-Brother, de verdad, si no es porque te estoy viendo cuando, no te creería todo lo que me dices.
Estaban entrando en el restaurante de su amigo Alfonso, como ya eran de la casa, la anfitriona los acompañó hasta un reservado al fondo del local. Era lo bastante alejado del resto de comensales, pero no quedaban aislados del todo. Tenían la suficiente privacidad como para conversar de esas cosas.
-Así es, bro. Si me lo hubieran dicho hace un buen, no lo hubiera creído. Pero me pasó. La que más me sorprende, es Heidi. Su reacción fue tan diferente a lo que me hubiera imaginado.
-Ni que lo digas, pero ya sabias, antes de casarte, que esa mujer es de oro.
-Sí, lo sé.
Cuando llegó el mesero pidieron sus platos y, a los segundos, se materializó Alfonso, el dueño del restaurante.
-¡Que gusto verlos por acá! – saludándolos de abrazo a cada uno. – Y ¿Ese milagro que andan solos? ¿Dónde dejaron a sus mujeres?
-Jajaja, en casa. – respondió Miguel por ambos. A lo lejos, divisó a un par de mujeres que conversaban y reían muy divertidas. Sonriendo, se dio cuenta que una de ellas, es la niñera de Jaime.
-O sea que toca noche de soltero, ¿no?
Todos rieron y conversaron de trivialidades. Miguel no le perdía el ojo a la niñera, y más aún porque su amiga no estaba nada mal. Podría hacerle caso a Alfonso, y convertir la noche en "Noche de Solteros".
-No te voltees... - interrumpe Lexie a Laura, quien estaba en medio de una historia de fans que se encontró por internet- pero hay un tipo que no nos quita ojo de encima.
-Lexie – le dice cansada, Laura. – Aun no pasan de las nueve, ¿Puedes dejar el coqueteo para el bar?
-Cariño, la vida se hizo para pasarla bien. Y más, si es con hombres guapos como a... que... llos...- Lexie se percató de quienes eran los tipos de la mesa. Pero no quiso decirle a Laura para que no quisiera huir de ahí. La noche estaba recién comenzando, y la de ellas ya tomaba forma.
Jaime se percató que Miguel no quitaba los ojos de encima de las muchachas que reían alegremente en un par de mesas más allá.
-¿Por qué yo no era consciente de que te encanta meterte con chicas que conoces en los bares o restaurantes?
-Porque, mi querido hermano, hasta el día de hoy, usted era un hombre felizmente casado. Y yo, le respetaba la familia y la esposa – Miguel miró a todos lados, y luego volvió a mirar a Jaime a la vez que apoyaba ambas manos en los hombros de su amigo – pero fíjese que ambos somos solteros... así que viva la vida.
-Te recuerdo, que sigo casado. Mientras siga así, no puedo hacer nada públicamente.
-Ajá. – Apunta a Jaime con un dedo y la sonrisa traviesa bailando en sus labios – acabas de decir la palabra mágica "públicamente". Pero como en privado no existen redes sociales ni nada, puedes quedar tranquilo. Nomas, prométeme, que no te meterás con una fan desequilibrada.
-Jajaja, como si tuviera ganas de involucrarme con alguna mujer en general.
-No te preocupes, eso lo solucionamos en cinco segundos. ¿Ya terminaste de comer?
Miguel miró ambos platos sobre la mesa y llamó al mesero para consultarle qué era lo que las muchachas de aquella mesa bebían.
-Las chicas beben unos shot de tequila.
-Pues llévales una ronda más, y me llevas uno a mí también. ¿Jaime?
-Oh, no. Yo solo quiero un vaso de agua. Recuerda que hoy manejo yo.
ESTÁS LEYENDO
¿Seguirás Amandome?
RomanceEsta noche eres todo mío. Esta noche, la luz del amor está en tus ojos pero, ¿Seguirás amándome mañana? Algo tan "inocente" como un amor platónico, se sale de control después de una borrachera. Cuando se dan cuenta de las consecuencias, asoman los...