Terminando de comer, Grayson paga la comida. Me siento un poco avergonzada y no dejo de agradecérselo hasta que llegamos al auto. Sé que el dinero no es un problema para él, pero aún así me siento incómoda de aceptar los detalles tan lindos que tiene conmigo y lo peor, no poder devolvérselos de la misma manera.
—De verdad gracias —me prometo que es la última vez que lo digo y me abrocho el cinturón de seguridad.
—No es nada, nena, ¿te gustó? —hace lo mismo y me mira atento.
—Es muy lindo —respondo viendo el restaurante por la ventanilla, antes de irnos.
—Todavía hay algo que quiero mostrarte, pero es una sorpresa —antes de arrancar se inclina hasta la guantera y saca un pañuelo blanco. —cúbrete los ojos.
—¿Es una broma? —me río ingenua mientras me da el pañuelo.
—No —se ríe junto conmigo y arranca. —vamos, cúbrete.
Vuelvo a reír nerviosa y me cubro los ojos amarrando el pañuelo. Al principio me siento un poco tonta, ya que él ríe de mí.
—No te lo quites, Leah —me advierte.
—Si esto es una broma te juro qu...
—No es una broma —interrumpe aún riendo. —tranquila.
—Bien —aprieto los dientes, y las manos me empiezan a sudar.
Siento que pasan más de diez minutos, y cuando finalmente llegamos, el auto se mueve como si estuviera pasando por un piso lleno de piedras y baches.
Me sujeto de donde pueda para no moverme bruscamente.
—¿Qué fue eso? —pregunto asustada y busco poder agarrarme de su brazo.
—Fue una piedra, Leah —me aprieta la mano y escucho que se estaciona. —ya llegamos —dice ahora soltándome y abriendo la puerta. —te ayudaré a bajar, todavía no te quites la venda.
Cierra su puerta y al pasar unos pocos segundos, abre la mía y me toma delicadamente del brazo.
Me ayuda a bajar con cuidado, y al cerrar la puerta, agarro su brazo y lo abrazo ansiosa.—Ten cuidado —me dice.
Caminamos lentamente, hasta que escucho una reja de metal abrirse. Frunzo el ceño por debajo del pañuelo y me aferro más a él, por un momento siento miedo y nauseas.
—¿Lista? —se pone detrás de mí y me desabrocha la venda.
Todavía la sujeta contra mis ojos, hasta que asiento la quita.
Los abro finalmente muy nerviosa, y me quedo paralizada cuando veo dónde estoy. Volteo hacia todos los lados, entumecida y atónita.Vuelvo a fruncir el ceño confundida, mirando a Grayson. El malestar en mi estomago parece disolverse, pero mi pecho sube y baja rápidamente, tenía la sensación de que no volvería aquí nunca, pero ahora veo que me he equivocado.
—¿Qué hacemos aquí? —es lo único que mi cabeza formula, y mis labios permiten soltar.
El parque que marcó mi infancia, el parque donde pasé los mejores momentos con mi padre, y también con Grayson. Aquí lo traje cuando queríamos terminar el trabajo de literatura en la preparatoria, y ni siquiera lo conocía bien. Ese día despertó un sentimiento hacia él, entonces no puedo evitar sonreír cuando lo recuerdo.
Sonrío de oreja a oreja y me entran unas inmensas ganas de llorar, sin embargo, no lo hago. Sólo sonrío y lo miro emocionada.
—¿Te acuerdas de esto? —pregunta normal, viéndome muy atento.
—Claro que me acuerdo —vuelvo a mirar hacia mi alrededor.
Si antes lucía viejo y acabado, ahora lo está más. La banca de madera que había, ahora ni siquiera está, y el lago parece cada vez mas pequeño y sucio.
Las rejas de metal, están por tumbarse, y los arboles están casi tan altos como el pastizal.—Creo que no estoy entendiendo —río nerviosa y lo vuelvo a mirar. —¿Cómo... entramos? Si nos encuentran aquí nos meteremos en serios problemas, Grayson.
—Leah, relájate —me toma del cuello y ríe tierno. —nadie se meterá en problemas —sonríe brillante y feliz. —compramos el parque.
—¿Qué? —frunzo el ceño sorprendida y no me despego de sus ojos.
—Bueno, la empresa lo compró.
—O sea, tú —apenas logro decir. Si antes no tenía palabras, ahora siento que ni si quiera tengo sentido común.
—Yo metí mano —asiente tranquilo. —es una obra de caridad. Lo remodelaran y lo volverán a abrir, ya estamos haciendo los tramites.
—Grayson, por dios... no —cubro mi boca. —esto no es posible —ahora paso las manos por mi cabello y espero el momento en el que me diga que es una broma, y que tenemos que huir antes de que venga la policía.
—Sé lo mucho que este lugar significa para ti —coloca sus cálidas manos sobre mis mejillas. —Quería darte algo que te recordara a tu padre, y a nosotros.
—Pero Grayson... esto es demasiado, no... no debiste hacerlo.
—Esto es una mínima parte de todo lo que me gustaría darte, Leah —me da un beso corto y vuelve a mirarme. —velo como un pequeño regalo de matrimonio.
—¿Un qué? —mis ojos se abren como platos.
Me toma de la mano y se hinca frente a mí. Mis ojos se quieren salir de sus órbitas, al igual que mi corazón del pecho. Me cubro la boca y siento que mis ojos se humedecen. De tan nerviosa que me siento, me entran unas ganas inmensas de gritar. Tengo tantos sentimientos encontrados que realmente no sé qué hacer, o qué cara poner.
—¿Quieres casarte conmigo, Leah Johnson? —saca del bolsillo una cajita gris de terciopelo y la abre dejándose ver un radiante anillo.
Sigo cubriéndome la boca, y no resisto, me echo a llorar mientras asiento con la cabeza. Se levanta sonriendo, y me abraza con fuerza.
—No llores —ríe y me hundo en su pecho.
—Es que yo... no lo creo —contesto y se separa para mirarme.
Mi respiración vuelve a ser normal, tengo toda esa adrenalina que corre por mi cuerpo.
Miro el lugar otra vez, necesito tener esta imagen en mi cabeza para siempre. Pero ahora sólo me permito recordar la primera vez que Grayson y yo brincamos esa barda. Desde la primera vez que puse un pie aquí con mi padre, me enamoré de este anticuado lugar. Era algo único y hermoso.No podría creer que Grayson hubiese escogido un espacio tan perfecto para los dos.
—No me importa absolutamente nada si estás a mi lado —toma mi mano y mete el anillo a uno de mis dedos. —te amo.
Ojalá ustedes también se acuerden de ese parque
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I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)
FanfictionI can wait for you Segunda temporada. "Todavía te espero".