I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)

72

—¿Tenía? —Grace interviene, yo ya ni siquiera puedo hablar. —¿Cómo que tenía?.

—Sí, lamento informarles pero el líquido amniótico de la bolsa no logró salvar al bebé. Leah está reposando, tuvo un golpe en el estómago, y se lesionó el cuello.

—¿Ella estará bien? —apenas logro soltar.

—Ella está bien. El accidente fue de frente pero no ocasionó problemas mayores. En unos minutos podrán verla.

—Gracias —Grace le responde y este se va con una media sonrisa.

Sigo ahí, echo roca. No es que no quiera moverme, simplemente no puedo, estoy congelado y sorprendido.

Miro a Grace, la cual me mira de la misma forma que Ethan lo hace, ambos están esperando a que diga algo pero no tengo idea de lo que siento ahora mismo, son muchas cosas, es una sensación que no había experimentado nunca.

—¿Todo bien? —pregunta Grace, limpiándose las lagrimas.

Trago saliva y niego.

—Estaba embarazada —frunzo el ceño, el pecho me duele bastante. —¿ustedes lo sabían? —los miro triste.

—Sólo yo —contesta ella antes de que Ethan responda. —Leah iba a decírtelo ayer, no sé por que no lo hizo.

Carajo, vuelvo a sentir otro jodido golpe. Esto duele, duele demasiado. Me siento mal conmigo, decepcionado y triste. Soy un idiota, eso es lo único que soy.

Me cubro la cara y camino hasta sentarme, no puedo seguir parado porque las piernas comienzan a tambalearme. Siento la mano de Ethan en mi espalda, y cuando lo miro finge una sonrisa.

—Tranquilo —me dice con un tono de voz suave.

—Esto es mi culpa —repito, aún no me lo puedo creer, lo que implica que no me lo puedo sacar de la cabeza.

—Ella tenía miedo de decírtelo, pensaba que no reaccionarías bien —comenta Grace sentándose a un lado.

La idea de que Leah estuviera esperando un hijo mío, era un hecho que sí había pensado bastante los últimos meses, pero jamás había pasado por mi cabeza tan seriamente. Lo veía como algo lejano, algo que sabía que no iba a suceder hasta dentro de unos años, pero aquí estoy, intentando asimilar la idea de que Leah acaba de perderlo a unos segundos de haberme enterado.

Quiero verla, quiero decirle lo mucho que lo siento, pero unas cuantas disculpas no lograran hacerla sentir mejor ahora. La conozco. No sólo debe estar triste, también debe estar furiosa conmigo, y lo entiendo. No he hecho nada más que comportarme como un maldito imbécil con ella las últimas semanas, y no lo merece.

Estoy por terminar de morder casi todas mis uñas, el nervio me ha estado consumiendo estos últimos minutos.

Alzo la vista al escuchar unas pisadas fuertes en el pasillo. Veo a la madre y hermana de Leah, las cuales no pueden contener más preocupación en el rostro, ambas entran desesperadas y miran hacia todos los lados en busca de algo.

Su madre me ve, y se acerca impaciente de inmediato.

—¿Qué pasó? —me pregunta histérica y Margo me mira atentamente.

—Ella está bien, tuvo unos cuantos golpes por el choque nada más —me pienso unos segundos en decirles lo del embarazo, pero al final sólo me quedo callado y bajo la mirada.

—Menos mal —dice su madre tocándose el pecho intentando relajarse. —¿ya la vieron?.

El doctor sale nuevamente, me quedo tan atento a él que me olvido de responder. Justamente nos avisa que podemos pasar a verla, especificando que sólo una persona por el momento. Y después nos comenta que podrá darla de alta en algunas horas. Agradezco infinitamente escuchar eso y una parte en mi interior parece volver a funcionar.