—¿Por qué preguntas eso? —frunce el ceño a la defensiva y actúa muy serio.—Porque yo sí, Grayson —lo miro esperanzada, con la cabeza en las nubes.
Ignoro el malestar de mi estomago y me detengo a mirarlo, a intentar estudiarlo, deseo saber lo que esta pasando por su cabeza. Incluso ebria, comienzo a sentir nervios, no estoy preparada para esto, menos en estas condiciones.
—Leah, estas ebria y no sabes lo que dices —quita las almohadas de la cama, parece impaciente por irse.
—Sé perfectamente lo que estoy diciendo, porque sé lo que siento —toco mi pecho y espero con todas mis fuerzas que me mire.
—No es algo que pienso discutir contigo de esta forma.
—¿Lo discutiremos después? —pregunto decepcionada, sintiéndome como una niña.
—No... no lo sé, Leah. No lo creo —baja la mirada y hace un segundo intento por irse.
Antes de que lo haga, hablo en voz alta, impidiendo que se vaya.
—¿Es porque me odias? —espeto y él parece desconcertado al oírlo.
—No te odio. Acuéstate —señala la cama con el mentón y se cruza de brazos.
—Deberías hacerlo porque soy una idiota —aguanto las ganas de llorar pero mi frente se arruga en el intento.
—No eres una idiota —regaña.
—Pero te hice demasiado daño...
—Vamos, duerme. Mañana te sentirás mejor —insiste pero yo niego.
No me permitiría dejar esto así, se supone que ahora mismo tengo la valentía de decir lo que sobria no podría.
—Te lastimé, Grayson...
—Eso ya fue hace tiempo, Leah. Ya no importa.
—Nunca te merecí, no merezco a nadie realmente.
—No es tu culpa ¿de acuerdo? Nos hicimos daño mutuamente —recuerda.
—Pero ahora lo podemos cambiar... hemos madurado.
—Leah, basta. Necesitas acostarte.
—Sé que... todo es mi culpa. Sólo mírame, de no ser por ti no sé dónde estaría. Joder... tal vez debería irme y dejarte tranquilo.
—No te iras a ninguna parte —advierte seco.
—¿Por qué? No soy buena para ti, no soy buena para nadie—ahora estoy volviendo al mismo hoyo, me estoy ahorcando con mis propias palabras y me estoy llevando la contraria, lo cual empeora el asunto más de lo que esta.
—No digas eso, no es verdad.
—¿Por qué mierda haces todo esto por mí? —levanto la voz y me echo a llorar, mis ojos ya estaban lo suficiente cristalizados.
—No lo entenderás estando así —responde con una voz calmada.
—¡Dímelo! —suplico. —¿por qué no te cansas de ser tan bueno conmigo?.
Después de que aparta la mirada varios segundos y tensa la mandíbula, sus ojazos color avellana vuelven a toparse con los míos, y traga saliva para continuar hablando.
—Porque es lo que haces cuando quieres a alguien —sus ojos parecen volverse ligeramente negros debido a su pupila, y yo me quedo quieta intentando analizar cada letra de sus palabras.
—¿Me quieres? —frunzo el ceño. —¿pero por qué yo?... soy pésima en todo. No puedo llevarme bien con mi madre, no pude conservar mi departamento, mucho menos pude conservar mi trabajo.
—No digas eso —resopla molesto.
—Soy un fracaso en todo lo que intento hacer.
—Leah, para ya.
—Ojalá las cosas me salieran como a ti.
—Leah... —se toca el entrecejo e intenta relajarse.
—¡Es la verdad!... y ahora me veo como toda una estúpida ebria y...
—Yo hice que te despidieran —interrumpe de golpe, con una voz gruesa y fuerte.
Me quedo pasmada y poco a poco mi ceño se frunce confundida. Ya ni siquiera tengo fuerzas para hablar, estoy decepcionada. ¿Por qué haría algo así sabiendo que me afectaría?.
—¿Qué? —mi pecho se hunde y mi cuerpo se tensa. —¿Por qué hiciste eso?.
—Leah, por favor, hablemos de esto luego —retrocede nervioso. —ahora necesitas dormir.
Lo sigo mirando muy enojada, pero él no menciona una palabra más, sale de la habitación y cierra la puerta con fuerza, no antes de apagar la luz.
Me quedo quieta tres segundos y me dejo caer mirando al techo. Este se mueve y parece que me he vuelto a marear, así que ahora me concentro en si tengo ganas de vomitar o no.
Al asegurarme de estar bien, cierro los ojos y respiro hondo, quiero que este día termine. Lo necesito.
(...)
Escucho murmullos en la habitación, y la cortina esta abierta, haciendo que la luz me de directamente en la cara. Segundos después de notar eso, un evidente dolor de cabeza me provoca unas ganas inmensas de cerrar los ojos con fuerza y soltar un pequeño quejido.
Abro los ojos después de hacer lo anterior y veo a Grayson parado delante de la cama y con los brazos cruzados. Al principio me llegan alunas escenas de la noche de ayer, estaba tan ebria que no todo es claro.
Llegué con Grace al bar y bebí con ella, dije unas cuantas cosas y nada más, es lo único que me viene a la mente ahora.
—Buenos días —le digo tocando mi cabeza y sentándome.
—Hola —da unos pasos hasta estar más cerca mío. —¿Cómo te sientes?.
—Más o menos... mi cabeza va a explotar —vuelvo a cerrar los ojos, y escucho la puerta abrirse.
Los abro nuevamente y veo a Trina entrar con una sonrisa, aunque se ve preocupada.
—Hola, linda.
—Hola, Trina —le devuelvo la sonrisa con esfuerzo.
—Te dejé una pastilla en la mesa.
—Gracias.
—Trina... ¿me dejas hablar con Leah? Por favor.
—Sí, claro. Te traeré un té, cariño —me sonríe otra vez, y se va de la habitación.
Holi. Espero que les haya gustado el cap, como ya saben, las amo, y gracias por todo❤️
Actualizo prontooooo ahh
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I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)
FanficI can wait for you Segunda temporada. "Todavía te espero".