¡Miku-Senpai!┆LenKu

40: Chocolates.

Todos los medios de comunicación lo informaban. Pronto sería San Valentín. Y yo estaba totalmente preparado para éso.

Porque este sería el primer día de enamorados que pasaría con Miku-Senpai.

Aquel día teníamos clases, así que no podría invitarla a salir o hacer algo más preparado. Sin embargo, tenía mi carta secreta.

Hacerle chocolates.

—¿Chocolates?—Preguntó Gumi.—¿Pero no es eso lo que hacen todos los estudiantes?

—Creo que tu "carta secreta" es conocida por todo el mundo.—Se burló Fukase.—De todos modos, hazle chocolates a Miku. Pienso que es lo más romántico que puedes hacer.

—¡Haré los mejores chocolates de la historia!—Exclamé.—Ahora el dilema es como los haré, con que los rellenaré y como los decoraré.

Aunque parecieran detalles tontos, esas cosas eran importantes.

Ya que mis chocolates debían ser perfectos como Miku-Senpai.

—Yo también le haré chocolates a alguien.—Comentó Gumi.—¿Y tú, Fukase? ¿Le harás a Flower?

—No soy bueno con la cocina, así que simplemente compraré unos.—Dijo, sin más. Como si en el fondo no quisiera dar aquellos chocolates.

—Entonces, supongo que debemos ponernos manos a la obra.—Dije.—¡Hagámoslo!

(...)

Dos días y cinco horas después nos hallábamos maldiciendo en la cocina.

—¡Maldigo a la persona que dijo que se debían regalar chocolates en San Valentín!—Exclamó Gumi, al ver como sus chocolates no tenían sabor, ni forma.

—T-tranquila, Gumi.—Dijo Fukase.—Lo lograrás...

—¡Pero mira, Fukase! Estos chocolates siguen líquidos, a pesar de que llevan media hora en el horno.

La miramos con ojos decepcionados.

—Gumi, los chocolates no se meten al horno, se meten al refrigerador.—Dije, explicando lo obvio.

Ella parpadeó lentamente.

—Oh. Éso tiene sentido.

Colocó sus creaciones en el congelador. Yo por mientras seguí revolviendo mi mezcla.

Era primera vez que hacía chocolates, pero tengo experiencia en la cocina, así que no pensaba que me fuese muy complicado. Y no lo fue, sólo derretir el chocolate, mezclarlo con otros ingredientes y darle una linda forma.

Como éstos eran para Miku-Senpai, su forma eran de corazón. Al acabar los puse en el congelador.

—Veo que finalmente sí le hiciste chocolates a Flower.—Comenté.

—Pues sí... Me di cuenta de que Flower-Senpai merece algo mejor que chocolates comprados.—Contestó Fukase.

No quise seguir hablando. Flower es aliada de Yuma, por lo que es mi enemiga aunque sea el amor plátonico de mi mejor amigo.

—¿Y tus chocolates para quién son, Gumi?

—A-ah, esto... Son para una amiga del consejo estudiantil.—Fue lo único que dijo.

—¡Nuestra Gumi está enamorada!—Grité. Y la abracé.—Has crecido tanto.

El pelirrojo se secó unas lágrimas falsas.

—Y antes pasabas San Valentín con chicos de anime.

—¡Hey, mi cita de San Valentín con Oikawa* fue la mejor de la vida!—Reclamó.—¡Y tú no puedes decir nada, tomate! Odiabas el 14 de febrero y te encerrabas en tu habitación para no ver a las parejas melosas.