Capítulo 18

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Nee... Aizen tou-san?

Capítulo 18

Por ahora todo iba bien, tal y como se esperaba, la Sociedad de Almas había ido a detenerlo, incluso habían transportado la verdadera Ciudad Karakura para que los humanos no corrieran riesgo. No era algo que estuviese en sus planes, pero no se preocupaba, con eso no lograrían nada, no era un obstáculo para su objetivo.

- Stark, Barragan, Harribel, vengan aquí - llamó a los tres Espadas más poderosos bajo su mando, quienes aparecieron a través de gargantas junto a sus fracciones.

Luego de un breve intercambio de palabras, Yamamoto encerró a los tres ex capitanes con las llamas de Ryujin Jakka.

- ara..? Si que hace calor, no? - comentó Gin sin perder su tono bromista a pesar de la situación - y ahora qué hacemos? No podemos divertirnos encerrados aquí - volteó a ver al castaño, quien se mantuvo en silencio unos segundos.

? Si que hace calor, no? - comentó Gin sin perder su tono bromista a pesar de la situación - y ahora qué hacemos? No podemos divertirnos encerrados aquí - volteó a ver al castaño, quien se mantuvo en silencio unos segundos

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- esperaremos. La batalla acabará por si sola, sin que tengamos que mover un dedo - habló calmado.

Escuchó que Barragan ordenaba a sus fracciones destruir los pilares que transportaban a la ciudad. Ahora sólo le quedaba esperar...

En Hueco Mundo....

Habían decidido separarse para buscar a sus compañeros. Por su parte Grimmjow ya había sentido de nuevo la presencia de la Cuarta Espada en la sala del Trono, para su desgracia el pelinegro ya había logrado liberarse y además, lo habían dejado a cargo de Las Noches.

- tsk, ni que fueramos niños - se quejó en voz alta mientras se acercaba a donde se supone estaría Zommari, en las dependencias de Aaroniero. Se sorprendió al ver el lugar en ruinas y congelado parcialmente.

Percibió el rieatsu de tres shinigamis cerca de donde estaba, asi que ocultó el suyo pues no le convenía luchar contra ellos en esos momentos. Al no sentir la energía de la Séptima dedujo lo que había ocurrido, tendría que pensar en qué decirle a la pequeña castaña cuando la viera, sin mencionar que Aaroniero también había muerto.

Vió que los shinigamis se retiraban y debido a que ya no tenía nada más que hacer allí, se retiró silenciosamente en busca de sus otros compañeros, quienes deberían ir en busca de la décima Espada.

Mientras se desplazaba esperaba que los tres primeros Espadas también estuvieran bien. Sabía que la infante los apreciaba y si morían en batalla ella se deprimiría. Se preguntó como estaría ella, había dicho que iba a hablar con Aizen, pero él ya se había marchado al Mundo Humano, tal vez estaría con Nnoitra y Szayel.

Al poco tiempo se reunió con sus compañeros, quienes lo miraron expectantes esperando noticias de la Séptima.

- y bien? - empezó Nnoitra. El peliazul negó y bajó un poco la mirada.

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