Me desperté a las tantas de la madrugada atormentada por otra horrible pesadilla. Toda la habitación me daba vueltas y sentí ganas de vomitar. Corrí al baño y me descargué en el vatér. Cuando supe que ya no sacaría más nada de mi estómago, me recargué en el lavado y me cepillé los dientes.
Es abrumador.
Caminé hacia mi habitación y la única luz que entraba era la de la luna que atravesaba las cortinas de mi ventana. Me recosté y en pocos segundos me volví a quedar dormida. Me desperté por el sonido alertador del despertador de mi celular. Abrí los ojos y los estrujé para terminar de despertarme y que la luz del sol no me molestara. Tomé mi toalla y me metí al baño. Hoy sería un día bastante largo.
Estaba desayunando cuando Justin llegó a buscarme. La noche anterior había aceptado su proposición de irnos juntos a la universidad y llegó unos minutos antes de las ocho. Sonreí al verlo. Estaba completamente vestido de negro, al igual que yo, lo único de color era mi bolso, un rosa pálido.
—¿Llegué algo temprano?—Preguntó mientras le servía una taza de café.
—No, para nada, llegaste justo a tiempo.—Dije sentándome en uno de los taburetes de la cocina.
—¿Estás listas para la presión de la universidad?—Me preguntó mientras se tomaba la taza de café.
¿Lista? No lo creo, la universidad se me hará muy vacía sin Jaxon.
—No, no estoy lista. No estoy lista para escuchar a la profesora Quinn protestar porque ninguno de los estudiantes entendamos sus ridículas charlas, tampoco estoy lista para que el profesor Mackenzie me llene de trabajos el mes, ni para que el Decano Rogers me llame la atención por desperdiciar el papel de baño.—Reímos levemente y suspiré.—No, no estoy lista, pero lo voy a intentar, la vida sigue, con Jaxon o sin él, lamentablemente sigue.
Un silencio se apoderó de nosotros y solamente nuestras respiraciones se escuchaban. Yo más que nadie tengo que aceptar que Jaxon se fue, no lo voy a superar por un largo tiempo, pero tengo que seguir lamentablemente.
—Se nos hace tarde. Es mejor que nos vamos yendo.—Le hablé a Justin y él con una sonrisa asintió y salimos del departamento camino a la universidad.
En el auto el camino a la universidad se hacía eterno y yo me perdía entre la melodía de la música y el paisaje que pasábamos por la ventana.
—¿Ya no conduces tu preciada Ducati?—Mi tono burlón lo hizo reír. Justin está enamorado de su motocicleta.
—No te burles de mí, Debs.—rió.—La tengo guardada, mi chica está guardada y de luto.—Comentó con el rostro serio. Yo preferí no volver a opinar sobre su moto.
Jaxon y Justin compartían muchos gustos, entre ellos sus motocicletas. Hacían carreras en ellas con sus amigos y muchas veces Jaxon las ganaba, otras Justin. Eran muy unidos aunque muchas veces sus diferencias chocaban y terminaban teniendo problemas.
—Mamá preguntó por ti, quiere que vayas a verla esta noche, está muy deprimida.—Sin apartar la mirada del camino.—Todos estamos muy mal con la perdida de Jaxon, pero mi madre es la más afectada en esto.
—Iré a verla más tarde cuando salga de la universidad.
Justin estacionó el auto en el estacionamiento privado de la universidad y como todo un caballero nuevamente, abrió mi puerta y caminamos juntos hacia el campus. Todos caminaban de un lado a otro, algunos con miradas de mal humor, otros preparaban sus últimos trabajos pendientes, la universidad está llena de bipolaridad. Algunos se me acercaban y me daban el pésame por la muerte de Jaxon, igual a Justin. Jaxon tenía muchos amigos, y todos siempre estaban pendientes de él, la muerte de él nos cogió a todos por sorpresa y un gran vacío se encontraba entre nosotros.
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Ámame Sin Medidas #1
Lãng mạnPRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA ÁMAME. Justin siempre ha suspirado por Debby. De una manera u otra por años intentó ocultar esos sentimientos tan profundos y sinceros hacia la novia de su hermano. Tantos deseos reprimidos lo hacían sentirse la peor pers...