I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)

50

La alarma suena temprano, justo antes de que la rutina de Grayson suela empezar. Me levanto con cuidado y discretamente, apagándola lo antes posible. Gray se mueve pero permanece dormido.

Salgo de la habitación lo antes que puedo, y entro a la cocina, Trina no debe tardar en llegar, ella se encargó de preparar un pastel para hoy. Intenté tener todo planeado, Grayson lo merece.

Espero a que llegue, y cuando lo hace, ambas dejamos la cocina preparada para cuando despierte. Sólo coloqué el pastel sobre la mesa y traté de hacer una decoración sencilla. Estoy ansiosa por que vea mi regalo, y más, esperar que le guste.

Dan las diez y media, y Grayson sigue en la cama, entonces Trina me recomienda que lo despierte, piensa que eso podría gustarle.
De buena gana, me acerco hasta la habitación, pero antes de abrir la puerta, él parece hacerlo primero.

Me quedo quieta y nerviosa. Trina lo nota, entonces ella grita la típica frase de cumpleaños y canta una parte de la canción.

Sonrío cuando él ríe, y también lo felicito. Deposito un beso en sus labios y lo abrazo fuertemente, sólo deseo que los siguientes años esto pueda repetirse.

—Gracias, cariño —me dice mientras me abraza, y después Trina se acerca para hacer lo mismo.

—Intenté hacerte un pastel —suelta ella divertida.

—Seguro estará delicioso —dice alegre. —gracias a las dos.

En medio del silencio, su celular comienza a sonar, mira la pantalla frente a nosotras; es su madre.
Contesta y charlan algunos minutos, Grayson se pone nervioso, parece que ser el centro de atención no es lo suyo, pero se ve tierno intentando disimular.

Cuelga segundos después y al verme se acerca para abrazarme.

—¿Quieres que te muestre tu regalo? —le pregunto emocionada.

—¿Me compraste algo? —alza ambas cejas.

—¿Crees que estaría aquí con las manos vacías? —sonrío.

—No te hubieras molestado.

—Por dios —río ingenua. —te mereces todo, Gray.

Sonrío pícara y me separo para caminar lentamente de reversa hasta la puerta. Estoy ansiosa por el regalo.

Camina hacia mí también, dudoso y confuso por tener que salir del departamento.

Presiono el botón del ascensor una vez afuera y ambos entramos tomados de la mano.

Todo parece ser perfecto, hasta el momento en que su celular comienza a vibrar. Lo miro atenta, y cuando parece ver la pantalla, su sonrisa desaparece. Bajo la mirada hacia el celular confundida, y veo el nombre de Amanda en seguida.

No sé qué siento exactamente, pero hago lo posible por no verme afectada. Bajo la mirada, no quiero que esto arruine el día, al menos no el mío.

—¿Si? —pregunta él, incómodo. —Buenos días, Amanda —suelta y después comienza a reír. —gracias —hace una pausa. —no lo sé, pensaba pasar el día con Leah.

Sonrío victoriosa, daría lo que fuera por ver su cara.

—Te veo al rato, y gracias por llamar. Hasta luego —cuelga.

—¿Todo bien? —pregunto tensa y las puertas del ascensor se abren.

—Sí, llamó para felicitarme —me mira.

—Súper —siento que me da algo. Lucho por sonreír normal.

—¿A dónde vamos? —me pregunta en pijama, mirando al portero avergonzado.

—Ya verás, cúbrete los ojos —río mientras cierra los ojos. —no los abras hasta que yo te diga.

—De acuerdo —asiente sonriente y lo tomo de la mano para guiarlo hasta el estacionamiento.

No llegamos muy lejos, nos detenemos en seguida y le suelto la mano.

—¿Ya? —pregunta.

—Ya, puedes mirar —me muerdo el labio inferior.

Abre los ojos, y al hacerlo, también abre la boca sorprendido. Me mira atónito, y después sólo sonríe de oreja a oreja.

—¿Una motocicleta? —me pregunta pasmado.

—Para que recuerdes tus viejos tiempos, no creo que llegue a pasar de moda —lo miro feliz, verlo así me contagia por completo.

—Carajo, no sé qué decir, esto es demasiado —ríe y se pasa las manos nervioso por el cabello. —nena, no te hubieras molestado.

—Te debo tanto, Grayson —suelto sincera. —gracias por todo lo que has hecho por mí.

—No me debes nada —me jala del brazo y me abraza fuertemente. —vaya forma de iniciar el día.

—Me alegra escuchar eso.

—Me conoces tan bien —vuelve a reír observando la motocicleta atento. —de verdad, no sé qué más decir.

—Guarda las palabras —sonrío pícara. —no es el único regalo que te espera.

Sé que tal vez me odian, pero se me complicó mucho actualizar. Se los devolveré con un buen smut JAJAJA no es cierto, ustedes no son así, o si? JAJA