Capítulo 24

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Nee... Aizen tou-san?

Capítulo 24

Apenas y pudo dormir un par de horas. Hikari estaba ansiosa por conseguir de una vez por todas esa audiencia con los 13 Escuadrones, a pesar de que también le daba un poco de nervios pues estaba segura de que no sería muy bien recibida en ese lugar.

Pero sabía que no debía precipitarse, después de todo, había escuchado a Aizen decir una vez "La paciencia es una virtud" y si él lo decía entonces tenía razón.

El tiempo pasó volando y ahora se encontraba frente a la casa de Ichigo, acompañada de Harribel y Grimmjow. Al cabo de un par de minutos el chico salió saludando a la castaña, sin embargo la presencia de los arrancar lo ponía nervioso.

- bien, iremos a ver a un amigo, él puede ser de más ayuda que yo ya que tiene ciertas influencias en el Seireitei. No está muy lejos de aquí - explicó recibiendo un asentimiento por parte de la castaña.

Mientras caminaban hacia donde se encontraba la persona que podría ayudarla, Hikari iba pensativa, se preguntaba cómo estaría su padre, se imaginaba varios escenarios e incluso se le pasó por la mente que podrían estar torturándolo. Aquel pensamiento le hiz hervir la sangre. Sacudió levemente su cabeza y miró hacia los lados buscando distraerse con cualquier cosa.

Mientras tanto, Ichigo podía sentir la pesada mirada del peliazul en su nuca, por lo que estaba haciendo un gran esfuerzo por no prestarle atención. Al menos sabía que Hikari no lo dejaría iniciar alguna pelea, eso lo calmaba un poco, aunque de igual forma llevaba su insignia shinigami oculta bajo su ropa, sólo por si acaso.

Durante el camino a duras penas intercambiaron un par de palabras, afortunadamente no tardaron mucho en llegar a la tienda del "sombrerero loco".

- es aquí? - preguntó la castaña, sintiendose un poco tensa ante la energía extrañamente familiar proveniente del interior del local.

- asi es, aquí vive la persona que puede ayudarnos. Vamos, debe estar esperándonos - dijo mientras reanudaba su andar hacia el interior de la pequeña tienda, siendo seguido de cerca por la menor y sus dos acompañantes.

- tsk, que extraño lugar - murmuró por lo bajo el peliazul paseando su mirada por el lugar,  sin embargo, nadie más dijo nada.

- Oi Urahara-san! - llamó el chico sin obtener respuesta.

- *U.. Urahara- san?. ..* - se tensó ante la mención del sujeto con quien venían a hablar.

No pasó mucho tiempo cuando una pequeña niña de cabello violáceo atado en dos coletas bajas hizo aparición, guiándolos hacia la habitación donde se encontraba su anfitrión.

- por favor, pasen - dijo la niña abriendo la puerta. En cuanto entraron tomaron asiento alrededor de una pequeña mesa redonda - él vendrá en unos momentos - y se retiró en silencio.

- emm.. Kurosaki-san - llamó ella, a lo que el chico volteó a verla - a quien dices que venimos a ver? - preguntó aún sabiendo más o menos la respuesta que la verdad no le daba buen presentimiento. Y justo antes de que el ryoka dijera algo, entró un hombre de piel blanca, cabello rubio cubierto por un extraño y hasta ridículo sombrero, y barba mal afeitada.

- Kurosaki-san! Ha pasado tiempo, no? Que tal todo? - habló animadamente, pretendiendo no haber notado la presencia de los otros tres invitados - me pareció un poco extraño que me llamaras, pero bueno! Dime qué puedo hacer por ti? - agitó su abanico frente a su rostro

- la verdad no es un favor para mi - se aclaró la garganta antes de continuar - ella es quien me pidió ayuda a mi, pero creo que tu tienes mas influencias y contactos en el Seireitei, asi que creo que le serás más de ayuda que yo.

Nee... Aizen tou-san?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora