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El siguiente día empieza normal. Nauseas, mareos, antojos mañaneros. Desayuno cargado y más horas de las que debería, dormida. Grayson se va al trabajo después de tomar su café y yo lo hago también al paso de algunas horas.

El tiempo en mi trabajo es agotador, pero hablar con Aaron relaja las cosas, las vuelve mejores. Él siempre escucha.

Me he reservado con lo del embarazo, Grace es la única que lo sabe hasta el momento. Y sé que debo decírselo a Grayson, ya estoy planeando el momento indicado para hacerlo, no puedo seguir así, aunque las cosas serán difíciles de ambas maneras.

Llego al departamento y saludo a Trina, la cual me espera con la mesa puesta. Recibo un mensaje de Grayson, avisándome que llegará más tarde de lo usual. Le respondo y me siento a comer acompañada de una buena charla con Trina.

Me doy una ducha y me pongo algo cómodo. Como de costumbre estos últimos días, miro mi vientre en el espejo y sonrío. A pesar de todo si me detengo a pensar, esto se siente bien, sé que al final no estoy tan sola.

Me tiro en la cama y prendo el televisor, aparece una de esas comedias románticas así que la miro sin tener nada mejor que hacer.
Poco a poco me gana el sueño, el trabajo fue tan cansado que estaba deseando llegar a casa y acostarme, además con el embarazo siento que todo se duplica. Entonces los ojos se me cierran y no me entero de nada más.

De repente, sólo vuelvo a escuchar la televisión de fondo y la habitación está a oscuras cuando los abro lentamente. Me levanto de golpe y miro el reloj, son las nueve en punto. Es bastante tarde para que Grayson no esté en casa aún.

Camino hasta salir de la habitación pero no hay nadie, Trina debió irse hace horas. Frunzo el ceño confundida y vuelvo al cuarto para tomar mi celular.

Tengo algunos mensajes de Grace, me pasó el numero del ginecólogo con el que va, dijo que sería bueno que empezara a ir, y tiene razón.
Le respondo y después miro si tengo alguno nuevo de Grayson, pero no, no hay nada.

Empiezo a preocuparme así que decido llamarlo. Justo al tercer sonido escucho que la puerta principal se abre.
Me asomo desde la habitación y lo veo, sacando el celular de su bolsillo viendo mi llamada. Cuelgo de inmediato y lo miro.

—Perdón, soy yo, estaba preocupada —le digo.

—No te preocupes —dice. Luce un poco serio.

Se quita la corbata al igual que el saco y los tira sobre la mesa del comedor.

—¿Todo bien? —le pregunto nerviosa.

Carajo y si ya lo sabe. ¿Y si Grace le dijo?. Son las primeras ideas que me cruzan en la mente.

—No —responde sacando una cerveza de la nevera. Está agobiado, sólo toma cuando está agobiado.

—¿Qué pasó?.

Le da un buen trago y camina hasta tumbarse en el sillón. Da un respiro y se desabrocha la camiseta.

—La empresa, no va bien —da otro trago. Responde sin siquiera mirarme, sólo observa un punto fijo en el piso.

—¿Por qué? —trago saliva.

Intento acercarme un poco cuando me mira finalmente, estoy impasible así que no digo nada más.

—Nuestro director de proyectos renunció y estamos perdiendo muchos clientes.

Dice frustrado, y lo entiendo, debe ser un lío llevar y organizar todo.

—Pero... pueden contratar a otro.

—Lo sé, pero no es fácil. Él llevaba muchos años, conocía la empresa mejor que nadie.

—No te agobies —me acerco un poco más y actúo de forma natural.

—Y nuestro puto contratista se toma un tiempo —se toca la cien, y echa un suspiro cansado.

—Tranquilo... todo estará bien —suelto, ni siquiera sé qué debo decir. No conozco ni entiendo nada de eso.

Me animo a sentarme a un lado. Estoy segura de que no debería hacer esto, pero lo necesito, lo necesito casi tanto como él.

—¿Quieres que hagamos algo para que te relajes? —pregunto con una sonrisa.

Me mira serio unos segundos pero al final sonríe tierno. Hace días que no lo hacemos, pero ambos hemos estado cansados, por diferentes razones.

—¿Como qué? —pregunta pícaro.

—Lo que quieras —lo tomo de la mejilla y le doy un beso corto.

—¿Lo que yo quiera?.

—Sí —sonrío.

Me mira por unos segundos, examina mi rostro, sobretodo mis ojos y mis labios. Su mano sube hasta mi cuello y lo aprieta levemente mientras me besa de golpe. Bien, empezamos un poco brusco, pero me gusta.

Me besa salvajemente, y yo apenas puedo abrir la boca para reaccionar, lo noto impaciente, pero es comprensible, le he estado negando tener sexo, pero mi cabeza está en otro lugar, no tenía ganas ni tiempo para detenerme en eso.

Me sujeta de las caderas y me indica que me suba a él, así que eso hago de inmediato. Me coloco sobre sus piernas y continúo con el beso mientras meneo la cadera en su entrepierna.

Se separa un segundo para bajar la mirada, y suelta un jadeo. No me cansaré nunca de él, da igual las veces que lo toque o lo acaricie, las veces que lo bese o lo abrace, nunca será suficiente, siempre querré más y más.
Tal vez por hoy tendré que ser amable con él.

—Carajo, ya, por favor —suplica. —me voy a venir si me sigues mirando así.

Me río y lo tomo de la barbilla para unir nuestros labios mientras bajo una de mis pequeñas manos hasta su pantalón y lo desabrocho. Meto la mano en seguida y él se separa de mí, nuevamente jadeando. No vamos a durar mucho, eso lo tengo por seguro.

Me mira fijamente con unos ojos inocentes que al mismo tiempo derraman ambición.

—Mierda, así —pone su mano encima de la mía, aumentando el movimiento que provoca la mía sobre su boxer.

Le sonrío pícaramente y me detengo. Me mira confundido y molesto, entonces lo vuelvo a besar mientras me bajo el short de algodón que traigo puesto.

Me baja los panties desesperado y saca la billetera de su bolsillo para sacar un preservativo. Trago saliva mirándolo incómoda, eso no será necesario ahora.

Lo abre y se lo pone rápidamente, me mira deseoso y me toma de la cintura para colocarme encima de él. Abro ligeramente la boca cuando me siento de nuevo y suelto un suspiro.

Comienzo a hacer algunos movimientos, siguiendo el ritmo que sus manos sobre mi cadera me indican. Me sujeta tan fuerte y me mira tan excitado que pierdo el control. Me inclino para besarlo pero a los pocos minutos sus labios resbalan hasta llegar a mi cuello, en el cual se detiene y se queda ahí por algunos minutos.

Suelto un gemido y entierro los dedos en su cabello, intentando no jalarlo con mucha fuerza. Me aferro a su espalda, duele casi tanto como me gusta.

Perdónenme por tardar tanto😭 la escuela me consume jajajaj pero ya estoy escribiendo más caps para irlos subiendo

I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora