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Los días transcurren como deberían, tranquilos y sin nada interesante. Ayer volví a la empresa después de casi dos semanas. Leah está mejor y hoy ella también vuelve al trabajo.

Levantarme por la mañana para ir a la compañía a ver la cara de Marcus y rara vez de mi padre, se convierte en algo molesto, ahora lo único que hacen es checar todo lo que hago con detenimiento, esperando que sea perfecto para así aspirar al nuevo director general, pero no estoy muy seguro de que puedan lograrlo.

Llego como siempre y estaciono mi auto en el lugar que siempre me espera. La seguridad de la entrada me observa, como si les sorprendiera verme. Los saludo por compromiso y camino más rápido. Así hasta entrar.

Todo sigue igual, todo en orden y planificado. Sigo a pasos rápidos hasta el ascensor, no quiero que nadie se detenga a preguntarme por qué no he venido, aunque seguramente ya habrá más de un rumor, aquellos que corren por los empleados como si fuera algo de suma importancia en sus vidas.

Las puertas se abren finalmente en mi piso, bajo y me apresuro a llegar a mi oficina, ignorando las miradas que se me presentan en el camino.

—¡Grayson! —escucho que alguien grita detrás de mí.

Reconozco perfectamente esa voz, es Ethan. Así que antes de lograr entrar, me detengo para mirar atrás.

—¡Grayson, para! —se acerca a mí, muy molesto y llamando la atención de todo el mundo. —¿Cómo puedes hacerme esto?.

—No grites, Ethan... —le susurro fastidiado.

—¡Es que no me lo puedo creer! —las secretarias de la planta nos miran atentas, algunas un poco asustadas.

—Entra a la oficina —le suplico apretando los dientes.

Entra de mala gana antes que yo, cierro la puerta y me giro para mirarlo más que confundido.

—¿Qué carajo pasa? —frunzo el ceño y me recargo de espaldas sobre el escritorio.

—Acabo de hablar con papá —suelta, soltando humo. —¿Cómo es posible que te escoja a ti como director general?.

Pura mierda, empezando bien el día.

—Ethan, necesitas calmarte —doy la vuelta a la mesa hasta sentarme.

—Sabes cuánto quiero esto, cuánto he trabajado por ese puesto.

—Lo sé.

—Tú ni siquiera has venido a la empresa —me señala furioso. —me he esforzado, Grayson, me he esforzado hasta más que tú.

—Ey, ey —callo desesperado. —no te desquites conmigo, yo ni siquiera quiero ese puesto.

—¿Qué? —pregunta confundido y se pasa las manos por el cabello. —¿entonces?.

—Papá y Marcus me quieren como director, hablé con él hace unos días. Le he dicho que no quería pero me amenazó.

Se pasa las manos por el cabello, como si su vida dependiese de ese puesto. No comprendo muy bien lo que pasa, no entiendo ni siquiera los argumentos de papá, quiero decir, Ethan lleva más de tres años trabajando duro para esto, yo sólo considero mi trabajo como un apoyo para el negocio familiar, y me agradaba, pero empieza a ser molesto.

Cuando papá nos dijo que tendríamos que dejar la universidad, Ethan era el único emocionado. Yo quería seguir estudiando, literatura, para ser exactos. No por nada tomaba esa clase como un extra en la preparatoria, pero creo que no sirve de nada cuando tienes un padre obsesionado en formar tu futuro a su manera. Con tan sólo 18 años tenía miedo a hacer lo que yo quería, a "no ser un buen hijo" y decepcionar a mi familia, es uno de los principales motivos por el que miles de personas siguen atrapadas en una vida que odian, y no quiero que la mía se convierta en eso, en un castigo constante.

—Está molesto conmigo... piensa que acabo de joder mi futuro sólo porque en unos meses me convertiré en padre. Dice que no tendré el tiempo necesario para tal puesto, que tendré mejores cosas en las cuales preocuparme... —camina de extremo a extremo, lo cual me pone cada vez más nervioso.

Eso no se lo niego, papá tiene razón, cuando empiezas con algo así necesitas invertir mucho tiempo, más ahora que la empresa va como una mierda. Y un bebé necesita el doble de ese tiempo. Pero yo tampoco merezco tener ese papel, por dios, ni siquiera lo quiero, será una carga pesada más en mi vida.

—Él mejor que nadie sabe cuánto quería ser el director, he trabajo bastante en ello, carajo...

—Lo sé, Ethan, lo sé. Y yo también intenté decírselo pero no le interesa. Cree que mi única responsabilidad es la empresa y que no puedo tener ninguna otra. Hasta me pidió indirectamente que terminara con Leah.

—Mierda, ¿hizo eso? —traga saliva un poco apenado. —estar tantas horas metido en esto le está volviendo loco.

—Ya, ni me lo digas... yo también estaba molesto —trago saliva recordando nuestra conversación.

Mi padre es un experto en manipulación, no digo que no sea un buen hombre, y le quiero, es sólo que a veces no estoy de acuerdo con sus ideas. Es también un experto en algo parecido al guante blanco, sólo que él lo hace con palabras, esas frases disimuladas y generalmente malintencionadas, para conseguir algo. Esto lo sé porque lo conozco, me sé muy bien sus maniobras.

—Me imagino que fue sobre Leah, de otra manera no te hubiera importado tanto —me dice seguro.

—Sí, algo así. Se enteró que era mesera, no tengo idea de cómo —suspiro molesto y un poco fastidiado. —conociéndolo sé que piensa que se está aprovechando de mí, seguramente eso es lo que le molesta, no que esté tanto tiempo centrado en ella. Carajo, en el fondo es un materialista de mier...

Trago saliva y me detengo. Me arrepentiré de terminar esa frase, ni siquiera debería decirlo, está mal, pero esto me molesta bastante, no soporto que alguien se meta con Leah, y viniendo de mi padre es mucho más triste.

—Ey, tranquilo —suelta una risita. —da igual, tú la quieres y sabes la verdad, eso es lo importante.

—Pero es mi novia, no quiero que piense así de ella.

I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora