I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)

41

Abro los ojos a la mañana siguiente y me estiro sobre la cama para adquirir un poco de energía y también ganas de levantarme de la cama.
Como siempre, Grayson está en la ducha, así que decido ir a ver a Margo.

Salgo de la habitación colocándome una bata blanca y veo a Trina limpiando la cocina que ayer dejamos un poco desordenada.
Margo está con ella hablando, y desayunando a la vez.
Sonrío acercándome y cuando ambas notan mi presencia me regresan la acción.

—Buenos días —me dice Margo.

—Buenos días para las dos —sonreí de oreja a oreja sentándome a un lado en la barra.

—¿Quieres un poco de lo que le hice a tu hermana? —me pregunta Trina.

—Me parece bien, estoy hambrienta —suelto una risa mientras que babeo por los huevos con tocino que hay en el plato.

—¿Dónde está Grayson? —pregunta esta vez mi hermana.

—Dándose una ducha.

—¿Y tú? —se mete una cucharada a la boca. —¿Qué hay de tu nuevo trabajo?.

—Empiezo mañana con unos pequeños cursos.

—Genial, es un buen trabajo.

—Sí, realmente lo es.

Escucho un portazo, así que giro la mirada en seguida y veo a Grayson saliendo de la habitación. Como de costumbre, bien vestido y oliendo exquisito desde una distancia considerable. Creo que jamás me acostumbrare a verlo así, luce más adulto, pero más guapo y sin mentir, demasiado sexy.

Saluda a Trina al igual que a Margo y deposita un beso en mi mejilla cuando llega a mi lado.

—Me voy —dice. —olvidé que tengo una junta a las once —suelta apresurado acomodando su reloj de mano. —Te veo después, llámame si necesitas algo —me mira desde la puerta y sale lo antes posible.

El departamento se queda completamente en silencio, y duramos unos segundos sin hacer un sólo movimiento. Me volteo hacia Trina, la cual sigue haciendo lo suyo sin problema alguno.

—Un hombre ocupado —comenta Margo volviendo a su plato.

—Se fue sin su café —dice Trina, dejando un plato de comida frente a mí.

—Puedo pasar a su oficina y dejarle algo de desayunar —digo encogiéndome de hombros. —creo que no come nada en el trabajo y eso me preocupa —excuso.

Aunque no miento del todo, me preocupa, pero también me muero por verlo. Sólo lo vi dos segundos y ni siquiera dije una sola palabra. Los tiempos oscuros de la preparatoria están regresando por lo que veo. El hecho de sentir una necesidad estar cerca de él, porque si no es así siento que no estoy completa.

—Te apuesto a que eso le gustaría mucho —me sonríe.

Termino de desayunar quince minutos después y sin perder un segundo más me dirijo a la habitación para darme una ducha rápida y cepillarme los dientes. Busco algo decente en el ropero para pasar el día y decido llevar el pelo agarrado, por probar algo diferente. Veo la hora, estoy demorándome bastante en arreglarme, se supone que debería haber terminado hace diez minutos.

Finalmente opto por un maquillaje ligero y tomo mi bolsa para salir de la habitación. Veo a Margo sentada en el sillón de la sala, arreglada y con su móvil. Levanta la mirada cuando nota mi presencia y me examina.

—Vaya, últimamente te arreglas más que de costumbre.

—No sé de qué hablas —frunzo el ceño. No es así.