I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)

48

—Lo sé, Gray... —sonrío de lado. —te amo.

—Yo también —me jala del brazo y me abraza.

Sonrío mientras lo tomo con fuerza, y recuerdo por qué lo quiero tanto.

—Jamás me habías dicho eso —se separa para mirarme.

—¿Qué cosa? —frunzo el ceño divertida.

—Que me amas —sonríe.

—Pues lo hago —asiento mirándolo atenta.

Sus ojos se expanden, una enorme sonrisa se le dibuja en el rostro. Su felicidad depende de la mía, y verlo así me hace sentir bien, me hace sentir que lo tengo absolutamente todo.

—¿Has pensado lo que te dije? —pregunta aún cerca de mí.

—¿Qué?.

—Sobre... ya sabes —suelta nervioso. —estar juntos... de una manera más seria.

—¿Casarnos? —sonrío divertida y él traga saliva asintiendo. —no —entonces recuerdo la comida de hoy, con Amanda incluida. —bueno, sí, lo pensé. ¿por qué?.

—¿Y? ¿te gustaría?.

—¿No crees que somos muy jóvenes todavía?.

—En un día cumplo 23, además no te estoy pidiendo tener hijos.

—Claro —río cabizbaja.

—Es sólo... comprometernos, no cambiará nada —me mira exigente. —vivimos juntos.

—Sí quiero —acepto finalmente. —es que me parece muy extraño todo esto sabes... —me muerdo el labio inferior y él frunce el ceño preocupado. —vivir juntos, y hablar de compromiso —río. —si a penas siento que fue ayer cuando cruzábamos el pasillo de la preparatoria tomados de la mano.

—Llevo mucho tiempo conociéndote, Leah —sonríe cariñoso y se aleja de mí hasta caminar a la cama. —estoy seguro de que quiero estar contigo.

Asiento por vencida y lo sigo hasta llegar también a la cama. Me acuesto en la parte izquierda y espero a que él se acomode de igual forma a un lado de mí.
Lo miro, se quita la blusa y apaga la luz segundos después de que se acuesta.

—Buenas noches, cariño.

Sonrío cuando escucho ese término y siento que todo en mi interior se derrite. Me gusta verlo de este modo, intentando formalizar la relación, y no es algo que no quiera hacer también, pero tengo miedo a algunas cosas. Cosas que son nuevas, pero creo que ha sido el momento de romper esas barreras y dar un paso más con Grayson.

Me inclino para depositar un beso sobre sus labios. Entonces lo tomo de la mejilla para evitar que se separe y lo intensifico.
Busco algo lento, pero conforme los segundos avanzan, el beso se vuelve más fuerte.
Y tengo la necesidad de bajar a su cuello, así que sólo lo hago.

—Nena, tengo que levantarme temprano mañana —suelta con los ojos cerrados sin siquiera hacerme a un lado.

—Sólo un poco —lo miro con los ojos bien abiertos, suplicando. —sé que quieres.

—Sí, no sabes cuanto lo quiero, pero tenemos todos los días para eso —me toma del cuello y une nuestros labios haciendo un beso corto. —quizás pueda agarrarte por sorpresa en tu oficina, ya sabes, para estrenarla como se debe —sonríe pícaro.

—Las paredes son de cristal —hago un puchero.

—Entonces puedes visitarme en la mía —vuelve a darme otro beso.

—Bien... tu primer regalo de cumpleaños adelantado —sonrío de oreja a oreja.

—¿Puedo cumplir años todos los días por favor?.

—A mí también me gustaría eso —contesto riendo y me meto en las cobijas.

(...)

Al despertar, encuentro la cama vacía como casi todos los días, así que lo ignoro y me levanto para empezar la rutina diaria.
Me doy una ducha caliente antes de vestirme con algo decente para el trabajo. Me cepillo los dientes al igual que arreglo mi cabello e intento hacer que mi cara luzca menos apagada.

A pesar de que hoy es el segundo día en mi nuevo trabajo, me siento igual o más nerviosa que ayer, pero disminuye en el camino conforme llego al edificio.

Me da seguridad llegar y ver una sonrisa en el rostro de Aaron, o el recibimiento amable de Adam. Ambos son buenos compañeros, espero pensar lo mismo después de un tiempo.

Entro a la oficina y dejo mis cosas sobre la mesa para empezar a trabajar en la primera tarea seria que Adam me ha asignado. Lo hago emocionada, estoy ansiosa por esto, ya que me gusta bastante.

El día ahí transcurre normal, Aaron ayudándome, Adam dándose vueltas por mi oficina, las miradas de las secretarías, nunca pueden faltar. Las horas me pasan cómodamente y muy rápido. Cuando menos lo pienso entrego el trabajo a Adam y este me da permiso de irme a casa.

Sin embargo decido buscar el regalo de Grayson primero, su cumpleaños es mañana y no puedo despertarlo con las manos vacías. Ya lo tengo perfectamente pensado, y para eso necesito un algo de mis ahorros. Mi salario no empieza hasta la siguiente semana y no quiero esperar tanto tiempo.

(...)

Finalmente dejo el regalo preparado y ahora conduzco hasta el trabajo de Gray. No sé si hablaba en serio con pasar a verlo, pero a mí me hace ilusión hacerlo, han pasado menos de seis horas y ya necesito tenerlo cerca.

Estaciono mi auto, y bajo tranquilamente hasta entrar al edificio. Camino unos cuantos pasos para llegar al ascensor, pero una de las secretarias me detiene inmediatamente.

—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunta.

Me quedo callada, al principio dudo si me están hablando a mí. Nunca me han detenido para preguntarme eso, siempre logro pasar sin interrupciones.

—Vengo con Grayson Dolan --doy un paso atrás, insegura.

—Lo siento, no puede recibir a nadie ahora —me avisa seria.

Frunzo el ceño ofendida y me acerco a ella.

--Soy su novia.

—Son ordenes, lo siento —sonríe casual.

Reprimiendo las ganas de contestarle algo más, me doy la vuelta y salgo del edificio quedándome parada en la entrada, donde el portero me mira preocupado. Saco el celular de mi bolsa y llamo a Gray. Esto debe ser un error.

Sin respuesta.

Frunzo el ceño nuevamente y esta vez decido llamarlo al teléfono de su oficina.
Demora unos minutos pero al final contesta una voz femenina. No tardo en reconocerla, conozco perfectamente ese tono agudo. Amanda.

—¿Sí?.

—Hola, soy Leah —trato de sonar lo más seria posible. —¿Grayson está ahí?.

—No, está en una junta, no quiere visitas.

—Él me dijo que viniera.

—Lo siento, pero en este momento está ocupado.

Cuelga.

Estoy confundida, sé que Grayson habría dejado un aviso, no creo que sería capaz de prohibirme el paso a su propia oficina.