I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)

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Grayson

Mi madre me llama antes de dar las cinco de la tarde, me dice que si puede darse una vuelta por el departamento, quiere verme, e imagino que también quiere ver a Leah.
Le digo que sí y le aviso a Leah que tendremos visitas en menos de media hora. Decido darme una ducha rápida y cambiarme a algo cómodo.

Trina y Barbara se van en cuanto dan las cinco en punto, hoy las dejo marcharse más temprano ya que no queda más que hacer en casa y ahora que yo estoy aquí puedo hacerme cien por ciento cargo de Leah.

El timbre suena diez minutos después de eso, entonces me dirijo a la puerta y la abro con una sonrisa ya preparada. Veo a mi madre del otro lado con una sonrisa plantada más grande que la mía. La saludo, pero antes me sorprende ver a mi padre también. Lo saludo de igual forma y me hago a un lado para dejarlos pasar.

Ambos entran, y al instante mi madre quiere ver cómo está Leah. Los acompaño a la habitación y al estar los tres ahí Leah alza la mirada tímida, en realidad no entiendo bien su reacción, es como si todavía no supiera cómo actuar con la presencia de mis padres, y lo entiendo, es una presión horrorosa.

—Hola, cariño —le dice mi madre y se acerca a saludarla.

—Hola —dice mi chica con un tono relajado y una sonrisa amable.

—Me alegra verte bien —le comenta seria. —pensé que iba a ser algo más grave.

Leah asiente forzada y trago saliva nervioso. Hasta ahora nadie sabe lo del bebé, sólo Ethan y Grace. Preferimos no decir nada, nos ahorraríamos problemas innecesarios.

—Creo que todos nos llevamos un buen susto —intervengo yo un poco incómodo, pero calmo el ambiente soltando una ligera risa.

—Pero lo importante es que ahora estás bien —le sonríe y le toca el brazo. —¿qué fue lo que pasó?.

Leah me mira en seguida, nerviosa e insegura. No sé si soy yo el que debería hablar pero finalmente ella termina haciéndolo.

—Iba conduciendo y un auto se atravesó en mi camino —dice ella y vuelve a mirarme esperando mi aprobación.

Asiento y ahora me giro hacia mi madre, la cual niega preocupada y hace una mueca. Parece tomarlo normal y deja el tema, lo cual agradezco.

Ahora volteo hacia mi padre, no ha mencionado ninguna palabra y eso es común en él pero está más serio que de costumbre. Optando por una pose poco enfática y cruzado de brazos me mira.

—¿Podemos hablar? —pregunta casi en susurro.

Trago saliva por segunda vez y asiento confundido. Mi madre y Leah parecen estar hablando de algo así que no se dan cuenta del asunto.

Salgo de la habitación junto a él y una vez alejados de ahí se queda pensativo, como si analizara cada detalle de las palabras que está por sacar. Por un segundo siento miedo pero ya estoy imaginando lo que dirá, no me sorprende en lo absoluto.

—¿Qué sucede? —presiono.

Cada segundo en silencio me hace sentir más nervioso.

—Hablé con Marcus hace unos días, bueno... —corrige. —hablé de ti con Marcus hace unos días.

—¿Y? —frunzo el ceño.

—Me comentó que has estado distraído. No te han visto la cara en la empresa desde hace días.

—Creo que puedes entender perfectamente por que no he ido —digo refiriéndome a Leah.

—Es eso de lo que quiero hablar, hijo, comprendo tus necesidades, pero no quiero que te distraigas, la empresa te necesita más que nunca.