I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)

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Al dar las tres, los doctores dan de alta a Leah. Nos dan unas cuantas recomendaciones y medicamentos, nos informan que al final ella está bien, no fue nada grave, a excepción de la perdida y el susto del accidente.

Así que la llevo al departamento junto con su madre y hermana. Ethan y Grace llegan aparte.

Leah no ha querido cruzar ni una sola palabra conmigo, sigue rota. Va en el asiento trasero del auto mirando por la ventanilla, con ese horrible collarín y con una venda en el estómago debajo de su blusa.

A lado de mí va su madre, la cual intenta hablar con ella pero sus respuestas son cortantes. Margo, ni siquiera intenta establecer una conversación, va callada. El ambiente del auto es tenso e incómodo. Me siento culpable, y me entran unas inmensas ganas de golpear el volante y regresar el tiempo.

—Quita esa cara —su madre se gira para decírselo. —ya vamos a casa, ¿no es lo que querías?.

—Sí —responde ella, la miro por el espejo retrovisor. Se limpia los ojos.

Minutos después llegamos al departamento, Leah se acuesta en la habitación con ayuda de Margo mientras que yo espero a Ethan y a Grace, los cuales no tardan en llegar.

—Bueno, creo que nosotras nos vamos —me dice su madre saliendo del cuarto. —¿te importa si vengo mañana a verla?.

—Puede venir las veces que quiera, esta también es su casa.

—Gracias, Grayson —me sonríe con trabajo y después toma a Margo del hombro. —hasta luego —suelta en voz alta y ambas salen del departamento.

—¿Ya hablaste con ella? —me pregunta Grace en cuanto ellas se van, con cierto tono de preocupación en su voz.

—No quiere ni verme —contesto triste.

—Bueno, hablaré yo —dice esta, y camina hacia la habitación.

Leah.

Las lagrimas no han dejado de salir de mis ojos. Los tengo hinchados y me duelen como nunca. La sensación que tengo ahora es horrible, no he podido pensar en otra cosa, la culpabilidad me consume poco a poco.

—Toc, toc —la puerta se abre, dejándose ver a Grace. —¿puedo entrar?.

Le sonrío con mucho esfuerzo y asiento.

Cierra la puerta detrás de ella y a pasos cuidadosos se acerca a mí y se sienta en la cama.

—¿Cómo sigues? —pregunta y la miro de inmediato.

—Mal —suelto. —me siento peor que mal, Grace.

—Tranquila —me toca el brazo. —todo está bien, tú estás bien.

—No, nada está bien —suspiro calmándome, no quiero llorar más. —quería a ese bebé, yo... yo quería tenerlo, era mi responsabilidad y lo arruiné todo.

—Lo sé —me dice. —pero no fue tu culpa.

—Grace, esto fue únicamente culpa mía.

—Leah, no te culpes por un accidente, eso es lo que fue, sólo un accidente. Lo importante es que estás bien y estamos aquí contigo, incluido Grayson. Él te ama muchísimo, nunca te dejaría sola.