El día más impactante, horrible y ahora aburrido tuvo que andar de la mano conmigo, acto que quise rechazar en su momento, pero me fue difícil.
Uno, lo que ocurrió en el cubículo de acero.
Dos, las intenciones de sus palabras hasta antes de escapar hacia su despacho plantándome la lúgubre incertidumbre de saber quién es este hombre que se hace llamar mi jefe.
Tres, los nervios que me envió por el parlante del auricular sin intenciones de hacerlo verdaderamente. Yo fui la que permitió tal electricidad corporal. Fui la invadida con solo escuchar su voz y que eso me transportara a lo ocurrido en la mañana.
Por último y no menos importante, el indirecto manejo que quiere hacerme con que si no cumplo función alguna que me ordena me despedirá dejándome sin dinero alguno para poder ayudar a Javier.
¡Tch! Habla como si lo conociera
Pero está muy equivocado si cree que seguiré demostrándole temor. A penas colgué la llamada me dije que estoy dispuesta a soportar sus conductas, también sus ocultas palabras que cada día que llevo trabajando aquí solo otorgándome miedo, perturbación y extrema duda.
Incluso, duda de si seguir laborando en este sitio o atreverme en buscar otro así dejando pasar días y días, y si es que no tengo la suerte del mundo para ser encontrar uno en cuestión de la noche a la mañana dejaré a mis padres sin dinero para que se sustenten por ese tiempo.
No quiero verlos trabajar a la edad en la que se encuentran. Yo soy la reina de esa casa, hipotéticamente hablando, y por lo tanto debo organizar y liderar como tal.
Ahora estoy frente a un nuevo trabajador, cuyos ojos no dejan de deslizarse desde mi rostro hasta mis piernas. Obviamente trata de hacerlo cuando termino de hacerle la pregunta y ojeo la hoja para pasar a la siguiente tomándome desprevenida, o eso es lo que cree que hace.
—Buena respuesta, sigamos. —halago su buen comentario al respecto durante el proceso de las actividades regulares que debe realizar en el campo. —Ahora mencione cómo es que debe ejecutar su resumen del cargo.
A la espera de que cambie de posición en el asiento y pase a una relajada, gravitando su espalda sobre la cabecera del sillón negro, sosteniéndose con los codos de los brazos del mismo así cruzando las manos y las piernas, acomodo las hojas en orden asimilando la impresión que llevo por verlo tan varonil, tan impoluto y llamativo. Admito que es muy apuesto.
—Si se refiere a colaborar, analizar y proponer los métodos y procedimientos para realizar los registros contables, tributarios y financieros de la empresa, lo ejecuto de... —pero la continuidad de su respuesta se detiene a causa del estrepitoso sonido de la puerta abriéndose dando como consecuencia un pequeño respingo entre los dos.
Axel y yo no dejamos de observar a un Trevor que nos evalúa con detenimiento y, a su vez visualiza a nuestros alrededores, como si quisiera percatarse de que no hubiera peligro alguno.
—¿Todo bien, jefe? —añado, interfiriendo en su búsqueda visual.
En su incontrolada investigación
—Pasen a mi oficina para continuar con la encuesta. —comanda haciéndose a un lado para dejarnos el camino libre entre el marco y él.
—No veo el motivo por el cual deba trasladarnos hacia su despacho, aquí todo está bajo control. —mi mente sigue un revoltijo de saber qué está sucediendo.
Este avanza un paso mostrándose ante nosotros y estirándose el cuello de su camisa en señal de tranquilidad, o de querer estarlo, menciona:
—Llevas solo días trabajando aquí y debo ponerte a prueba en cómo rindes dicha labor. Te dije que en el primer mes estarías bajo mis ojos y así debe continuar. Ahora despabilen hacia mi oficina. —aclara tan apañado y decidido de su respuesta.
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© CUANDO TE ENCUENTRE (FINALIZADA, Y EDITANDO)
Misteri / ThrillerHelena experimentó lo que era el dolor, la angustia y el terror en carne propia, haber sido violada. Ella buscó justicia y logró su objetivo de echar al tipo tras las rejas. Con el tiempo decidió trabajar en una de las empresas más reconocidas del p...