento que compartía con Gumi, abrí la puerta y rogué que no estuviese desordenado.

Al parecer no lo estaba.

—Adelante.—Dije y dejé las llaves en la mesa.

Miku-Senpai inspeccionó el lugar con la mirada. Esta topó con la habitación de Gumi.

—¿Vives con alguien?

—Con Gumi.—Dije y comencé a preparar té.—El gobierno nos asignó juntos por la beca que tenemos, así nos conocimos.

—Ah...

Miku-Senpai guardó silencio, aunque fruncía el ceño y jugaba con sus manos, al parecer estaba molesta.

—Tenga.—Le serví té.

—Gracias.—Dijo y comenzó a beber en silencio.

El problema era que aquel silencio se hacía más y más incómodo. Bebí un poco de té.

—¡Ay!—Exclamé. Me había quemado la lengua.—Me ha pasado por estar en la luna.

La aquamarina me miró preocupada.

—¿Estás bien?

—Sí, sí, sólo me quemé un poco la lengua.—Hablé. Y ella se comenzó a acercar.

Quedamos sin espacio entre nosotros.

—¿Qué te había dicho, Len?

—Eh...—No recordaba que cosa me había dicho.

—Quiero que te cuides, ¿Puedes hacerlo? Porque si no lo haces me molestaré mucho.—Dijo y frunció el ceño. Para después acercarse más a mí.—Aunque creo que deberé enseñarte a como cuidarte.

Juntó nuestros labios en un beso.

—Te besaré hasta que aprendas a cuidarte.—Declaró y comenzó a besarme en todo el rostro.

—¡M-miku-Senpai!—Reí por las cosquillas.

¿Es posible más felicidad?

—¿Sabe? Creo que mi sueño se cumplió al estar con usted.—Sonreí.

{Narrador Omnisciente}

Mientras que por otro lado de Osaka, dos jóvenes estaban en el hogar de uno de ellos.

—¡No sé qué hacer, Flower! ¡Aquel mocoso no me puede haber vencido tan fácilmente! —Despotricaba Yuma.

—Creo que debemos aguardar, Yuma.—Habló la peliblanca.—Tenemos que tantear el terreno, yo me haré más cercana al amigo de Len y en cualquier momento lo atacaremos por la espalda ¿Okey?

—Es un buen plan, sólo debemos esperar el momento indicado y le mostraré a Len Kagamine que soy mejor que él.—Sentenció.

Un juramento que no podría ser tan fácilmente cumplido.

Pero no imposible.

16/08/18

¡Miku-Senpai!┆LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora