43: Inicio del Final.

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El día estaba tan soleado, que mis ojos dolían por el gran sol que había. Aunque sonaba negativo, realmente me sentía mal por el clima.

Nuestra amistad se había roto y el mundo seguía girando sin que le interesara. Tampoco es como si yo fuese la persona más importante, para que algo ocurriera por mi tristeza. Sin embargo, sentía que el sol se burlaba de mi sufrimiento.

Dios, tengo un mal presentimiento.

—Hola, Len.—Saludó Gumi.—Te fuiste antes...

—Sí... Yo necesitaba caminar solo, debía reflexionar un poco.

—Comprendo.—Soltó.

Seguimos caminando lentamente hasta llegar a aquella entrada. Y aunque me lo imaginaba, me dolió demasiado.

Fukase no nos esperaba en la entrada.

Decidimos apurar el paso y llegar lo más rápido posible a nuestra sala. Curioso fue que tampoco estaba allí el pelirrojo.

Miré a Gumi, por obviedad ninguno sabía donde se hallaba nuestro ex amigo. La campana sonó, el profesor entró y la clase comenzó.

Ése fue el inicio del final.

(...)

—Len, vamos a almorzar.—Me dijo Gumi. El tercer período había acabado. Así que nos correspondía ir a comer. Tomé mi bento y me dirigí al comedor.

El silencio de nuevo nos acompañaba. Era como si hubiésemos perdido todas las ganas de hablar. Supongo que aún seguíamos en shock por todo lo ocurrido.

—Len, Gumi.—Oímos una voz que nos llamaba.

—Fukase.—Dijimos al unísono.

—Creo que debo disculparme, mis acciones y palabras no fueron buenas. Me dejé manipular por Flower, por favor acepten mis disculpas.

Algo había mal.  Aquellas fueron las disculpas más falsas que he oído. Miré a Fukase, no me miraba a los ojos. Estaba mintiendo.

Gumi se iba a lanzar a abrazar al chico, pero me anticipé y hablé.

—Fukase, ¿Qué demonios ocurre?

Él me miró.

—Len, amigo, sólo me estoy disculpando con ustedes por las cosas que hice ayer.

—No, Fukase, esas no son disculpas, esas son palabras vacías.—Conecté mi mirada con la suya. Por primera vez pensé que sus ojos eran rojos como la furia.—¿Qué hicimos para que nos odies?

Rompió la conexión y miró el suelo. Las voces de los demás alumnos eran tan fuertes. Oía como hablaban de nosotros. Estábamos haciendo un escándalo.

—¡Dime que hice mal! Fukase, dímelo, así trataré de no volver a hacerlo. Si en algún momento te hice sentir mal, perdóname. Nunca quise tratarte de esa forma.

—Cállate.

—No, Fukase, no me callaré hasta que me digas lo que ocurre y me perdones.

—¡Cierra la boca, Kagamine! ¡O sino la culpa me inundará!—¿Qué? ¿A qué se refería?—Vete, Len, vete de este lugar ahora mismo.

Las voces comenzaban a marearme.

—¿Fukase?—Habló Gumi.

—¡Váyanse! ¡Yo soy la distracción! ¡Me mandaron como carnada para ustedes! Váyanse ahora que pueden.

Toda la atmósfera se sentía tirante. Las miradas estaban sobre nosotros. Se oyó un agudo silbido. Alguien exacto a mí pasó corriendo y llorando por mi lado.

—¿Rin?—La iba a seguir. Pero algo que nunca olvidaría ocurrió.

—Oh, joder.—Dijo la presidenta. Luka había dicho una grosería. Algo malo ocurría.

Miré lo que ella veía.

Miku-Senpai y Yuma se besaban.

Y todos se callaron. Dejando la escena en un silencio total.

¿Qué mierda estaba ocurriendo?

Yuma se atrevió a manosear la espalda de la aquamarina y a profundizar el beso. Podría jurar que sabía que yo estaba ahí. El pelirrosa sabía que me estaba humillando frente a toda la escuela.

De repente Miku se separó violentamente. Limpió sus labios. Y le dio una cachetada a Yuma.

Una cachetada que se oyó en todo el comedor.

—¿¡Qué rayos sucede contigo, Yuma!?—Vociferó molesta.—¡Tengo novio! ¿¡Cómo te has atrevido a besarme!?

—Niégame que ha sido tu mejor beso.—Dijo burlón.

Miku lo tomó del cuello de la camisa.

—Como me vuelvas a tocar de esa manera, pierdes todos tus dedos, bastardo.—Amenazó. En vez de asustarse, Yuma rió.

—Veo que eres igual a tu hermano, Miku.—Hatsune abrió los ojos sorprendida. Luka igual.

¿Yuma sabía lo de la máfia azul?  ¿Cómo y por qué?

Tomando cartas en el asunto, Luka separó a Miku de Yuma.

—Miku-Chan, cálmate. Todos están viendo, y no necesitas que sepan de tu hermano.

La de ojos celestes respiró hondo un par de veces. Asintió y se alejó de Yuma. Corrí hacia ella.

—¡Miku-Senpai! ¿Estás bien?

Intenté abrazarla. Pero se negó. Estaba demasiado exaltada.

No comprendía que estaba sucediendo
hasta que ella me miró preocupada.

—¡Maldita sea! ¡Len! ¿Dónde rayos está tu hermana?

Sin esperar respuesta salió corriendo. Yo la seguí. ¿Le ocurría algo a Rin? Necesitaba verla. Ahora tenía una presión en el corazón.

Cuando llegamos a la entrada, supimos que habíamos llegado tarde. Un grupo de hombres rodeaban a Rin, que estaba vestida con un uniforme masculino. Le colocaban un saco en la cabeza y la metían a una camioneta.

Todo en frente de mis ojos. Habían raptado a mi hermana al frente mío.

Ni siquiera lloré. Las manos me temblaban. Recuerdo a Miku-Senpai diciendo un millar de maldiciones, mientras sacaba su celular y llamaba a alguien.

Y arriba, en el cielo, el sol se burlaba de nosotros.

El sufrimiento ha iniciado, totalmente oficial.

Los imagino en plan "wow, celesty actualizó, leamos algo fel... ¡oH, EStoY llORanDO!

Jaja, bienvenidos a lo peor.

Adiós.

3/03/19

PD: ¿Alguien se arriesga a decir quién o qué secuestró a Rin? ¿Y por qué?

¡Miku-Senpai!┆LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora