25: Cumpleaños ¿Infeliz?

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{Narra Miku}

No había podido volver a hablar con Len desde la cita, y aquella había sido hace ya tres días.

He estado bastante ocupada con el trabajo de vicepresidenta, Yuma y Flower me han retenido con ellos en la mayoría de recreos y Len tampoco se ha acercado a mí.

Mi primera relación y dura una semana.

Wow, un récord.

—Señorita Miku, despierte.—Una empleada entró a mi cuarto y abrió las cortinas.—Tiene veinte minutos para prepararse, su hermano desea tomar el desayuno con usted.

Con pereza me levanté y me quité mi camisón de dormir, me coloqué mi uniforme escolar y salí de mi habitación.

—Buenos días, señorita Miku.—Corearon todas las empleadas que estaban colocadas a ambos lados del pasillo.

Incliné la cabeza en forma de saludo, y recorrí rápidamente el pasillo que me llevaba a la escalera principal. Bajé los escalones con suavidad y me dirigí al comedor.

Sus cabellos azulados eran iluminados por los rayos de sol que se infiltraban por el ventanal tintado. Su mirada se encontraba seria, con sus dedos marcaba un ritmo en la mesa. Levantó la vista y me vio.

Sentado en la punta de la mesa estaba ahí, mi hermano mayor, Kaito.

—Oh, Miku, siéntate, es hora de desayunar.—Habló.—Felíz cumpleaños, hermana mía.

—Gracias, Kaito.—Dije y me senté.

Él me acercó una caja adornada con un lazo celeste.

—Ten un regalo de parte mía.

Abrí la caja, dentro de esta había un collar simple de piedras preciosas.

—Es hermoso, hermano.—Dije, tomándolo.

—Es para adornar el vestido que te compré, hoy habrá una fiesta para celebrar tu cumpleaños, vendrán algunos amigos.

Fruncí el ceño al oír eso.

No me agradaban los amigos de Kaito.

—Lamento decirte que no puedes invitar a Luka, pero la invité para mañana, para que se quede a dormir acá.

—Gracias, supongo.—Dije sin saber como salvar esta conversación.

Tomé mi taza de té y bebí un sorbo.

Un felíz cumpleaños.

(...)

—¡Felíz cumpleaños, Miku!—Luka corrió a abrazarme. Ya había llegado a la escuela y había subido a mi salón.—¡Crecen tan rápido!—Se secó una lágrima falsa.

—Gracias, Luka, lamento que Kaito no me haya dejado invitarte a la fiesta.

—Prefiero no estar con los amigos de Kaito, son algo...

—Te entiendo.—Luka me dio un pequeño presente; un álbum de fotos nuestras.—Por Dios, lo adoro, gracias, Luka.

Ella sonrió y las clases comenzaron.

Miré a la ventana, realmente me daba igual la clase de historia, me iba bien en esta así que no importaba si no ponía toda mi atención.

El segundo año estaba en clases de educación física, mi atención se dirigía al dorado cabello de mi pequeño sol.

Len nunca miró a la ventana de mi clase, y sé que él siempre lo hace.

¿Acaso murió el amor?

¡Miku-Senpai!┆LenKuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora